02 marzo 2015
ETA
exige «aportaciones voluntarias» al agotarse sus reservas de dinero
Avisa
a empresarios de la conveniencia de mantener «el proceso de paz»
El presupuesto de ETA, cuando estaba plenamente operativa, era de tres millones de euros anuales. En la actualidad, tras el anuncio del supuesto cese de actividades, en octubre de 2011, es de medio millón, según expertos antiterroristas consultados por
Los terroristas se las prometían felices
de que los pactos a los que habían llegado con socialistas y nacionalistas
culminarían en ese plazo, con la mayoría de los presos en libertad; las
organizaciones de su entramado, legalizadas (lo que lograron); y con una
«solución» para los pistoleros que se encontraban operativos, en la
clandestinidad, o los que se escondían en diversos países, en especial al otro
lado del Atlántico. Podrían volver a sus lugares de origen, en los que ya no
quedaría resto de las Fuerzas de Seguridad y de los Ejércitos.
Los que con tanto empeño como secreto
habían urdido el plan no contaban con la victoria por mayoría absoluta del
Partido Popular de Mariano Rajoy, que, por si había alguna duda, dejó claro en
su discurso de investidura que a su Gobierno no le concernía ningún pacto al
que hubieran podido llegar otros con los pistoleros. Al principio no se lo
creyeron, pero el paso del tiempo les ha convencido de lo contrario y el dinero,
uno de los asuntos más preocupantes para ellos, como en cualquier cuenta de la
que sólo se saca y nada se ingresa, se iba acabando.
Los expertos a los que ha consultado
este periódico reconocen que no existen pruebas fehacientes de cómo se está
financiando en estos momentos ETA, pero confirman, por los datos de que
disponen, que cuentan con dinero suficiente.
El presupuesto anual de medio millón de
euros de la banda se destina, en su mayor parte, a pagar el «sueldo» de 1.000
euros mensuales a la treintena de cabecilla, «liberados» y a la «reserva
especial» que mantienen para que la organización criminal disponga de su
capacidad de amenaza, algo fundamental en estos momentos; a pagos de la
estructura de «refugiados» en varios países, y a otros gastos.
Los cabecillas de ETA tratan por todos
los medios de reducir al máximo el pago a los refugiados y huidos. En las
últimas semanas se han producido dos hechos que así lo acreditan: la detención
en Roma de un presunto etarra que, ante la falta de medios, trabajaba de pintor
de brocha gorda y la aparición «estelar» del sanguinario José Ignacio de Juana
Chaos, clandestino donde los haya habido dentro de la organización criminal,
que ha montado un negocio de cara al público, de venta de licores en
Chichiriviche (Venezuela), en el que, como pretendía, iba a ser localizado más
pronto que tarde. Sus razones parecen claras pero la lucha antiterrorista
demuestra que nunca hay que hacer lo que pretenden los pistoleros, entrar en su
juego.
ETA tenía dinero para dos años y ya han
pasado más de tres. ¿Cómo se financia en la actualidad? Existen varias
sospechas, una de las cuales está basada en un documento que se incautó en
Francia y que, según todos los indicios, habría sido redactado por uno de los
responsables de ETA en Suramérica.
En uno de los informes que este
individuo había enviado a los cabecillas de la organización criminal les
preguntaba qué les había parecido su propuesta, que denominaba «Ingreso a la Universidad ». Los
correos etarras debieron de fallar y los jefes no sabían de qué iba el asunto,
por lo que le devolvieron la pregunta.
La respuesta no pudo ser más
clarificadora: «Se trata –escribía el responsable de los “refugiados”– de
presentar proyectos en algunos ayuntamientos, proyectos que se tramitan dentro
de las ayudas económicas para la comunidad internacional y lograr de ahí su
financiación».
El asunto no era una mera idea sino que
ya se habían dado algunos pasos: «Para que colaboren les hemos dicho que envíen
sus proyectos, y ya hemos hablado con la persona pertinente para que meta estos
proyectos en varios ayuntamientos de Euskal Herria». Por si no se le entendía,
lo aclaraba de forma contundente: «Los ayuntamientos todavía destinan el 0,7 a Nicaragua, El Salvador
y similares; obviamente, esto tiene que cambiar y enviarse a otras partes. Así
que a ver si se nos ocurre algo y sacamos dinero para lo que necesitamos», que
es tanto como decir para nosotros.
Los mencionados expertos subrayan que la
propuesta ofrece pistas sobre el modo en que ETA se puede estar financiando,
aunque resaltan la dificultad de probar un asunto tan delicado, sobre todo
cuando muchos sectores, incluidos algunos de la Justicia , dan por muerta
y sepultada a la banda y a su entramado. Organizar una investigación de esta
índole precisaría de una gran voluntad de todos los sectores implicados y un
apoyo sin fisuras a las unidades de las Fuerzas de Seguridad a las que se
encargara el trabajo.
Otra vía por la que ETA podría recibir
dinero en estos momentos es la de las «aportaciones voluntarias». La exigencia
del «impuesto revolucionario» cesó y la banda se preocupó de darlo a conocer en
un comunicado como gesto de buena voluntad. Pero nada impide que ETA haga
llegar, por vías sutiles y educadas, a determinadas personas y entidades que
disponen del dinero suficiente, la conveniencia de que ayuden al mantenimiento
del «proceso de paz».
¿Alguien se ha preguntado para qué
mantiene la banda en su poder armas y explosivos con los que puede cometer
numerosos atentados? Para canjearlos por la libertad de los presos y la salida
de las Fuerzas de Seguridad y los Ejércitos del País Vasco y Navarra. Puede
ser.
Pero tan cierto como eso es que le
permite disponer de su capacidad de amenaza. Se trata de un chantaje permanente
que está ahí, que se realiza todos los días pero de una forma silenciosa, sin
comunicados ni ultimátums. El mensaje parece claro: si no queréis que volvamos
a usar pistolas y bombas, no nos dejéis en la indigencia.
Más
que Cáritas
Las organizaciones del entramado de ETA,
en especial las que se ocupan de los presos, sus familiares y abogados, tratan
de financiarse a base de cuestaciones que realizan en cualquier acto público
que convocan, según las citadas fuentes. «Proporcionalmente, ya que se trata
del País Vasco y Navarra, sacan más dinero que Cáritas, aunque parezca
sorprendente», agregaron.
En la operación que la Guardia Civil
realizó el pasado mes de enero contra el entramado de abogados del entorno de
ETA, en uno de los registros, llevados a cabo en la sede del sindicato LAB de
Bilbao, fueron intervenidos más de 80.000 euros. El dinero, que estaba en
billetes y en monedas, había sido recaudado durante la manifestación celebrada
días antes en la capital vizcaína en apoyo a los presos de ETA. La Guardia Civil se
incautó también de varias cajas con camisetas propagandísticas y otros
productos utilizados para su venta publicitaria durante los registros
efectuados en las herrikos tabernas de Durango, Lejona, Guernica y la situada
en la calle Ronda de Bilbao.
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