16
octubre 2025
'Mikel
Antza', el exjefe de ETA convertido en 'bertsolari oficial' de la izquierda
abertzale
Desde
que salió en libertad en 2019 se ha convertido en un referente literario
respaldado por ayuntamientos e instituciones
El
pelo se le blanqueó en prisión. En ella pasó 15 años de su vida por ser jefe de
ETA durante uno de los periodos más sanguinarios de la banda. Antes había
pasado por décadas de clandestinidad. Mikel Albisu podría haber vivido una vida
más tranquila, dedicada a la escritura, la literatura y la cultura, pero optó
por ser ‘Mikel Antza’ y vender su juventud a la lucha terrorista. Fue bajo su
mandato cuando ETA escribió algunas de sus páginas más crueles: el secuestro y
asesinato de Miguel Angel Blanco, el secuestro de Ortega Lara, la extensión de
la ‘socialización del sufrimiento’…
Hace
casi siete años que recuperó la libertad. Un tiempo en el que al contrario de
otros exmiembros de ETA, no se ha escondido. ‘Antza’ ha participado en muchos
actos relacionados con la izquierda abertzale y se ha prestado a colaborar con
actividades culturales de consistorios afines. Ha sido un modo de buscar
recuperar la identidad más amable de su trayectoria, la cultural, y que nunca
abandonó del todo, y con la que parece querer cubrir su pasado cruel.
El
último capítulo ha aflorado por una denuncia de las víctimas. ‘Antza’ presenta
un programa radiofónico dedicado a la literatura vasca y que cuenta con
financiación pública: 53.000 euros para dos espacios de radio procedentes de la
Diputación de Bizkaia. Pero la libertad de Albisu le ha traído otros muchos
respaldos en forma de reconocimiento literario impulsados por la izquierda
abertzale. Hasta ocho localidades navarras y vascas se han acordado de él para
incluirle como ‘dinamizador’ cultural o como orientador: Elorrio, Espinal,
Aoiz, Erro, Burguete, Valcarlos, Valle de Arce…
¿Causas
pendientes?
Su
vida podría ser tema de un ‘bertso’. No es una vida cualquiera. Pocos arrastran
un pasado tan cruel. El arte de improvisar un canto en euskera sobre una
temática dada y con una métrica precisa cuenta con muchos adeptos en Euskadi y
Navarra. ‘Antza’ no es ‘bertsolari’, pero podría serlo. Domina el idioma, la
escritura y la creación artística. En su currículum, además de la pertenencia a
ETA, figuran trabajos en el ámbito del teatro, la música y media docena de
libros, algunos escritos mientras estaba en prisión.
Su
presencia en actos de la izquierda abertzale es frecuente. Lo hace como una
suerte de luchador desde la cultura. El exjefe de ETA durante más de una década
incluso es convocado en eventos político-culturales dirigidos a los jóvenes.
Ocurrió en 2023 en las jornadas festivas juveniles que Sortu organiza
anualmente, los ‘Topaguneak’, y en cuyo programa de actividades se incluía la
presencia de Albisu.
Pero
los libros y la literatura aún los tiene que compartir con los capítulos sin
cerrar de su pasado. La Justicia le ha reclamado en un par de ocasiones. La
primera, por la posible implicación como ‘cerebro’, -en calidad de jefe de
ETA-, del secuestro y asesinato de Miguel Angel Blanco la ha logrado superar.
La Justicia decidió archivarla. Ahora, hace un mes, la Audiencia Nacional le
citó por su posible responsabilidad en el asesinato de Gregorio Ordóñez en
1995. ‘Antza’ lo negó.
'Gurú'
literario de la izquierda abertzale
Su
identidad terrorista en realidad es un seudónimo. Es el que empleó en 1983 en
el certamen de literatura ‘Ciudad de Irún’. Fue ‘Mikel Antza’ el que presentó
la obra ‘Suzko gezi bat bezala’ (Cómo una flecha de fuego) y con la que se
impuso en el concurso. Aquel reconocimiento le abrió la senda de la escritura
que desde entonces ha cultivado y con la que ahora, una vez recuperada la
libertad, intenta reinventar su imagen.
