28 agosto 2014 (26.08.14)
Inquietud en el grupo de Currin por el lastre de las disputas entre partidos
Prepara el nuevo viaje a Euskadi sin que aprecie avances en el proceso de paz
Las recientes disputas entre
partidos políticos vascos inquietan al grupo de facilitadores internacionales
que dirige Brian Currin.
Mientras este Grupo Internacional de Contacto (GIC) prepara su nuevo plan de
viaje y de contactos al País Vasco —previsto inicialmente para finales de
octubre—, los colaboradores no son ajenos a la “incidencia negativa” que puede
tener en una “acción coordinada” el clima de tensión desencadenado entre PNV y
la izquierda abertzale, de un lado, y entre los nacionalistas y el PP,
de otro.
Al esbozar el diseño de este
próximo desplazamiento, en línea con el plan anual que Currin viene realizando
al País Vasco en el nuevo contexto de paz, el grupo aprecia que se ha
“tensionado” el ambiente político con más rapidez de la que hacía prever el
escenario de las próximas elecciones municipales y forales de 2015. Según
personas próximas al GIC, durante este verano se ha alcanzado un clima de
enfrentamiento entre partidos que “ha adelantado el ambiente que podría darse
en una campaña como las locales”. De hecho, en los planes de este grupo se
intentaba apurar durante el otoño el contacto con los partidos en el
convencimiento de que a partir de los primeros meses de 2015 se entraría “en la
precampaña”. No obstante, como señaló ayer una de estas fuentes, “parece que ya
estamos en precampaña”.
En el entorno del GIC preocupa
sobremanera la disputa entre PNV y Sortu, partidos a quienes consideran
“determinantes” en el futuro del proceso de paz. A su vez, también les causa
desasosiego que no se hayan encarrilado las relaciones entre el Gobierno vasco y Mariano Rajoy principalmente en materia de política
penitenciaria. Por si fuera poco, a esta falta de sintonía se añaden las
tensiones de índole más doméstica que vienen protagonizando nacionalistas y
populares desde el pasado mes.
Pero Currin mantienen su propósito
de “facilitar” el camino hacia la consolidación de la paz en Euskadi. “Sigue
manteniendo su actividad y por eso incluye esta nueva visita para dar cuenta de
sus trabajos y contrastar opiniones aquí”, señaló ayer una fuente conocedora de
los planes del abogado sudafricano.
Esta visita de Currin se produce
después de su presencia en una de las dos sesiones que el Foro Social celebró
en el palacio Euskalduna, de Bilbao, el pasado mes de junio. Entonces se inició
un nuevo ciclo de diálogo ciudadano para analizar las recomendaciones
presentadas por este grupo en mayo de 2013. Ya en esta reunión se planteó la
nula voluntad del Gobierno central de modificar su política penitenciaria y los
asistentes convinieron en la necesidad de “reforzar el diálogo en la ciudadanía
para que se vayan fraguando los consensos sociales necesarios para que se abra
una vía de solución integral y realista de reintegración de las personas
presas”.
La próxima visita de Currin al País
Vasco no debe interpretarse como el augurio de avances en el proceso de paz. De
hecho, “hasta ahora” no han apreciado guiños significativos que permitan
albergar esperanzas. A este clima de escepticismo contribuye sobremanera la
cerrazón del Gobierno central sobre su política penitenciaria, desoyendo las
peticiones del lehendakari, Iñigo Urkullu, y de otras fuerzas políticas y
sociales.
“En el trabajo facilitador de
Currin, una de las cuestiones determinantes es que se produzca un
convencimiento de que se deben atender los derechos de los presos,
flexibilizando la política penitenciaria”, recuerdan quienes vienen trabajando
en favor del proceso de paz en Euskadi. Pero el resultado está siendo baldío
mientras crece la desconfianza entre sectores de los presos de ETA y de sus
familiares por el inmovilismo que aprecian en la voluntad del PP. Además, la
inmediatez de las elecciones municipales y autonómicas en algunas comunidades
tampoco se presenta como el escenario más propicio para que Mariano Rajoy abra
la mano ante las reivindicaciones relativas a presos de la banda terrorista.
En el pasado mes de julio, los
mediadores Jonathan Powell y Martin McGuinness mantuvieron reuniones en Euskadi
con diversos agentes políticos bajo el propósito de impulsar el proceso vasco.
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, fue el primero en recibirles en la sede
de su partido en Bilbao, aunque desde Lehendakaritza se habían mostrado algunas
reticencias, delegando incluso Urkullu su representación final en Jonan
Fernández. Dirigentes de la izquierda aberzale y del PSE también recibieron a
los mediadores.
Opinión:
Después de leer esta información y analizarla fríamente,
considero que hay que seguir trabajando para conseguir que el final de ETA sea
el definitivo. A veces me da la impresión de que hay quien busca mas “ponerse la
medalla” poniendo por encima sus intereses personales o de partido cuando en
realidad el propósito final debe ser el cumplimiento de la legislación y
conseguir que nadie mas sufra lo que ya tantos hemos sufrido.
No se trata de atender reivindicaciones ni nada
parecido, simplemente hay que cumplir y hacer cumplir la ley.
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