27 febrero 2015
ETA
recabó información de más de 15.600 personas en los años de máxima actividad
Historiadores presentan
un estudio en el Parlamento que señala a la banda terrorista como la “más letal
en democracia”.
Aunque muchos de ellas quizás no lo han
sabido nunca, ETA recopiló información de más de 15.600 personas durante los
años en los que su actividad terrorista fue más intensa. Políticos del PP y del
PSOE, empresarios y miembros de las fuerzas de seguridad fueron los colectivos que la banda convirtió
en objetivos prioritarios, pero también recabó datos de escoltas, escritores,
personal de la universidad y representantes de otras formaciones, incluida
Herri Batasuna. Los datos forman parte del
informe ‘Los contextos históricos del terrorismo en el País Vasco y la
consideración social de sus víctimas 1968-2010’ , que ayer se presentó en la Comisión de Derechos
Humanos del Parlamento vasco.
El documento, de 187 páginas, ha sido elaborado por
varios historiadores del Instituto Valentín de Foronda de la UPV para intentar “arrojar
luz” sobre los diferentes actos de terrorismo que se han producido en Euskadi,
una violencia que “ha condicionado todas las dimensiones de la vida ciudadana”. Los autores del
análisis dividen el informe en cuatro etapas: franquismo, Transición,
consolidación democrática y “socialización del sufrimiento”.
A través de documentación procedente de
varias fuentes, los integrantes del Instituto de Foronda sostienen que los
historiadores son “los profesionales competentes para explicar con rigor” cómo
fue una época en la que se contabilizan 914 muertos, 845 de ellos a manos de
ETA “y organizaciones afines”. De hecho, los investigadores recalcan que ha
sido esta banda “la principal responsable de la escalada terrorista en Euskadi”
al haber sido la “más longeva, mortífera y con mayor apoyo social”. Destacan,
asimismo, que “a pesar de nacer contra una dictadura, el terrorismo de ETA fue
más letal en democracia”.
El texto, que fue presentado en el
Parlamento vasco a instancias del PSE, arranca con una breve contextualización
histórica de cómo surgió ETA para explicar su posterior evolución y la
aparición de grupos terroristas de signo contrario. El volumen incluye material
gráfico y también realiza una “aproximación a otros efectos del terrorismo”, un
epígrafe en el que están incluidos los costes económicos, el número de
atentados, los heridos y los amenazados.
Se trata, en la mayoría de los casos, de
cifras descomunales que demuestran el impacto social que ha tenido en Euskadi
el terrorismo. Según destacan los autores del trabajo, aunque los atentados han
desaparecido de la escena pública, el terrorismo “no pertenece únicamente al
pasado, puesto que sus consecuencias se proyectan constantemente sobre nuestro presente
y futuro”.
El dato, por ejemplo, de cuántas personas estuvieron
vigiladas por la banda resulta significativo. El informe no aclara si fueron seguimientos
personales o si los terroristas se limitaron a recabar datos mediante recortes
de periódicos. Pero, aun así, el número evidencia la voluntad de ETA por
aplicar la “socialización del sufrimiento” mediante la coacción. Los
historiadores del Instituto de Foronda recalcan, en base a informes de la Guardia Civil , que
más de 15.600 personas fueron objeto de seguimientos por parte de ETA.
En todo caso, admiten que se trata de
una cifra conservadora, ya que los datos sólo abarcan hasta 2001, por lo que la
última década de actividad terrorista no está contabilizada. En sentido,
admiten que en los apuntes recopilados por las fuerzas de seguridad solo
aparecen como fallecidos cuatro personas bajo el epígrafe “traficantes de droga”,
cuando la organización “mató a una treintena de personas bajo esa acusación”, o
un solo exmilitante de ETA, cuando asesinó “a cinco”.
Aunque piden
“cautela” a la hora de analizar los datos y reconocen que otros estudios han
ido todavía más allá –Gesto por la paz habló de 42.000 personas–, los autores del informe sí enfatizan
que las tablas presentadas muestran “la relativa pluralidad” de los amenazados y
la “amplitud de la intimidación”. “Las dificultades de cálculo son similares a
las que genera la suma de aquellos amenazados que se vieron obligados a
abandonar el País Vasco”, sostienen.
213 de la universidad
El listado es amplio. Más de 3.700 políticos del PP,
casi 1.300 del PSOE, más de 150 del PNV, alrededor de 2.700 miembros de las
fuerzas de seguridad y del Ejército, más de un millar de personas vinculadas a
la judicatura o la fiscalía, 213 incluidas en el apartado “universidad”. Hay “diferentes
sectores profesionales y procedencias geográficas”.
Entre las personas de las que ETA recabó
información hay 14 políticos del BNG y 6 del Partido Andalucista. “Estar en la
lista no significa que la información recabada fuese a ser empleada para
atentar contra ellas. No cabe calificarlos como objetivos de ETA”, aclaran los
historiadores, que también aportan datos económicos.
Sólo en el periodo comprendido entre
1971 y 2001, el Consorcio de Compensación de seguros pagó más de 161 millones
de euros por daños personales y materiales provocados por el terrorismo. A esto
hay que sumar que 3.400 víctimas de ETA o sus familiares, incluidas las de la
kale borroka, han sido indemnizadas con cantidades que rondan los 400 millones
de euros. De ellas, 862 por fallecimiento y alrededor de 700 con gran invalidez
o incapacidad absoluta o total.
El estudio también aporta otras
conclusiones. Por ejemplo, recuerda que sólo 10.000 de las 40.000 personas
detenidas por su presunta vinculación con el terrorismo acabaron siendo imputadas.
Un exceso que también ha servido “a la hora de difundir la comprensión o
justificación de la violencia terrorista en el marco general de ‘las
violencias’”.
Opinión:
Aunque
toda la información es provechosa para dar a conocer la realidad social y la
problemática económica que el terrorismo de la banda ETA ha causado, todos
estos datos ya se plantearon, en su mayor parte, en las actividad de
investigación que llevó a cabo la antigua AVT con anterioridad al año 2000. Lo
digo porque no me sorprende nada de lo que se dice ahora y habría sido de
interés que consultaran a los que ya nos trabajamos todos estos temas, sin
recursos y cuando la banda terrorista estaba todavía activa. No me extrañaría
que mucha de esta información se haya obtenido de aquellos estudios que ya
presentamos a diferentes sectores de la administración.
Dicho
lo cual, ver que en los últimos meses van apareciendo informaciones como si se
trataran de novedades, sinceramente, no me cuadra. Se agradece que lo vayan
reescribiendo y lo vayan republicando, pero los méritos no son siempre de los
que ahora creen tenerlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario