23 julio 2018 deia
Jesús Loza, Delegado del Gobierno en la CAV
“Antes de
acercarlos a Zaballa, los presos recalarán en Zuera o Asturias, como en la vía
Nanclares”
Durante el mandato del lehendakari López fue
una de las pieza clave de la ‘vía Nanclares’. Ahora Loza va a jugar un papel
central en el acercamiento de los presos
El nuevo delegado del Gobierno español en la CAV confiesa que la va la
marcha de la política. De otro modo es difícil entender que abandone su
actividad como médico en un hospital de Araba para meterse en el fregado del
acercamiento de los presos de ETA y de la kale borroka a las cárceles de
Euskadi. No le asusta el reto, conoce el terreno por su experiencia como
Comisionado por la Paz
durante el mandato del entonces lehendakari Patxi López, donde tuvo su
inmersión en el mundo de los presos y de su reinserción a través de la vía Nanclares.
¿Está ya
trabajando en casos concretos de presos a los que van a acercar a cárceles
próximas a Euskadi?
-Estamos trabajando en poner en práctica lo que
dijo el presidente del Gobierno español. Tengo que mantener la discreción.
Estamos trabajando y voy a informar a todas las víctimas del terrorismo.
Ha bajado
el tono de las demandas de estas asociaciones. ¿Significa eso que no van a
hacer casus belli como antaño?
-En la vía
Nanclares fue muy importante
que las asociaciones de víctimas conocieran lo que se estaba haciendo, el
porqué y el para qué. Después de estos seis años de Gobierno de Rajoy en los
que no se ha movido prácticamente nada en este terreno, tenemos que recuperar
lo que hacíamos entonces, esto es, buscar la reinserción de los presos de ETA y
tener informadas a las víctimas.
Aún así,
algunas asociaciones siguen haciendo un marcaje muy estrecho.
-Me parece normal. Las víctimas y las
asociaciones de afectados también son plurales. Lo que hay que dejar claro es
que la política penitenciaria la deciden los representantes de los ciudadanos,
esto es, el Gobierno.
¿A qué
presos se va a acercar primero?
-Estamos trabajando en ello con los que padecen
enfermedades graves y los mayores de 70 años. Es muy importante advertir que
también tenemos que cerrar la vía
Nanclares que como se frenó
nos toca ahora en los próximos días o semanas cerrar este capítulo con las
personas que se acogieron a aquella fórmula. Esto significa que todas las
personas que se acogieron a esa vía y que siguen cumpliendo condena estarán en
libertad o en regímenes fuera de la prisión. También están las personas que ya
han dado el primer paso y están en segundo grado. Esto quiere decir que ya han
pedido destino (trabajo en la cárcel) y empiezan a recorrer el itinerario de la
reinserción.
En
Francia también se ha acercado a presos de ETA que están en el tramo final de
su condena. ¿Aquí también se va a utilizar este criterio?
-Será un criterio que tendremos en cuenta.
¿Y los
que tuvieran delitos de sangre?
-También lo tendremos en cuenta.
En
Francia han acercado a algunos presos con delitos de sangre, aunque dijeron que
no lo iban a hacer.
-Una cosa es empezar y establecer prioridades y
luego ver cómo se sigue. Lo importante es que se haga con presos sin delitos de
sangre y que tengan cumplida gran parte de su condena. Eso para empezar, luego
ya iremos viendo.
¿Empezaremos
a ver movimientos de presos este año?
-Yo creo que sí.
¿Y se les
va a traer a todos a Zaballa?
-Va a depender. Vamos a seguir un proceso muy
parecido al de la vía
Nanclares. La reinserción no es una cosa que hoy te levantas de una manera
y te acuestas de otra, tiene su tiempo y sus pasos, y va despacio. La
autocrítica hay que hacerla, ese es el elemento fundamental y esto no se hace
de hoy para mañana. Hay que dar pasos y en función de esto iremos no solo
acercando sino que Zuera (Zaragoza) y Villabona (Asturias) serán prisiones
donde recalarán algunos presos, como cuando se activó la vía Nanclares.Y de ahí pueden
dar el paso definitivo a Zaballa.
