lunes, 15 de diciembre de 2025

15 diciembre 2025 Infobae (opinión)

15 diciembre 2025 



La agencia de inteligencia de Australia habría investigado hace seis años a uno de los atacantes del atentado en la playa de Bondi

El motivo de la investigación realizada por la ASIO fueron los presuntos vínculos del sospechoso con una célula del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Sídney

La agencia de inteligencia de Australia (ASIO) investigó hace seis años a uno de los presuntos autores del ataque de Bondi por supuestos vínculos con una célula del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Sídney, informó este lunes la cadena pública ABC, que citó a una fuente anónima del organismo, mientras las autoridades confirmaron que los atacantes actuaron como padre e hijo.

La emisora citó a un alto funcionario anónimo vinculado a la operación antiterrorista conjunta que investiga el ataque. Según esa versión, las autoridades creían que uno de los atacantes mantenía una relación estrecha con un miembro del EI detenido en julio de 2019 y posteriormente condenado por preparar un acto terrorista en Australia.

La cadena pública añadió que investigadores antiterroristas consideraban que los dos atacantes de Bondi habían jurado lealtad al Estado Islámico y que, de acuerdo con informes citados por altos funcionarios, se encontraron dos banderas del EI en el automóvil utilizado por los agresores. La Policía de Nueva Gales del Sur señaló que no podía confirmar esos reportes.

El director general de ASIO, Mike Burgess, declaró el domingo que uno de los atacantes era “conocido por nosotros, pero no representaba una amenaza inmediata”. “Por lo tanto, obviamente tenemos que investigar lo que ocurrió aquí”, agregó ante la prensa. Consultado sobre los detalles del caso, ASIO afirmó que “no hace comentarios sobre individuos o investigaciones en curso”.

Las fuerzas de seguridad australianas identificaron a los presuntos autores del atentado perpetrado el domingo en la playa de Bondi como un hombre de 50 años, que murió tras un enfrentamiento con la policía, y su hijo de 24 años, que permanece hospitalizado bajo custodia policial. La confirmación oficial se conoció este lunes en Sídney, tras una rueda de prensa de la Policía de Nueva Gales del Sur.

Estamos convencidos de que en el incidente de ayer había dos infractores implicados, uno ha fallecido y el segundo está en estado crítico, pero estable en el hospital. Se trata de un hombre de 50 años y otro de 24, que son padre e hijo”, detalló el jefe de la Policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, ante los medios.

Según Lanyon, las autoridades realizaron durante la noche dos registros en los suburbios de Bonnyrigg y Campsie, ambos al suroeste de Sídney. El primer operativo se concentró en el área de donde presuntamente eran originarios los atacantes, mientras el segundo se desarrolló en el lugar donde se alojaban al momento del ataque.

Las autoridades confirmaron que no buscan a más sospechosos. También señalaron que el fallecido contaba con licencia de armas desde hacía una década y tenía al menos seis armas registradas. Seis armas fueron recuperadas tanto de la escena del ataque como de la vivienda ubicada en Campsie, de acuerdo con la información policial difundida este lunes.

Las autoridades continuaron este lunes con la investigación del ataque, que dejó 16 personas fallecidas, entre ellas uno de los atacantes y una niña de 10 años, y al menos 40 heridas, incluidas cuatro menores, según la última actualización policial.

El ataque ocurrió alrededor de las 18:40 hora local del domingo, cuando dos hombres armados con rifles abrieron fuego contra una multitud reunida en un parque cercano a la playa de Bondi, uno de los puntos turísticos más concurridos del país.

Opinión:

Inicio esta opinión enviando un enorme recuerdo a los familiares de los asesinados en la acción terrorista comentada en la información, así como a las víctimas australianas de los atentados de agosto de 2017 en Catalunya, que seguramente habrán revivido todos y cada uno de los detalles que padecieron. Estoy a la espera de contactar con ellos.

Por otro lado, me gustaría dejar sobre la mesa algo que no he escuchado ni leído en ningún medio de comunicación (excepto Infobae).

El dato es el siguiente: si hay un alto funcionario anónimo vinculado a la operación antiterrorista diciendo que las autoridades creían que uno de los atacantes mantenía una relación estrecha con un miembro del EI detenido en julio de 2019 y posteriormente condenado por preparar un acto terrorista en Australia… ¿cómo se pueden permitir esos errores? ¿Cómo se puede estar “vigilando” a alguien que después comete una atrocidad como la cometida en la playa de Bondi?

Es obvio que ese error (las autoridades creían que uno de los atacantes mantenía una relación estrecha con un miembro del EI detenido en julio de 2019) fue hace seis años y, en ese tiempo, ¿a nadie se le ocurrió pensar en la posibilidad de que ocurriera algo mucho más grave?

Seamos sinceros. El “alto funcionario anónimo” tiene la honradez y la dignidad de hacer esas declaraciones ¿y alguien entendería que todo pueda quedar en nada?

Y no olvidemos que el director general de ASIO, Mike Burgess, dijo que uno de los atacantes era “conocido por nosotros, pero no representaba una amenaza inmediata”. Pues menos mal que no era "una amenaza inmediata”.

Pues ahora cambiemos las siglas ASIO por CNI.

Pues ahora cambiemos los nombres “alto funcionario anónimo” por uno no tan anónimo como el ministro Margallo.

Pues ahora cambiemos al señor Mike Burgess, director general del ASIO por Félix Sanz Roldán, director general del CNI.

Por lo menos no hay noticias del ABC “de Australia” de que el ASIO abonaba 883 dólares australianos (500 euros al cambio) a alguien a quien ya conocían y habían controlado hasta 2019.


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