El
nuevo ‘gurú’ literario de la izquierda abertzale comparte espacio con otro
referente literario que militó en ETA y que ‘Antza’ conoce bien: Joseba
Sarrionaindia. Siendo un joven militante, en julio de 1985 ‘Antza’ participó en
la fuga de la cárcel de Martutene de Sarrionaidia. Aprovechando un concierto
del cantautor Imanol en la prisión guipuzcoana, logró entrar en la prisión
conduciendo la furgoneta en la que poco después Sarrionaindia saldría oculto en
uno de los altavoces del cantate. Fermín Muguruza con ‘Kortatu’ cantó aquel
episodio en ‘Sarri, Sarri’, el tema que aún incluye en su repertorio.
A
partir de aquella fuga, ‘Antza’ inició su vida en la clandestinidad, en
Francia. No regresaría a San Sebastián hasta 33 años después. En ETA, bajo la
sombra de Ignacio Gracia Arregi, ‘Iñaki de Rentería’, y de José Luis Alvarez
Santacristina, ‘Txelis’, fue progresando en la organización terrorista. Lo hizo
incluso compaginando sus estudios y amor por la literatura en una universidad
de París.
'Antza'
y 'Anboto'
Las
distintas operaciones policiales fueron descabezando la organización y con ello
‘Antza’ fue ascendiendo en el escalafón hasta ocupar la dirección en 1993. Fue
la década en la que ETA decidió ‘socializar’, extender su amenaza a muchos
colectivos. Ya no atentaría sólo contra militares, guardias civiles y policías
sino que pondría en su punto de mira a políticos, jueces, empresarios,
periodistas… Ocupó la dirección hassta 2004, cuando fue detenido junto a su
pareja, la también miembro de ETA, Soledad Iparragirre, ‘Anboto’, con quien
tiene un hijo, y que aún está en prisión.
Los
20 años a los que fueron condenados ‘Antza’ y ‘Anboto’ los cumplieron en
Francia. A su entrega a España él no tenía causas pendientes y quedó en
libertad, ella no. Aquella fue la misma condena que recibió su padre, Rafael
Albisu Ezenarro cuando fue arrestado en 1961. El 18 de julio de aquel año,
Albisu padre y otros militantes de la recién creada ETA habían planificado
hacer descarrilar un tren lleno de combatientes franquistas que se disponían a
participar en el acto de conmemoración del ‘Día del Alzamiento’ que se iba a
celebrar en San Sebastián. Su plan falló, pero la dictadura activó una
operación policial que acabó con varios detenidos, entre ellos Rafael Albisu,
considerado uno de los fundadores de la banda.
Opinión:
Que un terrorista salga de prisión no es ninguna novedad,
sea un terrorista autor material de atentados o el ideólogo que daba órdenes a
los imbéciles que las obedecían.
Eso no se le escapa a nadie.
Que los delincuentes, terroristas incluidos, tienen
derecho a la reinserción en la sociedad lo ampara la legislación, garantista hasta
el infinito y más allá.
Que este terrorista condenado por terrorismo sea haya “convertido
en un referente literario respaldado por ayuntamientos e instituciones” ya da muestra
de esa legislación tan garantista. Otra cosa sería hablar de los ayuntamientos
e instituciones que cometen la sandez de aceptar a este terrorista como un referente,
como si no pudieran encontrar otros mejores (primero como bertsolaris y después
como personas).
Aún y así, sinceramente, pienso que es preferible que se
dedique a hacer versos y a juntar cuatro letras a seguir dando órdenes desde el
sillón de su casoplón y junto a su pareja, también terrorista. Parafraseando a
un expresidente del gobierno que dijo aquello de que “es preferible que tengan
un escaño a que tengan una pistola” , prefiero que se dedique a hacer versos a
dar órdenes para asesinar a ciudadanos inocentes.
Y ya puestos, estaría muy bien plantearse que hay otros muchos
condenados por terrorismo dando lecciones y juntando letras también en otras
siglas, no precisamente del entorno abertzale.
¿Les suenan las iniciales P.M.R. o R.B.C.? Pues si quieren,
me preguntan al respecto.

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