27
octubre 2016 (22.10.16)
“A partir de los 35
años, las posibilidades de curación de una quemadura grave y extendida van
disminuyendo”
Jan Millastre,
Mi vida ha tenido la suerte de
cruzarse con el especialista Pablo Gómez. Personas como él hacen que lo
imposible sea realidad. Creo que no existen palabras para definir la vocación,
empatía, profesionalidad y humanidad que hay que tener en las situaciones que
se presentan en las unidades de quemados diariamente. Especialistas como Pablo
Gómez aporta su granito de arena a la ciencia para que el mundo cada día sea
mejor.
¿La
incidencia de las quemaduras está relacionada con el territorio?
Ciertamente. Se ha visto que en los países desarrollados,
donde tenemos más medidas de protección, la incidencia es bastante baja.
Podemos tener muchos quemados pero de gravedad leve. En los países en vías de
desarrollo, sin embargo, esta incidencia es bastante más alta y, sobre todo,
las quemaduras son de mucha mayor gravedad.
¿Cuál
es el motivo más frecuente de quemadura grave en un país desarrollado?
El accidente casual, no el
accidente laboral, ni el de tráfico, ni la agresión, ni la autolisis. Es decir,
el accidente como tal, el casual. La mayoría de las quemaduras se producen por
una llama o un fuego.
¿A
partir de qué grado (de quemadura) la piel no puede regenerarse por sí sola y
necesita de intervención quirúrgica?
A partir del segundo grado
profundo, un estadio en el que todas las capas de la piel, tanto la dermis como
la epidermis están quemadas.
¿Qué
variables intervienen en la probabilidad de curación de una quemadura grave?
La extensión, la profundidad y la
edad de la persona, pues a partir de los 35 años las posibilidades de curación
van disminuyendo.
Una
persona aún es joven a esa edad…
Efectivamente lo es, pero sus órganos
quizás no tanto, o al menos no lo suficiente para poder aguantar con éxito todo
el tratamiento que requiere una quemadura grave y que esté extendida. De hecho,
en un caso como el tuyo, con el 90% del cuerpo quemado, se sabe que, por debajo
de los 35 años de edad, la curación es posible en la mitad de los casos,
mientras que a partir de esa edad, esta estadística empieza a reducirse
progresivamente. Aunque seamos jóvenes, a partir de los 35 años, las
posibilidades de curación de una quemadura grave y extendida van disminuyendo.
¿Por
qué?
Porque con el fin de potenciar y
agilizar la regeneración de la piel sana, hacemos trabajar al cuerpo al 100%.
Sometemos al organismo a un gran estrés. El tratamiento requiere un
sobreesfuerzo de todos los órganos del cuerpo. De manera que si previamente
cualquier órgano no se encuentra en un estado óptimo, el tratamiento puede
fallar.
¿En
qué consiste el tratamiento?
Debemos quitar la piel quemada y
cubrir el organismo de piel sana lo antes posible. Además, la piel solo puede
ser del propio paciente. Aspecto que eleva la dificultad del tratamiento porque
dependemos, de un modo u otro, del porcentaje de piel sana de la que disponga
el afectado. En tu caso, por ejemplo, teníamos que cubrir el 90% de tu cuerpo
con piel extraída de tu talón y cuero cabelludo, que representaba tan solo un
10% de piel sana. El tiempo es importante. Por ello, forzamos a todos los
órganos del cuerpo para que trabajen al 100% y así lograr que el proceso de
regeneración de la piel sana sea lo más rápido posible. Mientras se hace este
proceso de injerto, usamos piel de donante, que dura como máximo tres semanas.
¿Por
qué solo sirve la piel del propio paciente?
Porque es el órgano más capacitado
del organismo para estimular la respuesta antigénica, es decir, de rechazo. La
segunda capa de la piel, la epidermis, siempre deberá usarse la del propio
paciente. Sin embargo, la primera capa, la dermis, no tiene esa capacidad de
rechazo. De hecho, se usa dicha capa de un donante para hacer la cobertura definitiva.
Han
pasado cerca de 20 años desde que yo me quemé. ¿Qué avances ha habido en el
tratamiento desde entonces?
Ha habido pequeños avances pero han
logrado que la terapia sea más efectiva y comporte menos complicaciones. Se ha
producido un progreso en el soporte vital del paciente. Tanto las formas de
alimentarlo como el manejo de las infecciones y de las complicaciones
respiratorias han mejorado. Sin olvidar los beneficios que ha aportado la
dermis artificial Integra, primer sustituto cutáneo con capacidad para
regenerar la dermis. Este proporciona una cobertura fisiológica postescisional
y consigue disminuir el estrés metabólico. Como regenerador dérmico, además,
genera una neodermis similar a la original, que ayuda a mejorar la calidad
estética y funcional de la cicatriz.
Perfil
Pablo Gómez A. Morell:
De origen maño, este especialista
en Cirugía Plástica y Reparadora, Pablo Gómez A. Morell, es actualmente
facultativo del servicio de cirugía plástica y quemados del Hospital Vall
d’Hebron de Barcelona, unidad de la que fue responsable durante once años. Desde
1987 es miembro asociado de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora
y Estética y pertenece en la actualidad a múltiples asociaciones como la American Burns
Association, entre otras. Asimismo, es autor de múltiples artículos publicados
en revistas especializadas a nivel nacional e internacional y coautor del libro
¿Quemaduras? 100 preguntas más frecuentes.
Opinión:
Para empezar, agradecer a todos los equipos médicos su
abnegación. Por parte del doctor Gómez, agradecerle su interés, conocimiento y
profesionalidad en la atención que nos prestó a todas aquellas víctimas del atentado
en Hipercor hace 29 años junto al resto del equipo.
Por otro lado, mostrar mi admiración por los adelantos técnicos
que se han producido en las tres últimas décadas.
Y ya puestos, recordarle a los que van por ahí explicando
heridas de algún que otro atentado que jamás han sufrido que “las mentiras
tienen las patas muy cortas”. Los que hemos sufrido realmente estas graves
heridas ¿qué podemos pensar de los personajes que explican como propias las
lesiones que hemos sufrido otras personas?
Y a Jan, un fortísimo abrazo y la enhorabuena por su excelente
labor a través de su web kreamics.com