11 octubre 2021
«Los 'ongi etorris' en el ámbito público son un problema en vías de solución»
Ve «un serio riesgo» de que la sociedad vasca «pase demasiado rápido la página del pasado» cuando están a punto de cumplirse diez años del final de la violencia de ETA
Agus Hernán Coordinador del Foro Social por el Debate
Diez años después del final de la violencia, Agus Hernán, coordinador del Foro Social por el Debate, cree que la sociedad vasca corre un serio riesgo de pasar la página del pasado «demasiado rápido» y reclama transformar la confrontación en «una cultura sosegada y constructiva» que permita cerrar las heridas.
– ¿Cómo ve este décimo aniversario del fin de ETA?
– Como una oportunidad para reflexionar. Nosotros no hablamos de proceso de paz sino de proceso de construcción de paz vasco, porque el proceso de paz está ligado a una serie de estándares internacionales de la ONU que aquí no se han dado. Ha habido notables avances y aportaciones a nivel internacional. Hay una serie de retos en los que coincidimos con todos los actores después de la disolución de ETA y el cambio de Gobierno en Madrid. Retos sobre presos, víctimas y memoria. Ahora habrá que afrontar la batalla del relato con sosiego y una memoria crítica inclusiva. Hemos pedido a todos que se aproveche este aniversario para afrontar la batalla del relato, que es un término horrible, pero socialmente conocido y aceptado.
– Pero es bien difícil...
– Sí, porque salimos de unas semanas en las que el debate político ha sido crispado. Pero ha habido objetivos más difíciles, por ejemplo el desarme. Este proceso hubiera resultado mucho más difícil si no hubiera tenido el acompañamiento desde la comunidad internacional con propuestas para que las armas no siguieran en zulos o en el monte con un desarme ordenado.
– ¿Cuál ha sido la clave para que prosperase el proceso vasco?
– La suma de voluntades unilaterales que han llevado a una multilateralidad. Y la convicción, antes y después de Aiete, de que ese ciclo de violencias había que cerrarlo definitivamente y para ello había que generar las condiciones de no repetición.
– ¿Pero no existía ya la percepción de que la violencia había colapsado ya como estrategia?
– Sí, esa percepción estaba muy extendida, incluso en aquellos que impulsaron lo que el señor Otegi llama el viraje del trasatlántico.
– Hoy se reaviva la batalla del relato. ¿Habrá un único relato?
– No habrá un único relato. Es imposible y es uno de los argumentos que a nosotros nos lleva a decir: salgamos de la rotonda en la que está metido ese debate.
– ¿Hay dos relatos?
– Tampoco, hay múltiples relatos.
– ¿Cómo se avanza en eso?
– Es complicado, se han dado pasos. El tema de los presos ha salido del cauce de la batalla del relato, está en un cauce de la normalidad penitenciaria con otros elementos que habrá que ir definiendo, como son los contenidos del itinerario de reintegración de los presos, que será un elemento de debate muy importante desde el momento en el que el Gobierno Vasco ha cogido las competencias en política penitenciaria. Los expertos nos dicen que hay que esperar a que pase una generación o dos para que este tema pueda encarrillarse. Nuestra inquietud es lo que estamos transmitiendo a las nuevas generaciones.
– ¿Por qué?
– Porque si les transmitimos que desde el espacio político hay confrontación y queremos que las nuevas generaciones crezcan en una cultura de derechos humanos y de paz, la imagen de tensión permanente puede producir lo que nadie quiere: pasar página del pasado muy rápidamente. Es un gran peligro también para sentar las bases para la no repetición.
–¿Cree que desde el mundo de los presos se están dando suficientes pasos en el reconocimiento del daño causado?
– Entiendo que los pasos que se han dado hasta ahora son importantes y hay que darles un valor y en la medida en la que se defina un itinerario de reintegración, los presos tendrán que dar pasos en ese terreno. Hay voluntad de recorrer el recorrido, yo creo que lo que piden es saber cómo es ese recorrido, y tener garantías de que esos pasos para saber sus consecuencias.
