27 noviembre 2025
El
Estado detuvo la expulsión del imán de Ripoll tras encuentros con el CNI
Documentos
desclasificados revelan que la justicia destacó el "esfuerzo de
integración" de Abdelbaki es-Satty, que años después acabaría siendo el
cerebro de los atentados del 17-A
Más
información en relación con los atentados yihadistas del 17 de agosto de 2017.
Después de año y medio de trabajo, el gobierno del Estado ha decidido
desclasificar documentos del expediente de los servicios de inteligencia y de
la administración sobre la vida del imán de Ripoll, Abdelbaki es-Satty,
considerado el cerebro de los atentados en Barcelona y Cambrils. Este
miércoles, la presidencia de la comisión de investigación de los atentados en
el Congreso ha recibido un extenso conjunto de documentación donde se vuelve a
acreditar cómo el CNI controló a Es-Satty y cuál fue su relación. Pero, además,
se ha aportado el expediente de expulsión que se detuvo gracias a la laxitud de
la Abogacía del Estado y el Ministerio del Interior a pesar de una sentencia
firme por tráfico de drogas por la cual cumplió condena en Ceuta y,
posteriormente, en Castellón.
Los
documentos, a los que ha tenido acceso El Món, constatan que, tras la
sentencia, Es-Satty tramitó la suspensión de la expulsión alegando que el
retorno a Marruecos ponía su vida en peligro por las amenazas que recibía de
las mafias de la droga marroquíes. Advertencias de muerte, no solo para él
mismo sino también para su familia. Y en la sentencia definitiva que evitó la
expulsión del imán, dictada el 2 de marzo de 2015, el magistrado titular del
Juzgado Contencioso Administrativo número 2 de Castellón consideró que «no era
proporcional» expulsarlo debido a sus «esfuerzos de integración en la sociedad
española» y por su «arraigo laboral en España».
Una
decisión que, curiosamente, llegó justo después de los encuentros del imán de
Ripoll con los agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que los mismos
servicios secretos admiten en un informe confidencial remitido al Congreso el
17 y 31 de marzo y el 24 de abril de 2014. El 19 de mayo de 2014 se detenía
cautelarmente la expulsión «sin oposición del ministerio del Interior».
Un
caso largo y una solicitud de asilo
El
14 de septiembre de 2011, Abdelbaki es-Satty fue condenado por tráfico de
drogas a cuatro años y un mes de prisión. Una pena que fue confirmada el 8 de
febrero de 2012. Una condena que suponía la orden de expulsión que no se
comenzó a tramitar por parte del Ministerio del Interior hasta el 12 de marzo
de 2014. La delegación del gobierno español en Castellón acordó el 22 de abril
de 2014 la expulsión y la prohibición de entrada durante cinco años del imán,
no solo en España, sino en todos los estados del espacio Schengen. Una decisión
que se recurrió ante el Juzgado Contencioso Administrativo.
En
este procedimiento judicial comenzó un periplo favorable a Es-Satty. De
entrada, salió de la prisión tras las últimas entrevistas con los agentes del
Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y no solo recurrió la expulsión, sino que
presentó, paralelamente, una solicitud de asilo. A Es-Satty todo le salió bien.
El abogado del Estado se mostró favorable a suspender cautelarmente la
expulsión mientras se tramitaba el recurso contencioso y el delegado del
gobierno en Castellón informó a favor de tramitar la solicitud de asilo.
Finalmente, el juzgado contencioso, en una sentencia del dos de marzo de 2015,
anuló la orden de expulsión por «desproporcionada» argumentando los «esfuerzos»
de Es-Satty por «integrarse en la sociedad española» y también su arraigo
laboral.
Opinión:
Para empezar, aporto el link de la noticia (junto a la documentación
relacionada) publicada por el amigo Quico Sallés para que, quien lo desee,
pueda también comprobarla. Como siempre, es vital que la información que se
ofrece esté cotejada, contrastada, comprobada y documentada, y Quico Sallés así
lo hace.
A la vista de esta información, una serie de reflexiones:
¿alguien se creyó la comparecencia del ministro Margallo en la Comisión de
Investigación? ¿Es cierto que los comparecientes están (estábamos) obligados a
decir verdad y caso de no hacerlo concurriríamos en un delito de falso
testimonio? ¿Cómo es posible que se presentaran tantos tratos de favor a un
delincuente condenado por tráfico de drogas a cuatro años y un mes de prisión?
¿Por qué se recurrió la expulsión y al mismo tiempo se presentó una solicitud
de asilo? ¿Se imaginan que habría ocurrido si se hubiera hecho lo mismo y,
finalmente, hubieran cometido una cadena de atentados desde cualquier otra
banda terrorista, digamos ETA por poner un ejemplo?
Resumiendo: ¿QUIEN C..O ERA EL IMAN DE RIPOLL? ¿POR QUE SE
LE TRATO CON TANTO CARIÑO, ATENCION, INTERES y CUIDADITOS?
Y resumiendo más todavía: 16 asesinados (o quizás 17) y más
de 500 heridos que aparecen entre sentencia y sumario fueron el resultado de
tanto miramiento con este impresentable?
Y para acabar, excepto la Asociación 11-M Afectados por
Terrorismo y la UAVAT ¿alguna otra asociación, plataforma, grupo o colectivo se
ha preocupado de saber qué pudo ocurrir y, de paso, asistir a las víctimas de
esos atentados? ¿Quieren ver la página de la sentencia en la que aparecen las
acusaciones?

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