¿Para ser
acercados deberán de realizar una expresión de autocrítica clara?
-Clara.
¿Y eso
cómo se materializa?
-No tiene que ser una carta tipo, sino la
expresión de cada uno de los presos a la hora de asumir su responsabilidad, la
autocrítica y la injusticia de los hechos. Todo eso necesita su tiempo de
reflexión, pero no vale una carta tipo sino la expresión individual del preso
que manifieste su autocrítica. Cada cual a su manera.
¿Deberá
quedar constancia de esa autocrítica en algún soporte físico?
-Evidentemente. No solo una constancia escrita,
que también, sino que se trata de una actitud, y la actitud la miden las juntas
de tratamiento que deberán de dar un informe favorable.
¿Es lo mismo
que hicieron en su día los presos que se acogieron a lavía Nanclares?
-Igual igual.
Junto a
la autocrítica, ¿se les va a exigir la delación a los que realizaron atentados
pendientes de resolver?
-La delación no está contemplada en el Código
Penal, no es un requisito indispensable. Es
una posibilidad que evidentemente mejoraría la situación pero no es
obligatoria.
No
obstante, durante años se les ha pedido su colaboración en el esclarecimiento
de asesinatos aún sin firma ni autoría.
-Pero no es una obligación. Si lo hacen, todo
será mucho más fácil.
¿Percibe
que los presos están dando pasos para evolucionar de grado penitenciario y
avanzar hacia la reinserción?
-Mucho menos de lo que nos gustaría. Hay un
primer paso que es la petición de destino (trabajo dentro de la cárcel) y con
ello van incorporándose a la vida ordinaria de la prisión y que puedan trabajar
en la lavandería, la biblioteca, en jardinería… Esto quiere decir que se
integran en la vida ordinaria de la prisión y no lo están haciendo.
Los presos,
el EPPK, dicen que sí lo están haciendo.
-Hay mucha menos gente de lo que nos gustaría.
Pero hay algunos que sí.
También
dicen que a cerca de la mitad de los presos de ETA en el Estado español se les
ha denegado pasar del primer grado (régimen cerrado) en el que se encuentran al
segundo (régimen común).
-No se trata solo de que los presos hagan esa
solicitud, tiene que ir acompañado de una actitud, y ellos lo saben de memoria.
¡Que se integren, no es mucho pedir! Vamos a ir haciendo camino entre todos. No
es lo mismo al principio que cuando vean que la cosa va progresando y que hay
movimientos. Conforme lo vayan viendo, probablemente haya presos que se vayan
acercando al inicio del camino.
El EPPK
dice a sus presos que para vaciar las cárceles ahora sí pueden aceptar la
legalidad y que pueden actuar de manera individualizada, aunque se trata de una
consigna colectiva. ¿Esto dificulta que presos que pudieran estar dispuestos a
dar el paso se retraigan?
-No entiendo que, por una parte, se diga que
hay que cumplir la legalidad y, por otra, se diga que no hay que arrepentirse.
Es una contradicción. Y no estoy hablando de un arrepentimiento, que es una
cuestión religiosa, pero la autocrítica es un elemento clave a la hora de la
reinserción. El EPPK tendrá que aclarar si está dispuesto a ello o no. La
izquierda abertzale en su conjunto tiene que dar algunos pasos y la autocrítica
ayudaría mucho a sus presos.
¿Se
refiere a Sortu?
-En efecto. Creo que muchos presos están
deseando tener una cobertura de Sortu para poder dar ese paso y me preguntó
porqué no se la dan.
Sortu
dice que ya ha pedido públicamente perdón a las víctimas.
-Es verdad, y es muy positivo, que los
estatutos de Sortu declaran la ilegitimidad del uso de la violencia para
alcanzar objetivos políticos en el presente y en el futuro. Pero les falta
decir que lo que ha sucedido en el pasado por parte de ETA estuvo mal.
¿Va a
perseguir los homenajes y bienvenidas a los presos?
