sábado, 16 de agosto de 2025

14 agosto 2025 Europa Press

 

14 agosto 2025 



Director de Gogora pide no meter en el mismo saco a Txiki y Otaegi, y a antifranquistas que lucharon por la democracia

Muestra su preocupación por que, en las reclamaciones por los presos, se omita que ETA "asesinó, extorsionó y utilizó la violencia"

El director de Gogora-Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Alberto Alonso, ha pedido este miércoles que "no se meta en el mismo saco" a los miembros de ETA Jon Paredes Manot 'Txiki' y Ángel Otaegi, ejecutados en el franquismo, y a los miles de antifranquistas que trabajaron por la democracia. "Una cosa es reconocerles su condición de víctimas franquistas y otra es el homenaje", ha precisado, para recordar que estos utilizaron "la violencia, el miedo y el terror".

Alonso ha realizado estas declaraciones a Europa Press, después de que en las fiestas de pueblos y ciudades de Euskadi se estén exhibiendo carteles y pancartas de Txiki y Otaegi y de que ayer Sortu reclamara al Ayuntamiento de Zarautz "reconocimiento institucional" a ambos, como "luchadores vascos" contra la dictadura franquista. Simpatizantes de la izquierda abertzale desplegaron este martes en la localidad guipuzcoana una lona de grandes dimensiones con imágenes de estos miembros de ETA.

El director de Gogora ha recordado que Txiki y Otaegi, fusilados en la última época del franquismo junto a tres miembros del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota), "por supuesto, son víctimas del franquismo, de un régimen dictatorial que decidió juzgarlos por un procedimiento militar sumarísimo, sin ningún tipo de garantía judicial".  "No tuvieron un juicio justo, no tuvieron ningún tipo de garantía jurídica y fueron condenados a muerte de una forma arbitraria y fusilados", ha indicado.

Tal como ha apuntado, "eso les convierte en víctimas del franquismo, y hay que reconocérselo", pero ha afirmado que, "de ahí a decir que son uchadores por la libertad y contra la dictadura, va un paso gigantesco". "Porque luchaban contra la dictadura, pero utilizando las mismas herramientas que utilizó la dictadura, que era la violencia, el terror y el miedo", ha precisado.

Por ello, ha rechazado los intentos de "blanquear la existencia de una ETA buena y una posterior una ETA mala". En este sentido, ha subrayado que en 1974, el año anterior al fusilamiento ETA había puesto una bomba en la cafetería Rolando (Madrid) y había asesinado a 13 personas y herido a más de medio centenar, "de la forma más cruel". "ETA fue una banda terrorista desde el primer momento y su opción fue crear e imponer el terror", ha manifestado.

Alberto Alonso ha dicho que, si se pretende defender que "fueron luchadores antifranquistas, ¡cuidado!, porque no todos los luchadores antifranquistas tienen por qué merecer un homenaje".  "Hubo luchadores antifranquistas que utilizaron las mismas herramientas de miedo y violencia que el franquismo para enfrentarse a Franco Ni Txiki ni Otaegi querían una sociedad democrática después de Franco, querían imponer su propia visión de Euskadi, su propio proyecto como alternativa al franquista", ha sostenido.

Por ello, ha pedido que no se "meta en el mismo saco a Txiki y a Otaegi, y a los cientos y miles de militantes de partidos que exigían y reivindicaban la llegada de una democracia a este país". "No confundamos", ha insistido.

Carteles y pancartas en fiestas

Alonso ha señalado que, para dar "una respuesta más dimensionada", a la colocación de pancartas y carteles con imágenes de presos de ETA y reclamaciones de la "vuelta a casa" en las fiestas de Euskadi, le gustaría analizar si la tendencia decreciente que se había experimentado hasta ahora, torna a un aumento de estas exhibiciones públicas, como "teme".

En todo caso, ha señalado que "cada uno de estos carteles y pintadas merece la absoluta crítica o rechazo por parte de toda la ciudadanía". También ha mostrado su preocupación por "la ausencia de contexto" a la hora de realizar estas reivindicaciones sobre los reclusos.

"Se habla de presos, pero no se explica por qué están presos, o utilizan el argumento que usó ETA para asesinar, extorsionar o recurrir a la violencia, con términos como que eran luchadores a favor de un 'pueblo oprimido, doliente', liberarlo", ha censurado.

El director de Gogora ha destacado que, "más allá de esa causa" que alegan, "se les olvida decir que en realidad lo que hicieron fue asesinar, extorsionar, utilizar unilateralmente la violencia, intentar coaccionar a toda la sociedad vasca a través del temor e intentar imponer su proyecto por medio del miedo".

En este sentido, ha puntualizado que "no están presos por sus ideas o por sus compromisos, que todo el mundo tiene derecho a tener". "Nadie puede usar la violencia para conseguirlos, y es lo que esta gente hizo y por eso están en la cárcel.  Lo que me da miedo es que una vez más se está eliminando una parte de esa historia", ha manifestado.

Alberto Alonso ha advertido que se intenta proyectar "mucha épica, mucho romanticismo, pero con un gran ausente, el reconocimiento de que esa gente generó muchísimo daño".

Respecto a las declaraciones de Sare, que ha asegurado que sus reclamaciones de los derechos de los presos y su petición de "vuelta a casa" son "legítimas", Alonso ha admitido que "políticamente todo el mundo tiene derecho a hacer sus peticiones dentro de lo constitucional, pero no pueden hacer trampas" porque una cosa es "la dimensión política y otra cosa es la dimensión moral". "Sare tampoco explica por qué están presos", ha añadido.

El director del Instituto de la Memoria ha preguntado si alguien se imaginaría que "la extrema derecha, que está en contra de los avances de la igualdad de mujer, reivindicara sacar a todos los maltratadores que están en la cárcel por violencia de género".

"Estamos hablando de lo mismo. Estamos hablando de que hay una gente que puede estar de acuerdo o no de acuerdo con los fines que perseguía esta gente, pero lo que no podemos olvidar es que, para la consecución de esos fines, utilizaron la violencia", ha manifestado.

Por ello, ha declarado que se debe cumplir la ley y las sentencias, y luego, "cada uno de ellos individualmente puede realizar su tránsito dentro del ordenamiento jurídico penitenciario" para progresar de grado. "Muchos de ellos llevan los años que llevan porque han decidido no arrepentirse ni mover un solo dedo. Si ya han decidido que se mantienen en lo mismo que el día que apretaran el gatillo tendrán que estar en la cárcel hasta el día que la ley determine", ha subrayado.

En este sentido, ha destacado que hay presos que han accedido al tercer grado penitenciario porque "reconocen el daño causado, se arrepienten de lo hecho y admiten que aquello estuvo mal".

Opinión:

Al 100% de acuerdo con las opiniones del director de Gogora-Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Alberto Alonso.

Nada más que añadir.

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