lunes, 7 de abril de 2025

07 abril 2025 (3) elmon.cat (opinión) (castellano)

07 abril 2025 



¿Conspiranoicos? Sólo queremos saber la verdad

Jaume Alonso-Cuevillas Sayrol, Catedrático de Derecho Procesal y abogado de Javier Martínez

Recuerdo perfectamente cuando Robert Manrique –víctima del atentado de Hipercor, al que nunca podremos agradecer todo lo que desde entonces está haciendo por las víctimas del terrorismo– me llamó un día del 2018 diciéndome que me quería presentar una persona.

En la sede del UAVAT conocí a Javier Martínez –padre del pequeño Xavi– y su discurso me impactó. Ya tenía un abogado pero al que sólo le preocupaba la indemnización. Javier me dijo: “No quiero que la muerte de mi hijo sea en vano”. "Debemos saber la verdad para intentar evitar que algo así pueda volver a ocurrir". "Y mejorar el protocolo de atención a las víctimas".

Nos personamos en la causa abierta en la Audiencia Nacional y pedí la colaboración de mi colega y amigo Agustí Carles, diciéndole que quería aprovechar su experiencia como juez instructor “Agustí –le dije–, mírate como si fueras el Juez de Instrucción a quien le ha llegado a causa”. ¿De qué hilos estirarías?”.

Cuando levantaron el secreto del sumario –40.000 folios con muchas piezas todavía inaccesibles– tuvimos que correr. Tenemos sólo 10 días para pedir diligencias. Con Agustí y todo mi equipo nos pusimos a fondo y enseguida empezamos a encontrar los indicios que sospechábamos. Tras haber cumplido condena por tráfico de drogas, se le revocó la orden de expulsión –con el visto bueno de la Abogacía del Estado– e –insólitamente– se le concedió un permiso de residencia de larga duración. Pedimos el expediente y se nos denegó, al igual que los informes de las visitas de los servicios secretos que nos constaba había recibido en prisión.

Seguimos insistiendo, agotando todos los recursos procesalmente posibles. Chocábamos siempre contra una pared. Constatando la existencia de tan incómoda acusación, la justicia decidió restringir el objeto del proceso a sólo la explosión de Alcanar. Lo que iba a ser el juicio del 17-A se convirtió en el juicio del 16-A. Denunciamos la contradicción que suponía habernos admitido como acusación particular –figura restringida a las víctimas– y después negarnos el derecho a debatir sobre los hechos de Las Ramblas –donde había muerto atropellado el pequeño Xavi–. Recursos de nueve desestimados, añadiendo ahora la etiqueta de “conspiranoicos” con la que la justicia nos obsequió. Y, en las primeras sesiones del juicio –las hemerotecas van llenas–, nos la tuvimos con el presidente del tribunal que quería coartar nuestro derecho de defensa.

Desde el inicio hemos venido denunciando que todavía hay demasiados interrogantes sobre el asunto. Al final del juicio nos partimos los papeles y Agustí hizo el informe pidiendo la condena de los acusados ​​–a diferencia del Fiscal, también por asesinato– y yo pedí que se abriera una nueva investigación detallando todas las incógnitas y contradicciones aún no resueltas –podéis ver aquí mi informe: https://www.youtube.com/watch?v=-1icJmCbjHQ&t=2s–. Ante la desestimación de nuestras peticiones –confirmada por el Tribunal Supremo– y la inadmisión del siguiente recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional –que en una decena de líneas se limitó a decir que el asunto “carece de trascendencia constitucional”–, llevamos el caso a Estrasburgo –con la inestimable colaboración de los profesores Nico Kirsch, de diciembre, admitió a trámite nuestra demanda basada en el “derecho a saber la verdad”.

Como acertadamente apunta Quico Sallés en esta reciente pieza (https://elmon.cat/politica/tribunals/mes-proves-temeritat-estat-17-a-989558/), las misteriosas filtraciones aparecidas esta semana en un medio tan poco sospechoso de desafecto al régimen como el ABC –explicando que el Ima– defensiva del Estado español frente a la demanda ya admitida por el Tribunal Europeo de Derecho Humanos.

Y si añadimos también la reciente desclasificación –gracias al buen trabajo de la Diputada Pilar Calvo en la Comisión de Investigación del Congreso de los Diputados– de algunos documentos hasta ahora reservados que demuestran los –antes reiteradamente negados– vínculos entre el CNI y el imán, la conclusión es obvia como quizás no es la verdad; que algunos pretendían esconder.

Arribats a aquest punt s’obren molt camins. Des de la persecució penal d’aquells que poguessin haver mentit en seu parlamentària, fins a la reclamació de responsabilitat patrimonial a l’Estat per la seva inexcusable negligència, passant per l’apertura de causes als països d’altres víctimes. I seguir posant en evidència que existeixen molts interrogants i que la ciutadania –víctimes del terrorisme ho som tots– tenim dret a saber la veritat.

El Javier Martínez porta molts anys lluitant gairebé sol –amb l’incondicional suport, això sí, de la seva filla Mireia i alguns amics entre els que mereix menció especial l’exmosso David Torrents–. Per seguir la lluita, ara que s’obren noves vies, però es preveuen també nous contratemps, acaba de constituïr-se l’Associació “17-A Volem saber la veritat” que ben aviat serà presentada en societat. Perquè, recordem-ho un cop més, ningú escull ser víctima directa del terrorisme, però víctimes del terror ho som tots.

Opinión:

Debo decir, para empezar, que nunca hubiera esperado de la vida que poner en contacto a una víctima ya un abogado penalista hubiera llegado a los extremos de trabajo, tensiones, preocupaciones y tiempo invertido como todo lo que llevamos hecho desde ese día.

Pero también debo hacer público mi satisfacción y tranquilidad al ver que todos los esfuerzos que estamos poniendo sobre la mesa, tantas horas y horas de tarea social y asistencial está dando sus frutos: que la labor de los compañeros de la UAVAT sea reconocida por todas partes cuando se habla del tiempo y que haya quedado absolutamente claro que ninguna asociación de los atentados de lo que se llama como "17-A".

Por esta razón, estoy absolutamente de acuerdo con la propuesta de Javier y Mireia de constituir una asociación de víctimas del 17-A y que así puedan, entre otras cosas, exigir a las administraciones las ayudas que éstas han mencionado (con la boca pequeña) en reuniones y encuentros y que, hasta ahora, obviamente no han otorgado.

Ahora se verá si estos compromisos y ese interés es real o es sólo de cara a la galería. Y también servirá para poner sobre la mesa lo que muchos no quieren ver ni mucho menos reconocer: que si no hubiera sido por la labor de la UAVAT la inmensa mayoría de víctimas nunca hubieran sido asistidas, ni informadas ni asesoradas como merecen.

Venga, como decimos entre nosotros: COME TOGETHER, ayudando en todo lo que podamos.

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