-No ayudan a mejorar el clima. ¿Alguien puede
pensar que al asesino de Marta del Castillo le pueden hacer un homenaje en
Sevilla cuando salga de prisión? Es una barbaridad. Entiendo que las familias
puedan recibir a su familiar y le acojan en privado. Pero hacerlo en público y
homenajearle como si fuera un héroe es inaceptable. Es una humillación de las
víctimas y una clara apología de los victimarios, aunque tratan de hacerlo con
inteligencia para no incurrir en un ilícito penal.
¿Piensa
recuperar los encuentros restaurativos entre presos y víctimas?
-Ojalá, pero depende de los presos, ellos
tienen que dar el primer paso. En la vía
Nanclares quienes pidieron
encontrarse con las víctimas fueron los presos. Las víctimas tuvieron la
grandeza moral y la generosidad de dar el paso.
¿Teme la
reacción de PP y Ciudadanos sobre el acercamiento?
-En todas estas cuestiones es muy importante o
bien el acuerdo político o bien el dejar hacer. La actitud del PP con la vía Nanclares fue un ejemplo de dejar hacer, estaban
totalmente informados de todo lo que se hacía, y apenas hubo ruido. Las
víctimas del terrorismo sufren mucho más cuando hay un desacuerdo y una bronca
política sobre estas cuestiones que cuando hay pacto.
¿Con ETA
disuelta se van a mantener los contingentes de la Guardia Civil y la Policía española?
-Yo no voy a decir, como hizo mi antecesor, que
hay que aumentar los contingentes pero sí tenemos que mantenerlos porque están
adecuadas a las necesidades actuales y en el futuro iremos viendo.
Sus
predecesores en el cargo tuvieron relaciones tirantes con el Gobierno vasco
sobre todo por la litigiosidad judicial. ¿Cómo afronta su mandato?
-Lo afronto desde la perspectiva de la
colaboración absoluta con el Gobierno vasco. Conozco a mucha gente del
Ejecutivo, además es un gobierno de coalición y la actitud va a ser de
colaboración y cooperación, que es lo que tiene que ser siempre entre
instituciones.
¿Cuál va
a ser su posición respecto a los recursos en el Tribunal Constitucional contra
leyes del Parlamento Vasco?
-De los recursos que están en marcha hay dos
graves (uno referido a los Presupuestos que con la aprobación de la ley
presupuestaria se resolverá muy pronto) y el de la Ley de víctimas de abusos
policiales me comprometí con el lehendakari a tratar de buscar un acuerdo y
estamos en ello. Creo que puede haber resultados a corto plazo.
¿Puede la
comisión de evaluación de abusos policiales determinar no ya la autoría de un
delito sino que una persona es víctima de un exceso policial?
-En esta cuestión hay que diferenciar entre el
reconocimiento y la reparación a las víctimas y en esto a mí me van a encontrar
siempre a favor y otra es la posibilidad que abre la ley de que esa comisión se
convierta en un órgano casi jurisdiccional y eso no tiene cabida. La comisión
de evaluación tiene que valorar hechos concretos para reconocer y para reparar,
no para abrir ningún tipo de causa general.
¿Qué
opina del informe sobre las torturas y los malos tratos del Gobierno vasco que
señala la existencia de 4.000 casos de tortura?
-Es un delito muy grave el que se pone sobre la
mesa y deberíamos de abordarlo desde la tranquilidad y desde el consenso. Si
hay que hacer cosas, hagámoslas juntos.
PNV y EH
Bildu han acordado en la
Ponencia de Autogobierno la celebración de una consulta
habilitante sin valor jurídico para refrendar la reforma del Estatuto de
Gernika antes de llevarlo a las Cortes. ¿Se celebrará esa consulta?
-Iríamos mal. No se pueden pretender cosas que
están fuera de la ley. El Estatuto de Gernika se puede modificar, la Constitución española
se puede modificar pero siguiendo los cauces establecidos. Lo contrario ya
sabemos que nos lleva a la situación de Catalunya que no la quiero en absoluto
para nosotros. Yo espero que en torno a ese tema haya una reflexión y que
construyamos este país de manera transversal como se ha hecho siempre desde el
año 1936, fundamentalmente con un acuerdo entre nacionalistas y socialistas que
espero que se amplíe a otras fuerzas. Ya hemos visto a dónde lleva la vía
unilateral.