lunes, 10 de octubre de 2011

18 junio 1997 (2) El Mundo del Siglo XXI


18 junio 1997 (2)

Aquell desè aniversari va ser una turmenta de feina per l’AMIC Robert. Tornem a recordar, per si a algú se li ha oblidat, que en Robert treballava sol. Ningú dels que ara diuen estar al capdavant de l’assistència a les víctimes estava en aquells temps tan difícils amb en Robert per dur a terme la tasca de atendre totes les necessitats de tantes víctimes a tot Catalunya. A continuació oferim un petit recull representatiu de les mes de 200 aparicions de la noticia en diferents medis de comunicació.

Els companys del diari “El Mundo” ho reflectien molt bé en la informació del 18 de juny de 1997.

Hace diez años que el terrorismo de ETA conmocionó a Barcelona
El atentado de Hipercor costó la vida a 21 personas e hirió a otras 45 y hasta hoy sólo una víctima ha sido indemnizada.

Una fecha, un lugar y una hora. Fue el 19 de junio de 1987 a las cuatro y doce minutos de la tarde, Hipercor de Meridiana, un viernes caluroso. ETA tiñó de sangre Barcelona, un coche bomba explotó en los sótanos del centro comercial, provocando 21 muertos y 45 heridos. Un periódico de la ciudad, la Guardia Urbana y los responsables de seguridad de Hipercor habían recibido la llamada anónima una hora antes. No lograron descubrir el artefacto, que explotó minutos después de las cuatro de la tarde, provocando la matanza más sangrienta de la historia de ETA.

La explosión provocó un agujero de cinco metros en el suelo del lugar donde había la sección de alimentación. Era el último día de curso en las escuelas, los niños habían salido del colegio a mediodía y se disponían a empezar sus vacaciones. Las madres, ante la inminencia de la partida,  compraban provisiones para el viaje, cuando el suelo se hundió y una bola de fuego destrozó lo que encontró a su paso. Cuatro niños perecieron en los almacenes.

Salvados de milagro.

Un hombre contaba ayer cómo se habían salvado de milagro él y su hijo “me tiré encima del niño y lo arrojé al suelo”, la mujer que estaba a un lado sufrió quemaduras de carácter grave.

Después, las sirenas de los bomberos, de las ambulancias y de los coches de la Policía irrumpían en plena Meridiana, cortada por un intenso humo. Las escenas de pánico se sucedieron a lo largo de toda la tarde. Los bomberos no podían acceder a los sótanos del local, donde aún había heridos, a causa de la humareda. Casi todos los hospitales de Barcelona se colapsaron. A la Vall d’Hebrón llegaron gran parte de las víctimas, hace diez años este hospital era el único de Barcelona que contaba con una unidad de quemados.

Diez años después, algunas víctimas del atentado de Hipercor no han vuelto a entrar en el centro comercial, y sólo una persona, que perdió a su esposa y a dos de sus hijas, ha recibido el dinero de la indemnización prometida.

“Somos víctimas de ser víctimas”, con esta breve frase explica la situación actual de los afectados por el atentado de Hipercor Roberto Manrique, delegado en Cataluña de la Asociación Víctimas del Terrorismo, y uno de los heridos a causa de la explosión. Esta institución, que tiene sedes en 16 ciudades españolas, agrupa a más de 100 afectados por el terrorismo en Cataluña.

Más de treinta víctimas del atentado de Hipercor aún esperan que el Estado del indemnice. El Tribunal Supremo prevé que el próximo 15 de julio se dicte la sentencia sobre doce reclamaciones que se presentaron hace siete años ante el ministerio de Interior. Además, la Audiencia Nacional tiene pendiente de resolución una demanda interpuesta por otras 21 víctimas del atentado.

Manrique se queja de la falta de apoyo del Estado, que “pasa de nosotros”, comenta. Según explica Manrique con ironía, la única carta que recibieron las víctimas del atentado  después de los hechos  de Hipercor “la envió el Gobierno Civil en septiembre de 1987, donde explican que han detenido al comando Barcelona y que están a nuestro servicio”. “La Administración nos tiene absolutamente abandonados” critica Manrique, quien asegura que es el sentimiento general de todas las víctimas que actualmente integran esta asociación.

“Hay una total insensibilidad por parte de las administraciones públicas” se queja Manrique, “es un desinterés total y absoluto”. Además los afectados recriminan al Gobierno que no haya cumplido sus promesas electorales, sobre el cumplimiento íntegro de las condenas por parte de los etarras “a causa de los pactos entre el PP y el PNV” explica Juan Antonio Corredor, director-gerente de la asociación.

Los afectados, además, acusan la empresa Hipercor de no haberles tenido en cuenta en ningún momento. Según explica Manrique “Hipercor nos dijo que ayudarían a los afectados del atentado a rehacer su vida”, ofreciéndoles trabajo. Sólo tres de las víctimas han conseguido un puesto de trabajo en Hipercor.

La psicóloga de la Asociación Víctimas del Terrorismo, Sara Bosch, cuenta que 10 años después del atentado las víctimas aún no han olvidado, pero “les da miedo recordar”. “El tiempo no cura las secuelas”, en este caso, explica Bosch “porque cuando se trata de una catástrofe causada por el hombre es peor, ya que se entiende muchísimo menos”.
        

Olvidar


Barcelona no ha olvidado, lo prometió tres días después del atentado en una manifestación multitudinaria que reunió a 750.000 personas en paseo de Gràcia y un día antes en una concentración en el barrio de la Sagrera. Cataluña tampoco ha olvidado, sobre todo después de Vic.

Los terroristas acusados de ser los responsables del atentado de Hipercor , Rafael Caride Simón y Santiago Arróspide Sarasola, ‘Santi Potros’, están en estos momentos cumpliendo condena en Francia.

Uno de los ejemplos que los portavoces dan de su situación de desamparo es que noticia sólo tres de las víctimas de Hipercor tuvieron noticia del juicio que en 1989 condenó a Josefa Ernaga y Domingo Troitiño, dos por la prensa y otra porque tuvo que declarar ante el juez. Este es un ejemplo más, según los miembros de la asociación, del “nulo protagonismo de las víctimas en el juicio de 1989” comenta Juan Antonio Corredor.

Antes de Hipercor, siete coches bomba sembraron el pánico en Barcelona y la semana anterior al atentado, ETA actuó en un complejo petroquímico de Tarragona. Parecía que la organización terrorista hubiera escogido la capital catalana como base de operaciones, y de actuación, después de que la Policía desarticulara el ‘comando Madrid’.

Hace diez años del atentado de Hipercor. Después de este largo tiempo, parece que el Estado se ha decidido a indemnizar a las víctimas. En breve, se pronunciará sobre una demanda que presentaron hace un tiempo los afectados. “No podemos olvidar”, explica Manrique, un sentimiento de impotencia que comparten cada día, las víctimas del terrorismo.
                  


           

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