20
septiembre 2025
El
Gobierno de Níger ha reconocido el ataque
Terroristas
yihadistas convierten un bautizo en masacre: 22 cristianos asesinados en Níger
en plena ceremonia
La
violencia yihadista volvió a golpear con saña en el corazón de África
Occidental. Al menos 22 cristianos fueron asesinadas este lunes durante un
ataque a una ceremonia de bautizo en la aldea de Takoubatt, región de
Tillaberi, en el oeste de Níger, zona fronteriza con Burkina Faso y Malí donde
operan células vinculadas a Al Qaeda y al Estado Islámico. Se especula que uno
de ambos grupos fue el que ejecutó la masacre.
Testigos
aseguraron que los atacantes, desplazándose en motocicletas, abrieron fuego
indiscriminado contra los asistentes. «Mientras la gente celebraba un bautizo,
hombres armados sembraron muerte y terror», denunció el activista cristiano
Maikoul Zodi, que expresó su solidaridad con las familias enlutadas y acusó al
Estado de abandonar a los civiles a su suerte.
El
Gobierno de Níger ha reconocido el ataque, aunque sin ofrecer todavía un
balance oficial de víctimas. La masacre se suma a la emboscada ocurrida el
pasado 10 de septiembre en la misma región, donde 14 soldados nigerinos fueron
asesinados durante una operación contra el robo de ganado.
La
organización Human Rights Watch advirtió que desde marzo los grupos armados han
intensificado sus ofensivas, con más de 127 aldeanos ejecutados, además de
viviendas saqueadas e incendiadas. Las denuncias apuntan directamente a las
autoridades militares, que desde el golpe de Estado de julio de 2023
prometieron devolver la seguridad tras derrocar al presidente Mohamed Bazoum,
pero que hasta hoy han fracasado en frenar la barbarie.
En
paralelo, la recién formada coalición prodemocracia Cadre de Lutte contre les
Dérives du Niger (CDN) acusó a la junta del general Abdourahmane Tchiani de
incapacidad para proteger a la población y exigió elecciones libres, la
restitución de partidos y sindicatos disueltos y la liberación de los presos
políticos, incluido el presidente depuesto.
La
región de Tillaberi, convertida en epicentro del terror islamista, refleja el
colapso del Estado nigerino y la impunidad con la que actúan los grupos
yihadistas, que convierten celebraciones religiosas y familiares en matanzas
indiscriminadas.
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