07 marzo 2016
Otegi y Currin
presionan a ETA para escenificar un desarme
La izquierda
abertzale quiere implicar a los verificadores antes de las elecciones vascas
como parte de la estrategia a favor de Sortu
Arnaldo Otegi pretende utilizar a favor de la estrategia electoral de Sortu un posible «desarme» de ETA, aunque se trate más de un acto propagandístico que real, y cuenta para ello con el concurso del Grupo Internacional de Contacto (GIC), que encabeza el «conflictólogo» surafricano Brian Currin, y
La gran duda que existe entre los expertos es quién se va a
rodear Otegi, además de los «conflictólogos» antes citados, para llevar a cabo
esta empresa y en general la regeneración de Sortu, si aceptará a los actuales
dirigentes del partido, algunos de los cuales, como su presidente, Hasier
Arraiz, han demostrado un muy escaso bagaje político, o echará mano de los
viejos «rockeros» batasunos. De momento, en el documento programático de Sortu,
en el que se define el «proceso Abian», Otegi y los suyos se cuidan mucho de
decirle a ETA lo que tiene que hacer sobre la «destrucción de armas y
desmantelamiento de arsenales»: «Son evidentes el protagonismo y la capacidad
de decisión que tiene ETA en esta materia, pero también es cierto que la
implicación de los agentes –tanto de Euskal Herria como de fuera– favorables a
la resolución se hace completamente necesaria». «Las iniciativas de ETA –dice
en otro momento– han sido un elemento fundamental para el cambio de ciclo. La
organización ha cumplido todos los compromisos adquiridos para poner en marcha
el proceso de resolución y profundizar en él, yendo en ocasiones incluso más
allá de lo que se le exigía». En una palabra, que son los terroristas los que
llevan la batuta.
Por si acaso, asumen el planteamiento de ETA de expulsión
de las Fuerzas de Seguridad y de los Ejércitos. En cualquier caso, subraya el
documento, si hay desarme tiene que ser a cambio de una contraprestación: la
retirada de las «fuerzas de ocupación». «En la nueva fase política, habría que
poner más empeño en la lucha ideológica, ya que la militarización extrema que
sufre Euskal Herria no tiene ninguna justificación, como no sea demostrar la
superioridad de España y Francia. En esa línea se puede impulsar la iniciativa
del movimiento popular, como ya se hace en algunas localidades. En el ámbito
institucional también surgen nuevas oportunidades, especialmente si se abre el
debate sobre el autogobierno de las instituciones y si el cambio de gobierno en
Nafarroa (Navarra) se consolida». En todo caso, el principal problema con el que
se enfrentan Otegi y los suyos para consolidar su liderazgo y afianzar su
partido es el de los presos. Aunque nada más salir de la cárcel, el secretario
general de Sortu reclamara la amnistía, es el de los reclusos de ETA. El plan
que han diseñado a nivel interno, al que los presos etarras ya han manifestado
su oposición, se puede convertir en el auténtico talón de Aquiles del dirigente
abertzale. El mensaje de Sortu, con las alambicadas palabras de siempre, sobre
la amnistía es claro: que se olviden para siempre de este asunto, que se sumen
a la legalidad penitenciaria.
En el documento, Sortu trata de aparentar que la amnistía
sigue siendo una de sus prioridades. Lo hace porque, según reconoce, ha sufrido
un «intento de escisión desfigurando el debate político sobre la amnistía». Se
inserta un «excusatio non petita...», cuando dice que «tenemos que integrar la
resolución de las consecuencias del conflicto dentro de la estrategia
independentista. Esa adecuación no significa, de ninguna manera, que la vuelta a
casa de los presos y refugiados deje de ser un objetivo de primer nivel para la
izquierda abertzale, y seguiremos luchando para que estén entre nosotras y
nosotros cuanto antes, pero, eso sí, dentro de una estrategia política
independentista que debe ser eficaz y fructífera». Para ello, exigen al
«Colectivo de Presas y Presos Políticos Vascos» que se «resitúe» en esa línea.
Admiten «la imposibilidad de abrir las puertas de las cárceles como resultado
de un acuerdo político», por lo que llegan a la conclusión de que «en el caso
de las presas y presos, el proceso de vuelta a casa se realizará por medio de
cauces legales y con una aplicación individualizada, para lo cual será
necesario poner en marcha un plan de excarcelación condicional anticipada».
Opinión:
Si hace cinco años nos hubieran dicho que estaríamos donde
estamos ahora no nos lo hubiéramos creído. Es difícil pensar que una banda
terrorista que ha practicado el terrorismo durante cincuenta años pueda
desmantelarse en unos pocos meses. Ojalá fuera así pero los deseos no siempre
se transforman en realidades y está muy claro que incluso en el interior de la
banda existen diferentes posicionamientos. Por ello hay que fomentar la opción
del “no a mas terrorismo” que algunas víctimas tenemos como máximo propósito.
Para mí, personalmente, todo lo que sean acciones que
confirmen que ETA ya no atentará más y por lo tanto nadie más sufrirá lo que
tantos ya hemos sufrido, es una buena noticia. Puede que no lo estén haciendo
con la rapidez que sería deseable pero como decimos en Catalunya “qui dia pasa
any empeny”. Cada día que pasa es un día más sin más sufrimiento y un día menos
en la historia de esa banda terrorista.
Lo que sí estoy intuyendo desde hace tiempo, es que hay
gente que no desea que esto acabe bien. A algun@s se les acabaría el escaso
protagonismo egocéntrico que creen disfrutar. A otr@s se les descubrirían las
mentiras con las que llevan viviendo y conviviendo hace mucho tiempo. Siempre
ge pensado que a su conciencia irá.
Yo tengo la mía muy tranquila.
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