– ¿Qué opina de la polémica sobre los ‘ongi etorris’?
– La posición del Foro Social es conocida, la hicimos pública el 31 de junio de 2019. Fue crítica. Planteamos tres ideas: empatía hacia las víctimas de ETA, hacia los familiares de los reclusos que les quieren recibir con sosiego; en segundo lugar, hay que respetar el derecho de las víctimas a la no revictimización y del familiar a recibirles. Y, en tercer lugar, dijimos que lo adecuado para ello son los ‘ongi etorris’ privados. Entendemos que hoy en día, y mido mucho mis palabras, es un problema en vías de solución. Hay acuerdo, parece chocante con algunas imágenes, pero los datos muestran una tendencia. En 2020 hubo 28 excarcelaciones y siete ‘ongi etorris’; este año, a 31 de agosto, ha habido 25 excarcelaciones y dos ‘ongi etorris’ públicos.
– ¿Trasladó a Sortu la reflexión?
–Sí.
– Ellos difundieron un vídeo del ‘ongi etorri’ en Santutxu...
– Sí, es innegable, pero el propio colectivo Covite en su comunicación confirma los datos que le doy.
– La no condena de EH Bildu a la violencia, ¿condiciona políticas como la progresión de grados?
– Son cosas que no tienen que ver. En este país se generan unos debates terminológicos que se transforman en tótems que luego son muy difíciles de cambiar. Igual es el momento de sosegarlos y sacarlos del espacio del micrófono.
– ¿Pero la condena no es en sí mismo un problema?
– Para muchos sectores sí, es obvio. ¿Cómo salimos de ese espacio de confrontación recurrente? Desde el diálogo, que es la única manera de resolver los problemas. Se nos acusa a veces de buenistas pero es que hoy en día mucha gente puede pensar que estamos peor que hace diez años, y eso no es verdad, estamos infinitamente mejor. Hagamos pedagogía. La sociedad va muy por delante.
– ¿Qué opina del Plan de Convivencia del Gobierno Vasco?
– Este plan aborda correctamente cuestiones como los presos.
– ¿La transferencia de las prisiones al País Vasco puede ayudar?
– Por supuesto, las ideas que conocemos humanizan la cárcel, se alejan de planteamientos exclusivamente punitivistas y se alinean con las políticas más progresistas en Europa. Y en lo que se refiere a los presos condenados por delitos de motivación política, responden a una normalización del sistema penitenciario. Todavía hay elementos de excepcionalidad: hay traslados pero también dificultades. La primera, el papel de la Audiencia Nacional. El segundo debate, la definición del itinerario de reintegración al hablar de Justicia restaurativa.
Regreso a Aiete diez años después de la conferencia de paz
El Foro Social por el Debate, junto con otros patrocinadores de la Conferencia de Aiete celebrada el 17 de octubre de 2011, ha organizado unas Jornadas Internacionales este jueves, viernes y sábado para examinar «los retos» del proceso abierto en Euskadi tras constatar que, una década después, «estamos mucho mejor», entre otros factores, gracias al impulso «de la sociedad civil».
Las jornadas tendrán lugar en el Palacio de Aiete y en el Kursaal, en San Sebastián, y en Baiona.
Entre otros invitados participarán los mediadores y facilitadores internacionales Jonatthan Powel, Brian Currin y Martin Griffith. También acudirán el exlehendakari Juan José Ibarretxe y el expresidente catalán Quim Torra.
LAS FRASES
EL RELATO «Habrá que afrontar la batalla del relato con sosiego, pero es imposible que haya uno único»
EL FIN DE CICLO «La percepción de que la estrategia de la violencia estaba colapsada estaba muy extendida»
JUSTICIA RESTAURATIVA «Los presos quieren saber cuál es el itinerario que se les pide para su reintegración»
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