17 agosto 2024
Barcelona recuerda en respetuoso silencio a las víctimas del 17-A siete años después
El alcalde Collboni preside un breve acto sin parlamentos para dar todo el protagonismo a las víctimas
Barcelona ha homenajeado esta mañana a las víctimas de los atentados del 17 de agosto del 2017 que justo hoy hace siete años sacudieron la capital catalana y la localidad costera de Cambrils (Tarragona), en los que murieron 16 personas y 152 resultaron heridas, con un acto breve, de apenas 12 minutos, y en el que ha imperado un respetuoso silencio, a diferencia de lo que ocurrió en anteriores conmemoraciones marcadas por la polémica.
Al acto, organizado por el Ayuntamiento de Barcelona y que ha empezado a las 10 horas en el Pla de l'Os, justo en el punto donde acabó su mortal recorrido la furgoneta que conducía Younnes Abouyaaqoub y donde se encuentra el memorial en recuerdo a las víctimas, han asistido familiares de estas, como la familia del niño australiano de seis años que perdió la vida en La Rambla, Alessandro Kadman. Su madre resultó herida grave y se encontraba en el centro del grupo sentada en un silla y llorando durante el tiempo que duró el acto.
También han asistido el alcalde de la capital catalana, Jaume Collboni, que presidía el acto, el presidente del Parlament, Josep Rull, la consellera de Interior, Núria Parlon, el de Justícia, Ramon Espadaler, el delegado del Gobierno en Catalunya, Carlos Prieto, así como la alcaldesa de Ripoll, de donde salieron los terroristas, Sílvia Orriols, o la presidenta de Junts, Laura Borràs, entre otros líderes políticos. El nuevo presidente de la Generalitat, Salvador Illa, no ha asistido al empezar sus vacaciones tras un ajetreado verano.
Después de una breve alocución en la que se han recordado las palabras del autor musulmán y premio Príncipe de Asturias, Amin Maalouf, que reivindica la “cultura de la paz” y advierte de que “el enemigo más grande del ser humano es la ignorancia”, se ha guardado un minuto de silencio, con la música en directo delCant dels Ocells interpretada por el violonchelista Marçal Ayats.
Acto seguido se ha realizado una ofrenda floral de víctimas y familiares, primero, y de los representantes institucionales, después. También han participado en la ofrenda representantes de los Mossos d’Esquadra, los servicios de Emergencias, sanitarios y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como de personas que contribuyeron en los momentos posteriores al atentado. Todos ellos portaban claveles blancos que se plantaron en tres jardineras situadas en el lugar del atentado como recuerdo. No ha habido parlamentos para dar todo el protagonismo a las víctimas.
Aunque un escrupuloso silencio ha reinado en todo momento, al final del acto un grupo de asistentes ha levantado carteles acusando al Estado español de conocer las intenciones de los terroristas y pidiendo conocer toda la verdad, una teoría que quedó descartada durante el juicio, pero que abona el padre del niño de tres años de Rubí fallecido aquel fatídico día, Javier Martínez, que en el juicio conformó una acusación particular.
De hecho, Martínez anunció ayer en las redes sociales que tras la negativa del Tribunal Constitucional a abrir una nueva investigación para conocer la supuesta vinculación entre el cerebro de los atentados, el imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty, y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), han decidido interponer una demanda en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH)que dejarán en manos de abogados internacionales expertos en derechos humanos.
Minutos después del homenaje, el exasesor de la Unidad de Atención y Valoración de Afectados por Terrorismo, Robert Manrique, ha criticado la falta de atención a víctimas de terrorismo, y ha pedido reabrir una oficina para atender a víctimas, un protocolo de asistencia, y una ley catalana propia para ese cometido.
Manrique ha expresado que Catalunya es una de las comunidades autónomas con mayor número de víctimas de terrorismo, y ha añadido que, más allá de actos de homenaje, el recuerdo debe hacerse, a su juicio, asistiendo a las víctimas durante el resto del año.
Poco antes de las cinco de la tarde del 17 de agosto de 2017, una furgoneta blanca recorrió más de 500 metros en la Rambla atropellando a quienes se encontraban en la zona central del paseo. Unas horas después Estado Islámico reivindicó el atentado. Durante la madrugada posterior, otro atentado sacudió la localidad de Cambrils.
Entre la madrugada y los días siguientes todos los autores materiales de los atentados, jóvenes musulmanes de Ripoll (Girona), fueron abatidos por los Mossos d'Esquadra en su persecución incluido el conductor de La Rambla. En paralelo fueron detenidas otras personas vinculadas a las llamada célula de Ripoll como presuntos cómplices.
En el 2021, la Audiencia Nacional condenó a Mohamed Houli Chemlal y a Driss Oukabir a penas de 53 años y seis meses y de 46 años, respectivamente, por delitos de pertenencia a organización terrorista; tenencia, depósito y fabricación de sustancia o aparatos explosivos e inflamables de carácter terrorista y estragos en tentativa de carácter terrorista con 29 delitos de lesiones por imprudencia grave. Asimismo, condenó a Said Ben Iazza a 8 años de cárcel por el delito de colaboración con organización terrorista.
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