martes, 11 de octubre de 2011

7 octubre 2002 ABC


7 octubre 2002
En el diari “ABC” tornem a trobar un altre article d’en Robert, un article d’aquells que un cop llegits no deixa a ningú indiferent. Es va publicar el 7 d’octubre de 2002

Víctimas del olvido.

En las últimas fechas han sido numerosas las noticias relacionadas con el terrorismo y sus consecuencias, de manera que diferentes miembros de la clase política o cultural de nuestro país se han creído sus propias opiniones, a menudo dogmáticas y faltas de argumentos. Los ciudadanos que hemos sufrido en nuestras carnes el azote terrorista tenemos que oír declaraciones vergonzantes y carentes de sensibilidad, esa misma sensibilidad que se pregona a los cuatro vientos tras cada atentado. Cuando oímos a alguien decir que intentó reunirse con ETA para pedirle que dejara de matar en Cataluña lo único que nos vino a la mente, sin hacer lectura política alguna, fue que  ese señor jamas se le ha ocurrido invertir ni cinco minutos de su tiempo en preguntarse cómo están las victimas del terrorismo de 'su' propia nación, es decir, en Cataluña. Todavía estamos a la espera de que nos explique personal y directamente su presencia en las manifestaciones por atentados ocurridos fuera de aquí. Para acabar de 'arrodonir' el tema, solo falta enterarse de que ya en 1991 pidió a ETA que antes de atentar, se 'ubicara' para saber dónde estaba Cataluña y respetara nuestra tierra. Pues bien, desde ese año ETA ha matado a catorce catalanes y ha dejado con graves secuelas a unas cuantas mas. Los terroristas hasta han cometido el 'error' de matar catalanes fuera de Cataluña. Inclusive la ya extinta Terra Lliure atentó en 1992 dejando varios catalanes más heridos, e incluso inválidos. Pero esos somos catalanes de segunda mientras para algunos los ciudadanos que merecen la prioridad absoluta y la comprensión son los asesinos etarras.

Dos días después, en Barcelona, junto a varios representantes de Batasuna aparece un señor en el que muchos creyeron a finales de los setenta como un firme defensor de la paz proclamado a todo aquel que le quiera oir que es 'un amigo de ETA y Batasuna', que 'ETA pone bombas pero no tortura'. Poca memoria tiene quien fue candidato a l Premio Nobel de la Paz. Los numerosos atentados de ETA tanto dentro como fuera de Catalunya han sido, en un altísimo porcentaje que raya el cien por cien, perpetrados sin aviso previo. Inclusive el más conocido y más recordado por todos: el de mi amigo Ernest Lluch. Pero nadie de su entorno ha sido capaz de interponer o respaldar una denuncia contra aquel que se burla de las víctimas, incluido Ernest. Hemos tenido que ser los propios afectados por terrorismo los que plantearamos, basándonos en la legislación vigente, que a quien humilla y menosprecia a los catalanes marcados por la lacra terrorista se le debe juzgar y, si es oportuno, condenar. Todo ciudadano tiene derecho a ser respetado y, sobre todo, a no ver menospreciados a sus muertos. Y menos bajo la argumentación de una idea fundamentada en el asesinato del vecino, del tiro en la nuca o del coche bomba.

Por ello, cientos de ciudadanos anónimos se han adherido a esa denuncia y su nombre y apellidos figurarán en el listado que se incluirá próximamente en la Audiencia Nacional demostrando que las víctimas no estamos solas ante los que nos insultan y menosprecian. Curiosamente, desde el mismo Euskadi están llegando centenares de adhesiones a esa denuncia, solicitando que desde aquí se les de también el mismo respaldo cuando ellos lo necesiten, cuando esa fractura social que allí se vive sea inaguantable para todos aquellos que se resisten a vivir en una tierra sin libertad, bajo la tiranía del asesinato y la ambigüedad de los que quieren mantenerse vivos aunque no les importe la muerte de su convecino mientas toma café en el bar del pueblo o se juega la vida para defender la vida de los demás. Desgraciadamente, también en nuestra tierra catalana existen personajes que aún defienden, jalean y excusan a los terroristas, riéndose de la muerte ajena.

Además, el mismo día en que el citado candidato al Premio Nobel manifestó su aprecio y consideración a los etarras que tanto daño nos han causado, todavía tuvimos que soportar otro agravio del que nadie habla porque es, con perdón, políticamente incorrecto. El homenaje realizado en Sant Jaume, con la demostración evidente del aprecio que las administraciones catalanas dispensaron a las víctimas en Estados Unidos, fue inversamente proporcional al trato recibido por las víctimas del terrorismo en Cataluña. Pero eso ya es tocar lo intocable y mejor lo dejamos para otra ocasión en que las aguas no bajen tan revueltas, sobre todo para que nadie quiera ver una lectura política en un escrito que lo único que desea es informar desde otro ángulo, desde la visión de quien ha sufrido el mayor daño que se le puede causar a un ser humano: robarle el derecho a vivir. Robarle la vida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario