30 julio 2025
Los guardias civiles Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada, asesinados hace dieciséis años, protagonistas de un acto que reúne a familiares y autoridades anualmente desde 2009 para "que su memoria no desaparezca"
La calle Diego Salvá Lezaun fue escenario, hace 16 años,
del último atentado con víctimas mortales de la banda terrorista ETA. Dos guardias civiles, Carlos
Sáenz de Tejada y Diego Salvá Lezaun, murieron al estallar una bomba lapa
colocada bajo su coche patrulla en la localidad de Palmanova, en el municipio
de Calvià. Hoy, como cada 30 de julio desde hace más de una década,
autoridades, vecinos y familiares de las víctimas han celebrado un emotivo acto
en su recuerdo y memoria.
El Ayuntamiento de Calvià ha sido el encargado de
organizar el solemne acto de homenaje a los dos
guardias civiles asesinados, al que han asistido numerosos representantes de la
sociedad civil y política, así como también altos mandos y demás representantes
de las fuerzas y cuerpos de seguridad. A primera hora de la mañana, medio
centenar de personas se han congregado frente al lugar en el que estalló la
bomba, hoy repleto de coronas de flores con emotivos mensajes.
El alcalde de Calvià, Juan Antonio Amengual, ha encabezado la delegación municipal y ha estado acompañado por la presidenta del Govern, Marga Prohens; el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne; el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés; el delegado del Gobierno, Alfonso Rodríguez; el Coronel Jefe de la Guardia Civil en Baleares, Alejandro Mosquera; mandos de las Fuerzas armadas, Policía Nacional y Guardia Civil; representantes de la sociedad civil y familiares de Diego Salvá. Políticos como Jorge Campos, José Hila, Fulgencio Coll o Maria Antònia Estarellas, entre otros, también asistido al acto.
"Siguen más vivos que nunca"
Amengual, acompañado de la presidenta Prohens y de los
padres de Diego Salvà, cuya muerte fue especialmente simbólica pues ocurrió
durante su primer día de prácticas como guardia civil, han colocado
una corona de flores sobre el lugar donde sucedió el estallido. Posteriormente,
ha sonado la canción 'La muerte no es el final' y el himno de la
Guardia Civil.
"En este mismo lugar se detuvo el reloj de la
vida de dos hombres. La barbarie humana de ETA acabó con la prometedora vida de
Carlos y Diego", ha expresado el alcalde de Calvià en su discurso. "Con
un acto cobarde y criminal quisieron matar, y lo consiguieron", ha
añadido. "Pero lo que no sabían es que Calvià es un pueblo de gente
de bien que puede perdonar, pero no olvida", aseveraba Amengual, que
reivindicaba: "En este municipio la memoria no se borra, el dolor no se
calla y el crimen no se olvida".
Por otro lado, Antoni Salvà, urólogo y padre de
Diego Salvà, ha querido destacar al término del acto la importancia que estos
homenajes tienen para la familia: "Es muy importante para mí. Mi
misión hasta que me muera es que la memoria de Carlos y Diego no desaparezca".

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