29 enero 2022
Excarcelación de etarras
La acumulación de las penas dictadas en Francia y en España para cumplir el máximo establecido en nuestro país es una vieja reivindicación de los presos de ETA, que consta en el informe de la organización Sare sobre la « excepcionalidad penitenciaria » que a su parecer sufren.
Una cuestión de alcance más general que atañe al conjunto de la UE, cuyo Consejo estableció una directiva marco en 2008 que fue traspuesta a la legislación nacional en 2014 mediante ley orgánica tras un pronunciamiento al respecto del Tribunal Supremo.
El Gobierno está constitucionalmente facultado para promover la modificación de esa normativa. Pero deberá hacerlo con tal solvencia jurídica, tal anuencia entre los especialistas y tal nivel de acuerdo parlamentario que descarte la sospecha de que se trata de un trueque para adelantar la puesta en libertad de terroristas con graves delitos a sus espaldas a cambio de favores políticos.
Entre otras razones, porque la excarcelación de los etarras presos depende de su historial de condenas en firme más que de un arreglo legislativo que no podría refundir o comprimir delitos hasta desfigurar tan execrables hechos como ardid para sortear veredictos de la Justicia.
Opinión:
Según la información que voy recibiendo constantemente de fuentes solventes, no hay excarcelación ninguna. Simplemente hay un proceso de acercamiento de los etarras a sus lugares de origen, lo cual es legal y correcto según la normativa española.
De hecho, desde tiempos inmemoriales (o sea, desde el gobierno de Felipe González) esos acercamientos se están produciendo. Como muestra, la información que publicábamos en la ANTIGUA AVT y que tuvimos que acatar en los sucesivos gobiernos. Cabe recordar que solamente pedíamos información sobre los traslados y jamás, jamás, organizamos manifestación alguna contra ningún gobierno (como desgraciadamente empezó a suceder con la nueva AVT a partir de los atentados del 11 de marzo de 2004).
Y si hablamos de “trueque para adelantar la puesta en libertad de terroristas con graves delitos a sus espaldas a cambio de favores políticos”, parece que nadie recuerda aquella famosa frase del entonces presidente Aznar cuando dijo, durante la tregua de 1998 y 1999, que sabría “ser generoso con aquellos que abandonaran la violencia”.
Parece que algunos pierden la memoria muy fácilmente pero para sui desgracia, hay algunas víctimas que ya en aquella época vivíamos en primera persona estas situaciones. Por eso, siendo honrados y por encima de ideologías personales, hay que seguir denunciando esa falta de memoria.
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