29 noviembre 2002 La Crónica de Mèxico

29 noviembre 2002

Tots sabem que en tants anys de feina en Robert ha tingut presència en infinitat de medis de comunicació però no tenim la constància escrita de centenars de aquests contactes. Una investigació a través de la “red de reds” i la confiança en que els medis hagin penjat els treballs efectuats anys enrere ens permet localitzar moltes de aquestes entrevistes, com la publicada en el diari “La Crónica” de Mèxic el día 29 de novembre de 2002.

El company Dario Dávila ens presenta una entrevista amb en Robert contestant i reptant amb les declaracions a, ni mes ni menys, al conegut subcomandante Marcos. Amb qui no se las ha tingut en Robert?

També hem d’aclarir un parell de punts: malgrat la informació publicada, en Robert ja va advertir en el seu moment que ell no va en cadira de rodes i que les campanyes que fa, son, evidentment, en contra de la violència. Potser al ser una entrevista telefònica i sense relació presencial ni anterior ni posterior, el company Darío Dávila va plantejar cometre aquest parell de errades.

Hablemos de los muertos, reta víctima de ETA a Marcos

Es cierto, dice Roberto Manrique desde Barcelona, España, las bombas de ETA de las que habla Marcos, no se las enseñaron a hacer en México, los etarras las explotaron aquí. “Ahora estoy quemado al 80 por ciento del cuerpo. Tengo metralla en los pulmones y el riñón. El hígado hecho polvo con dos hepatitis. Vale, sigo vivo pero inválido”. Por eso, Roberto, quien sobrevivió a uno de los peores atentados de ETA ocurrido el 19 de junio de 1987 en Barcelona, pregunta y lanza un reto al dirigente del EZLN: “¿Alguna vez ha platicado con víctimas de la ETA? ¡Ese Marcos está equivocado y lo reto a que me invite a México como representante de las víctimas de ETA para que le hable de terrorismo”      

Representante de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en Cataluña, Roberto platicó con Crónica vía telefónica sobre lo sucedido aquella tarde de un junio cuando terroristas estacionaron un Ford Sierra debajo de la carnicería donde el entonces joven de 24 años trabajaba. Aquel día, el coche iba cargado con mas de 300 kilos de explosivos, entre los que resaltaba el amonal, un químico similar al napalm utilizado en la guerra de Vietnam que conforme encuentra más oxígeno, causa mayor daño y quema la piel. La amas de casa deambulaban con los niños hacia el supermercadio Hipercor era fin de cursos en los colegios. Ahí, las mujeres se surtían de la despensa. Incluyendo cortes de carne que Roberto vendía. El tablajero tenía dos hijos pequeños, por eso el muchacho laboraba doble jornada. Pero un día antes del atentado, recibió una llamada de Josémaría, un tipo atlético y compañero de trabajo que le pidió: “¿por qué no me cambias el día?” y Roberto respondió: “vale, por un día no pasa nada”. Se puso de acuerdo con su mujer para ir a cenar con los niños apenas saliera del trabajo. Sin embargo, de última hora cambió de opinión. “Me di cuenta que la gente se iba de vacaciones y pensé: las cosas se iban a complicar”. Llamó a casa para explicarle a su mujer que no fuera con los niños.

Eran las cuatro y diez cuando colgó el teléfono. Y de pronto ¡pum! Todo se nubló. El estruendo lo ensordeció. La onda explosiva de la explosión lo abrazó y le quemó las piernas, la espalda. Fragmentos de vidrio se le clavaron en la cara. La explosión alcanzó a los negocios que vendían aceite. Aquello alcanzó los tres mil grados centígrados, según reportaron los bomberos. Roberto pudo pararse con la piel quemada. Caminó con esfuerzo y salió de la nave comercial, alguien, no recuerda, lo cargó y lo subió a un taxi, eso “me salvó la vida”. El atentado mató a 21 personas incluidos 4 niños. Hubo decenas de heridos. Así es que con esta vivencia, el representante de las víctimas del terrorismo (AVT) en Cataluña se refirió a lo expresado por Marcos que el fin de semana opinó que “hermanos vascos no vinieron a decirnos qué hacer, ni nos enseñaron a hacer bombas ni a planear atentados. Por que acá las únicas bombas son las chiapanecas que, a diferencias de las yucatecas, nunca riman”.

La declaración del sub Marcos, afirma Roberto, refleja que es “ignorante, que no conoce al problema”. Además, “es irresponsable que se exprese de esa manera. Es obvio que desconoce el problema. No sabe el daño que hace con esas declaraciones a casi tres mil familias cuyos seres queridos han sido víctimas de ETA”, dijo. Roberto se dedica ahora a realizar campañas en contra de la no violencia. Quisiera segur siendo carnicero, pero la silla de ruedas en la que permanece no se lo permite del todo. Lo que sí puede es levantar la voz cuando alguien se expresa del tema del terrorismo: “a mi, me importa un puñete. No sólo hablamos de las explosiones. ¿Qué pasa con los que les dieron un tiro en la nuca, con los niños muertos, con las viudas?”. “Seguramente si el señor Marcos hubiera dado esas declaraciones a uh periódico español no faltaría quien lo apoyara, pero seguramente nunca ha escuchado hablar a los que no quieren un estado independiente, a los que no están de acuerdo”, sentenció. Y le dijo al subcomandante: ¿Alguna vez ha platicado con víctimas de la ETA? ¡Ese Marcos está equivocado y lo reto, escucha bien, lo reto a que me invita a México como representante de las víctimas de ETA!”. “¿Es por una idea política? Entonces, si se trata de eso, en un extremo, ahora va a salir un señor en Madrid a pedir que quiere ser independiente y como no lo hacen, pues a matar gente ¿qué bonito, no?”