29 diciembre 2016
“La guerra se gana a
tiros”, reclama un histórico etarra
Iñaki Bilbao,
expulsado de ETA, pide en una carta la vuelta a la lucha armada
Iñaki Bilbao Goikoetxea, un histórico etarra expulsado en 2014 de la
banda, ha dirigido una carta a un colectivo de militantes de la organización
terrorista en la que acusa de “traición” a los actuales dirigentes y reclama la
vuelta a la lucha armada. El documento titulado “La guerra se gana a tiros” fue
interceptado en la prisión Puerto III (Cádiz) donde cumple condena de 45 años
por asesinato y remitido al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional
que ha deducido testimonio ante los juzgados centrales penales por
enaltecimiento de la violencia. Durante su interrogatorio, Bilbao amenazó de
muerte al juez que instruye el caso, al igual que ha hecho con otros magistrados, durante
los juicios por sus crímenes, entre ellos, el exmagistrado Baltasar Garzón.
“Kaixo Lagunak (Queridos amigos): se me ha
pedido que os diga unas palabras y por una vez y sin que sirva de precedente lo
haré, solo que comenzaré citando a algunos de los más grandes que nos ha
ofrecido la historia”, arranca la misiva, a la que ha tenido acceso EL PAÍS.
Iñaki Bilbao, alias Txikito, firma su alegato de seis folios escrito a mano
como “El vagabundo de las estrellas”,— título de una novela de Jack London cuyo
protagonista es un presidiario— pero en realidad es uno de los pistoleros más
sanguinarios de la organización terrorista, el autor de la muerte del concejal
socialista de Orio (Guipúzcoa) Juan Priede, viudo y con tres hijos, acribillado a balazos
cuando tomaba café sin sus escoltas. Bilbao es un duro entre los duros con un
largo rosario de crímenes.
En la carta el etarra hace suyos los
discursos en favor de la lucha armada de Argala, José Miguel Beñarán, etarra
que participó en 1973 en el asesinato del presidente del Gobierno franquista
Luis Carrero Blanco: “La derrota será para los que teniendo las armas las
escondieron cobardemente a la hora de la lucha y pretenden entregarlas al
fascismo; para los que pudiendo haber sido referentes en la lucha y que faltos
de fe en la dignidad y en el ideal gastaron su tiempo y su prestigio en tratos
vergonzosos con el enemigo y se convirtieron en patéticos; también cita a Txabi
Etxebarrieta, autor en 1968 del primer asesinato de la organización muerto en
un enfrentamiento contra la
Guardia Civil : “Hay dos tipos de nacionalismos, el de los
poderosos y el de los oprimidos. Salta a la vista que el nuestro está con los
segundos”; reproduce a Ernesto
Che Guevara: “No hay ejército por poderoso que sea que pueda oponerse a
un pueblo en armas”; o a Kart Marx:
“Todo intento de desarme será rechazado, en caso de necesidad por la
fuerza de las armas”; de Lenin; “la clase obrera que no se esfuerza en aprender
a manejar las armas y poseerlas, no merece más que ser tratada como esclava”;
cita a José Martí, político,
escritor y fundador del Partido Revolucionario Cubano: “¿Cuándo expresa más
firmemente un pueblo sus deseos que cuando se alza en armas?"; y reproduce
frases similares de Julios Fucik, el periodista y escritor checoslovaco,
miembro del Partido Comunista, detenido por la Gestapo y ejecutado.
Iñaki Bilbao termina, también, con otra cita ajena, de
nuevo atribuida al Che Guevara: “En cualquier lugar que nos sorprenda la
muerte, bienvenida sea, siempre que ese, nuestro grito de guerra, haya llegado
hasta un oído receptivo, y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas, y
otros hombres se apresten entonar los cantos luctuosos con tableteo de
ametralladoras y nuevos gritos de guerra y de victoria. Hasta la victoria
siempre”.
Antes de
estampar su firma, el etarra apostilla en euskera las frases: ¡Revolución o
muerte!; ¡Destruye la calle y lucha contra el fascismo!, y ¡Viva la lucha
armada!, entre otras proclamas clásicas de la propaganda de ETA.
Txikito
lleva varios años enfrentado a la dirección de la organización terrorista, en
especial desde que en octubre de 2011 la banda anunció el cese “definitivo” de
la violencia terrorista y
emplazó al Gobierno de España y Francia a “abrir un proceso de diálogo directo”
que no ha tenido lugar. Recientemente las fuerzas de seguridad descubrieron un zulo (escondite) con armas en Francia que
los terroristas habían dispuesto para escenificar la entrega de su armamento y explosivos.
Bilbao no
es el único disidente que no acepta el cese de la violencia. El grupo
Iraultzaileen Bilguneak (Ibil) o Foros Revolucionarios han conseguido el apoyo
de algunos presos y simpatizantes de ETA descontentos que comprueban que el
Gobierno no negocia. Iñaki Bilbao fue expulsado por el denominado Colectivo de
Presos Políticos Vascos (EPPK), que todavía controla la dirección de ETA y está
considerado como uno de los impulsores de Ibil. EPPK acaba de pedir a los
presos etarras que acepten permisos penitenciarios.
Fuentes de
la lucha antiterrorista afirman que la disidencia dentro de ETA representa a
una minoría con escaso peso en la organización. Y no contemplan un posible
retorno a la violencia. No obstante, reconocen que declaraciones como la de
este preso expulsado de la banda suponen "un riesgo" y dan aliento a
aquellos que desean volver a matar.
Opinión:
Quien me conoce bien sabe que siempre intento “ver la
botella medio llena”. Y leyendo las animaladas del terrorista Iñaki Bilbao
prefiero quedarme con aquello de que si hay 400 etarras todavía en prisión y
solo este descerebrado (y quizás algún otro más) son los que reclaman la vuelta
al terrorismo, ello significa que el 99 por ciento restante no están por esa tétrica
labor.
Y eso, con tal de que nadie más sufra lo que tantos hemos
sufrido con anterioridad, me parece una gran noticia.
Y ya puestos, si cada vez que este individuo y los de su
misma calaña son capaces de ir diciendo animaladas, que se les juzgue y si son
condenados, que se les vayan sumando años de prisión. Al pasar de treinta años no
los cumplirán pero al menos los tendrán porque… ¿y si algún día se cambia la
legislación? De hecho, parece que ahora alguien está interesado en hacerlo…
Por todo esto creo que es de suma importancia dar a conocer
los casos de terroristas que, desde la cárcel, están reconociendo todo el
horror cometido e incluso dando pasos que pese al enorme dolor cometido pueden
considerarse “positivos”.
Para terminar, este individuo me recuerda a aquellos que, por cinco minutos de gloria, son capaces de inventarse verdaderas imbecilidades.