lunes, 27 de noviembre de 2023

26 noviembre 2023 (2) La Razón (opinión)

26 noviembre 2023 

 


11-M: El peor atentado terrorista en España

10 bombas en los trenes

En los ataques de Madrid fueron asesinadas 191 personas y 1.800 resultaron heridas Ricardo Coarasa Madrid Ana, embarazada de siete meses, cambió ese día el turno en el trabajo para acudir a su cita con el ginecólogo en Madrid.

Su marido Jesús quiso acercarla en coche, pero ella se negó. No quería que se viera atrapado en el atasco y llegase tarde al trabajo. Iría en el Cercanías. Iris se montó en el tren en la estación de El Pozo, mientras su amigo Marcos se quedaba en el andén a esperar el próximo para tener tiempo de fumarse un cigarro. Jacki se demoró desayunando y salió de casa cinco minutos más tarde que su hermana hacia la estación de VillaverdeAlto con destino Atocha. Paz se subió al tren como todos los días en Hitos Santa Eugenia. Florencio también se incorporó a ese tren tras felicitar el cumpleaños a su esposa, Conchi. Como Javier y su hijo Jorge, que entraron en el convoy en Torrejón.

Así hasta 191 vidas que nueve terroristas arrebataron ese 11 de marzo de 2004 haciendo estallar diez mochilas bomba en cuatro trenes de Cercanías que circulaban entre Alcalá de Henares y Madrid cuando despuntaba el día, en plena hora punta. Más de 1.800 personas resultaron heridas en los escenarios del mayor atentado de la historia de España: las estaciones de Atocha, Santa Eugenia, El Pozo y la calle Téllez.

El ataque terrorista -que en un país acostumbrado a sufrir durante décadas el terrorismo de ETA muy pronto se atribuyó a la banda criminal, aunque la sentencia descarta la participación de ETA en los atentados

Uno de los trenes donde los terroristas hicieron estallar sus bombas basándose en nueve informes policiales- se produjo a solo tres días de las elecciones generales que ganó José Luis Rodríguez Zapatero. Y aunque desde la oposición al entonces Gobierno en funciones de José María Aznar se atribuyó la matanza a una represalia por la participación de España en la guerra de Irak, el tribunal de la Audiencia Nacional que juzgó los hechos tampoco acogió esa tesis.

Ese fatídico 11 de marzo -del que pronto se cumplirán veinte años- quedaría grabado para siempre en la memoria colectiva, sobre todo por la tragedia de vidas humanas que los terroristas cercenaron para siempre, dejando un interminable reguero de familias rotas, pero también por el ejemplo de solidaridad que dio el pueblo de Madrid en unas horas de zozobra en las que tanto los profesionales que tuvieron que vivir los atentados en primera línea -sanitarios, miembros de las Fuerzas de Seguridad, bomberos, psicólogos y tantos otros como ciudadanos de a pie (auxiliando a los heridos en los primeros momentos o haciendo largas colas para donar sangre) ofrecieron lo mejor de sí mismos, en ocasiones a riesgo de sus propias vidas, empeñados en no doblegarse ante el terror.

Un reto mayúsculo, también a nivel informativo, que la joven redacción de La Razón afrontó con una enorme profesionalidad no exenta de congoja en las que fueron, seguramente, las horas más difíciles en las que tuvimos que hacer un periódico.

Tres años después, en febrero de 2007, arrancó en la Audiencia Nacional un juicio que terminó con la condena de 21 personas (que posteriormente el Tribunal Supremo redujo a 18). Ninguno de los tres supuestos «cerebros» fue condenado como ideólogo del l l-M. El tribunal solo condenó a dos procesados como autores materiales -aunque únicamente uno de ellos, Jamal Zougam, estaba en los trenes-. Otros siete autores de los atentados se habían suicidado en un piso de Leganés cercados por la Policía. A día de hoy, tan solo tres de los condenados siguen en prisión por los atentados de Madrid.

Opinión:

Bueno, los que vivimos aquellos atentados en primerísima línea de intervención y asistencia, incluso viajando semanalmente desde Barcelona a Madrid hasta diciembre de 2004, podríamos hablar largo y tendido sobre las conversaciones con varios periodistas que ahora dan por cierto la atribución del atentado al terrorismo gihadista pero que, en aquellos meses y hasta años, no lo tenían tan claro (por no decir que intentaban imponer la autoría de la banda terrorista ETA).

Algún día habrá que hablar sobre ello…

 


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