viernes, 7 de octubre de 2011

20 enero 1991 El Pais


20 gener 1991 
 Després de estrenar-se amb la visita al Circ Europa, la veritable proba de foc per en Robert va ser preparar, coordinar i organitzar la presentació de la delegació catalana de l’antiga AVT i de la Fundación Víctimas del Terrorismo, tot en el mateix acte. Però pel que es veu encara tenia ganes de mes feina i va preparar la festa infantil. Un “tres en un” el mateix dia.
 
Molts medis es van fer ressò de aquesta primera activitat a gran escala preparada pel delegat de la recentment presentada delegació catalana de l’antiga AVT. I alguns de aquests medis van encertar al fer una crònica del fet mes lúdic de aquell dissabte 19 de gener de 1991: la festa infantil. La companya Teresa Cendrós feia el següent reportatge al diari “El País” el diumenge día 20.        
“Que dejen de poner bombas”
Fiesta infantil en Barcelona dedicada a los hijos y familiares de las víctimas del terrorismo          
Joel Manrique – enormes y lánguidos ojos negros- tiene seis años y es un niño extremadamente sensato. “Sí, claro que sé porque se hace la fiesta. Para pedir a esos señores que ponen bombas que dejen de ponerlas”, responde al ser preguntado sobre si conoce el objeto de la fiesta, organizada por la Fundación Víctimas del Terrorismo.      
Hace tres años y medio que la familia de Joel sufrió la crueldad de un acto terrorista. El 19 de junio de 1987, su padre escapó milagrosamente con vida del terrorismo de ETA en el atentado de Hipercor, aunque con secuelas que todavía hoy arrastra. Joel, su hermano Nacor, de cuatro años, y otros 50 pequeños, hijos y familiares de víctimas del terrorismo, recibieron ayer un montón de juguetes de manos del jugador de fútbol barcelonista Hristo Stoichkov, cuya presencia causó furor entre los niños.        
El acto, que reunió a unas 50 familias españolas afectadas de distintos atentados, fue organizado para presentar en Cataluña la Fundación Víctimas del Terrorismo, creada el pasado 12 de noviembre, a partir de la asociación nacida el 1981 con el mismo nombre y que hoy cuenta con unas 500 familias asociadasa, 25 de las cuales residen en la comunidad autónoma catalana.    
La finalidad de la fundación es “prestar ayuda material, asistencial y jurídica a quienes han padecido en sus carnes la violencia terrorista”, manifestó el secretario general de la fundación, Luis Delgado, cuyo hijo de dos años fue asesinado por ETA el 22 de noviembre de 1988 en el atentado contra la sede de la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid, mientras paseaba con él y su esposa.

 

 

Un autógrafo y una postal

 

 

Alejandro Raya, de 10 años, y su hermano Javier, de seis, también hijos de víctimas del atentado de Hipercor, estaban exultantes. “Stoichkov nos ha firmado un autógrafo en su fotografía y nos ha dado una postal en la que aparece todo el equipo”, explicaba a sus padres el mayor de los niños. “Este año, ganaremos seguro”, corroboraba el pequeño, empedernido culé.        
El hijo de Mercedes García León, Juan Carlos, de 14 años, no quiso asistir a la fiesta. “Desde que mataron a su tío, rechaza todo lo que pueda recordárselo”, comenta Mercedes. “Estaban muy unidos”. A Juan, guardia civil, lo mató ETA en Eibar (Guipúzcoa) el 17 de noviembre de 1980. Sólo tenía 21 años.        
Sin embargo, Rafaela León, la madre del joven asesinado, que fue sometida anteayer a una pequeña intervención quirúrgica, no quiso perderse el acto pese a encontrarse muy fatigada y justificó así su presencia: “No podía dejar de aportar mi granito de arena”.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario