03 mayo 2018
Los terroristas nunca deben ser
recompensados por dejar de matar
Ken Funston: «Los terroristas nunca deben ser recompensados
por dejar de matar»
Portavoz del colectivo SEFF de víctimas del IRA
«En Irlanda del Norte, las víctimas
hemos sido marginadas, mientras los asesinos cosechan beneficios por sus
acciones criminales»
Ken Funston, una de las víctimas del IRA que ha apoyado el
manifiesto 'ETA quiere poner el contador a cero', se unió ayer en San Sebastián
a la presentación del texto promovido por Covite. Funston es doctor por la Universidad del
Ulster, experto en Terrorismo y Seguridad, y portavoz de la South East Fermanagh
Foundation (SEFF), colectivo de «supervivientes» de Irlanda del Norte. Su
hermano, un joven granjero irlandés, fue asesinado en 1984. Era el único de los
hermanos que estaba en casa ese día. Trabajaba con su tractor cuando le
dispararon por la espalda. Su madre escuchó los disparos y al salir a su
encuentro, escuchó a dos terroristas del IRA que se reían cuando se alejaban
del lugar huyendo. «Hubo un componente de limpieza étnica en la frontera con
Irlanda del Sur. Querían limpiar las zonas de la frontera, echar a todas las
familias que no pensaran como ellos», explica Funston que en aquel momento se
encontraba trabajando en Escocia. La familia tuvo que vender la granja, los
animales e irse a otro sitio. A su hermano nunca le amenazaron. «Directamente
le mataron», relata.
-¿Qué le ha
llevado a dar su apoyo al manifiesto promovido por Covite?
-Hace 20 años que se selló el Acuerdo de Belfast. El
Gobierno de Irlanda del Norte y el de Gran Bretaña acordaron entonces con los
terroristas que dejaban de matar, pero después de ese pacto hubo muchos otros
encubiertos que nunca se hicieron públicos, y eso es lo que tememos que pueda
ocurrir en España con ETA. Por eso nos hemos sumado a esta iniciativa, para
evitar que eso suceda aquí y para ofrecer nuestro apoyo y solidaridad con las
víctimas inocentes del terrorismo de ETA.
-El documento apunta que «ETA quiere poner el contador a
cero». ¿Eso es lo que se vivió en su país? ¿Cómo cree que se puede evitar?
-Al igual que ocurrió con la disculpa del IRA provisional,
el perdón de ETA es selectivo y su enfoque se centra en disminuir la brutalidad
de su propia campaña ilegítima de terrorismo ejercido contra sus propios compatriotas,
mujeres y niños. La izquierda abertzale tiene relación con el Sinn Féin, el
brazo político del IRA, y les ha estado asesorando en todo este proceso, por lo
que están buscando tener los mismos reconocimientos y beneficios que hubo en
Irlanda del Norte. El Gobierno español debe ser proactivo después de un largo
periodo de terrorismo en el País Vasco, pero les pediría que no cometan los
mismos errores en los que incurrieron los gobiernos británico e irlandés. Los
terroristas no tienen que ser recompensados por haber dejado de matar
-¿A qué tipo de recompensas se refiere?
-Los errores cometidos todavía resuenan en la sociedad
británica e irlandesa veinte años más tarde de la firma del acuerdo de Belfast.
Las víctimas y los supervivientes hemos sido marginados, mientras que los
terroristas cosechan los beneficios de sus acciones criminales. Hubo amnistía
para todos los presos. A todos los que se les encarceló o encausó después del
acuerdo de Belfast, aunque hubieran cometido crímenes previos a esa fecha
estuvieron, un máximo de dos años en la cárcel, independientemente de la causa.
Además, han recibido muchas subvenciones por parte del Parlamento Europeo, del
británico y del irlandés, para que los presos puedan reinsertarse en la
sociedad. Al final esas subvenciones les han dado poder para seguir haciendo su
propaganda, un dinero que ha dejado de ir a las víctimas. Al final han recibido
más subvenciones los presos que las víctimas.
-¿Qué relato ha quedado de lo ocurrido en Irlanda del
Norte?
-Al igual que aquí, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de
Irlanda acabaron con los terroristas, pero no han ganado la batalla del relato.
Ellos han podido reescribir la historia a su manera. Han conseguido acabar con
la violencia, pero no con las ideas políticas que defendía el IRA. Ellos
aparecen como víctimas cuando no lo son. El propio Gobierno irlandés rehizo la
definición de víctima diciendo que es una «persona que sufre o ha sufrido
lesiones físicas o psicológicas como resultado o como consecuencia de un incidente
relacionado con el conflicto». Con esto se permitió que a los terroristas
también se les clasificara como víctimas, que pudieran hacer uso de los
recursos para apoyar a las víctimas y supervivientes inocentes y que pudieran
solicitar incluso pensiones.
-¿Cómo se puede conseguir esclarecer los asesinatos sin
resolver, que en el caso de España son 358?
-Los crímenes del IRA tienen una impunidad del 98%.
Alrededor de 200 fugitivos que estaban por Europa cuando se selló el acuerdo de
Belfast, se les dejó volver sin causas pendientes. A los terroristas integrados
en el Sinn Féin no se les ha encausado por ningún crimen previo al acuerdo de
Belfast y, sin embargo, la
Justicia sí ha seguido actuando para la disidencia del IRA.
En Irlanda también hubo armas que se quedaron en manos de la disidencia del
IRA.
-¿Pese a la desaparición de la organización terrorista, hay
un riesgo de una segunda victimización?
-Nunca nos creímos su perdón que también fue selectivo. En
Irlanda se generó una segunda victimización porque el Sinn Féin ha impuesto su
política en el Parlamento Europeo y en el británico al ver que tenían mucho
apoyo social. Al final, su versión de la historia ha marginado a las víctimas
del IRA y ha empoderado a los terroristas.
-¿Cuál cree que debe ser el papel de las víctimas tras la
desaparición de ETA?
-El papel de las víctimas debe ser dar su versión de lo
ocurrido e intentar que los terroristas no impongan su relato. Deben participar
a la hora de educar en la paz, en la convivencia y tratar que las generaciones
jóvenes no vean a los terroristas como un modelo a seguir. No puede haber un
punto de partida real de paz cuando ETA no ha hecho una petición de perdón
total. Hasta que no reconozcan que la forma por la que intentaron conseguir la
independencia del País Vasco estuvo mal y sigan poniendo 'peros' no habrá forma
de avanzar. Eso fue lo que pasó en Irlanda del Norte y hoy, veinte años
después, todavía sigue habiendo gente que sigue justificando que lo que
hicieron estuvo bien y que se consiguieron cosas por medio de la lucha armada.
En Irlanda del Norte también se han producido homenajes a expresos.
-¿En qué se ha conseguido avanzar 20 años después del
acuerdo de Belfast?
-Hace unos meses, un alto cargo del Sinn Féin aparecía
riéndose en un vídeo con motivo del aniversario de uno de los atentados más
sangrientos. Al final tuvo que dejar el cargo por la presión del resto de
partidos y de parte de la sociedad. Ahora mismo a los jóvenes les está llegando
más el relato del Sinn Féin que el de las víctimas. Cuando vamos a dar charlas
a algunos colegios les enseñamos los trabajos que hacemos y nos dicen que esa
no es la historia de lo que ha ocurrido.
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