27 junio 2025
Muere
Arturo San Agustín, cronista de Barcelona, periodista mordaz y escritor
Fue
también experto vaticanista y maestro de periodistas
Se
apaga una de las miradas más inquisitivas sobre la ciudad de Barcelona. El
periodista y escritor Arturo San Agustín (Barcelona, 1949) ha fallecido,
según informa La Vanguardia, uno de los periódicos que habían acogido sus
crónicas y artículos de opinión. Criado junto al Somorrostro y la Barceloneta,
se fogueó primero como publicitario. Después de diez años de ejercicio, se pasó
al periodismo, en el que aplicó los conocimientos de su etapa anterior para
conseguir una comunicación directa y creativa. Siempre atento a los cambios
culturales y sociales de Barcelona, centró buena parte de su producción en
esta temática, y publicó también en medios como El Mundo o El Periódico.
El
Barça y el Vaticano son otros dos temas que también le picaron la curiosidad.
Así lo dejó plasmado en alguna de sus obras en formato libro, como El robot que
crea en Dios, una novela en la que San Agustín narra cómo un futuro papa,
Inocencio XIV, choca con un robot que, espontáneamente, hace la señal de la
cruz. En el campo del ensayo, escribió Tras el portón de bronce, que analizaba
la realidad vaticana en tiempos del papa Francisco. Otros libros suyos incluyen
títulos como Amanecer en el Gianicolo, Pasaporte sentimental o Pluma de vacío,
este último dedicado a Aragón, donde tenía sus orígenes familiares.
Su
trayectoria fue reconocida en 1999 con el premio Ciutat de Barcelona de
periodismo. De hecho, San Agustín fue también despertador de vocaciones con su
libro Mamá, quiero ser periodista, un libro tierno e irónico que prometía
revelar "toda la verdad, o casi, sobre el oficio más loco del mundo"
y en el que explicaba que "algunos diarios se leen, otros se pasean"
Otro libro relevante suyo, publicado en el 2014, fue. Cuando se jodió el
nuestro, en el que analizaba la complicada relación entre Cataluña y España con
entrevistas incisivas a personajes como Miquel Iceta, Jordi Pujol, José Cuní,
Enrique Juliana, José Manuel Lara o Juan Manuel Tresserras.
Opinión:
Hablar de Arturo Sanagustín es como hablar de esos amigos
con los que te puedes encontrar un día en la calle Caspe y al día siguiente en
la Zona Universitaria sin quedar antes… y después estar meses sin vernos hasta
el siguiente encuentro casual que empezaba con un fuerte abrazo, el mismo que
le envío ahora donde quiera que esté con el agradecimiento por su labor.
En un día tan triste como hoy, he hecho memoria de las
veces que hablamos sobre la realidad social de muchas víctimas del terrorismo y
cómo Arturo podía captar en sus artículos y opiniones aquella realidad desde el
primer minuto.
Como muestra, lo que publicó allá por el año 2011 y que ya
pude publicar en este mismo blog…
El company Arturo Sanagustín va publicar el dissabte 19 de
novembre una referència en Robert, per la carta rebuda per part de Rafael
Caride Simón. Ho va fer a la seva secció del diari “El Mundo”.
Robert Manrique ha querido contarme personalmente lo que
sintió cuando recibió la carta de uno de los terroristas que le cambió la vida.
Porque aquella tarde de 1987 le esperaba ETA. Hablo del atentado a Hipercor.
Nunca he olvidado aquella tarde. Cuando se produjo el atentado yo, casualmente,
pasaba por la acera de enfrente. Nunca he olvidado el humo, los gritos, las
sirenas. Lágrimas, mangueras, caras tiznadas, incredulidad, impotencia.
Manrique fue el delegado en Cataluña de la AVT. Cuando cambió su orientación
fue expulsado por decir que la asociación se estaba utilizando para hacer
política. Luego se creó otra catalana y hace unos años dimitió del cargo que
tenía en la misma. Tras 24 años, reconocer el daño y sufrimiento causado,
confesar que no se es insensible al dolor y al sufrimiento es poca cosa. Robert
Manrique, una de las víctimas de ETA, quiere que los terroristas pidan perdón.
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