18 mayo 2025
Víctimas
del terrorismo irrumpen en una manifestación proetarra en Pamplona: "No
son presos políticos"
Consuelo
Ordóñez, Iñigo Pascual, Conchi Fernández y José María Lobato muestran carteles
que denuncian que «no son presos políticos sino asesinos presos» en una
protesta de Sare en Pamplona
9
horas. Plaza del Ayuntamiento de Pamplona. Cuatro víctimas del terrorismo han
irrumpido este domingo en una manifestación de Sare, la plataforma que arropa a
los presos de ETA. Consuelo Ordóñez es el rostro más reconocible de un grupo
donde también ha estado Iñigo Pascual, hijo del ingeniero de Lemoiz Ángel
Pascual asesinado por ETA, Conchi Fernández, viuda del guardia civil Aurelio
Prieto tiroteado en Alsasua en los años 80 y Jose María Lobato, que resultó
herido grave cuando escoltaba a una concejala del PP en San Sebastián. La
Policía Nacional les ha impedido acercarse a los manifestantes y aunque ha
habido tensión no se han registrado incidentes.
Las
cuatro víctimas han exhibido carteles donde podía leerse «No son presos
políticos. Son asesinos políticos», «La convivencia no se construye sobre
impunidad», «La única excepcionalidad son vuestros privilegios por ser presos
de ETA» y «Sin arrepentimiento no hay reinserción. ¿Por qué les prohibís
arrepentirse?».
En
la plaza del Ayuntamiento de Pamplona terminaba este domingo una protesta
convocada por Sare para denunciar «las leyes y políticas de excepción» que se
aplican, a su juicio, a los reclusos de la banda terrorista. 'Hasta completar
el puzzle' es el nombre que recibe una iniciativa que ha recorrido los 544
kilómetros que separan una treintena de localidades donde nacieron o vivían
personas que cumplen prisión por su vinculación con ETA en régimen cerrado. Es
decir, sin acceso al tercer grado o flexibilizaciones del segundo para salir
unas horas de prisión. Lexaka, Galdakao o Berango son algunos de los municipios
donde se han realizado actos que culminan este domingo en la capital navarra
para pedir la excarcelación de los presos de la banda.
«¡Os
falta la última pieza! ¡Las víctimas!», ha gritado Consuelo Ordóñez. «Hemos
venido a decirle a la izquierda abertzale que no son presos políticos sino
asesinos presos y están en la cárcel por matar o ayudar a matar a nuestros
familiares», ha denunciado. «Estoy indignadísima. Somos solo cuatro víctimas y
la Policía Nacional no nos ha dejado pasar. Les habíamos avisado previamente de
que iríamos. Esto no nos había pasado nunca», ha lamentado la presidenta de
Covite.
No
es, ni mucho menos, la primera vez que Covite realiza una 'ekintza'. Sí, es el
mismo término que utilizaba ETA para sus acciones y la principal asociación
vasca de víctimas del terrorismo quiere hacerse con la palabra y
resignificarla. La más conocida se produjo en Alsasua en diciembre de 2016. La
izquierda abertzale había convocado una protesta para respaldar a los acusados
de agredir a varios guardias civiles en la localidad. Allí se presentaron, con
carteles de apoyo a la Guardia Civil y de «odio fuera», Consuelo Ordóñez,
Fernando Altuna, Iñigo Pascual y Conchi Fernández. Sin escolta policial, fueron
increpados e insultados entre gritos de «fascistas», «terroristas» y
«sinvergüenzas». Ellos se mantuvieron en silencio con sus carteles.
El
precedente más cercano fue en 2021 durante un acto de Sare en el paseo
donostiarra de La Concha. Allí, varias víctimas de Covite desplegaron unos
gigantescos carteles donde se veían las palabras «presos políticos» tachadas y
se leía en grande «asesinos presos», tanto en castellano como en euskera.

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