07
agosto 2019 (05.08.19)
“La casa ha volado. Da la vuelta y hagamos un plan”
Las
conversaciones grabadas por los terroristas del 17-A muestran cómo se
reorganizaron tras la explosión que mató al líder del grupo
La célula terrorista de Ripoll pretendía cometer un gran atentado, con bombas, el 20 de agosto de 2017. Tal vez en el Camp Nou, durante el partido entre el Barça y el Betis. Quizás en
Mohamed Hichamy, uno de los terroristas, grababa las conversaciones que
mantenía con la célula mediante la app Call Recorder. Los
Mossos han reconstruido así los diálogos de los jóvenes el día 17 de agosto,
tras conocer el desastre de Alcanar, donde almacenaban los explosivos. El
sumario que instruye la
Audiencia Nacional muestra cómo, en pocas horas, planearon la
alternativa.
A las
15.00, Hichamy está con Younes Abouyaaqoub. Reciben la llamada del hermano de
este, El Houssaine, que está reunido con el resto de la célula. “Estoy con los
chicos ahora. Vamos al río”, dice antes de explicarle el incidente de Alcanar,
del que Hichamy no tiene noticia. “¿Tú? ¿Sabes que la casa ha volado?” “No, no
lo sé”. “Pues que sepas que la casa ha volado. Da la vuelta y ven para que
hagamos un plan”.
Discuten.
No está claro cuál debe ser el siguiente paso.
—Estamos
lejos para llegar hasta allí, mirad de reuníos los cuatro y pensad qué hacer
—dice Hichamy.
—¿Qué vamos
a hacer? No sabemos qué hacer —replica El Houssaine.
—Bueno,
coged los coches y moveos por la carretera y mirad lo que vais a hacer. Entrad
en la AP-7 y si
veis algo entrad yo qué sé, lo más importante es que os mováis.
La segunda
llamada se produce a las 15.51. El Houssaine informa a Hichamy de que están
saliendo de Ripoll. Hichamy les pide que “aceleren un poco” y le recojan en la AP-7 , principal arteria
viaria de Cataluña. Los Mossos aclaran que, poco antes, el terrorista ha
sufrido un accidente en esa vía a la altura de Cambrils. Cuando el conductor
del otro vehículo le dijo que iba a llamar a la policía, Hichamy saltó la valla
y se fue por un camino.
La
detallada cronología policial ayuda a poner en contexto lo ocurrido ese 17 de
agosto. A mediodía, antes de las frenéticas llamadas, Younes e Hichamy acuden
con una furgoneta a Parets del Vallès para alquilar otro vehículo para cuatro
días. Seguían el plan inicial: emplear las furgonetas “para meter el explosivo
TATP [conocido como madre de Satán] junto a bombonas de butano para
acrecentar la intensidad de la deflagración”, recoge un informe.
Cada uno al
volante de una furgoneta, circulan hacia el sur. “Su destino era el inmueble
operativo de Alcanar”, dicen los Mossos. Aún no conocen las trágicas noticias
sobre la muerte de su mentor. Antes de las 14.00 franquean el peaje de Martorell.
Entre la primera y la segunda llamada grabadas con Call Recorder, Younes e
Hichamy se separan: el primero circula ya hacia Barcelona —se convertirá en el
autor del atropello de La
Rambla , que acabó con la vida de 14 personas— y el segundo,
hacia Cambrils. Desde allí recibe la segunda llamada en la que pide que le
recojan.
Reunidos en
Cambrils, Hichamy y otros cuatro terroristas —su hermano Omar, El Houssaine
Abouyaaqoub, Said Aalla y Moussa Oukabir— circulan en un Audi A3. En paralelo,
a las 16.50 Younes irrumpe en La Rambla. Horas más tarde, los cinco del Audi A3
son grabados en una gasolinera. Ya conocen la matanza. Y deciden seguir
adelante según las directrices del Estado Islámico, que conmina a los suyos a
tener listo “un ataque alternativo”.
Sobre las
22.00, compran cuchillos, un hacha y artículos para fabricar chalecos
explosivos falsos en un bazar chino. Van a una masía desierta en Riudecanyes y
queman su documentación personal en un ritual conocido como “camino sin
retorno”. A la 1.00 irrumpen con el Audi A3 en el paseo marítimo de Cambrils,
atropellan mortalmente a una mujer y son finalmente abatidos por los Mossos.
Llevan un pañuelo rojo al cuello, como los atacantes de la sala Bataclan de
París, en homenaje a Abu Dujana, coetáneo de Mahoma y conocido como “el
guerrero de pañuelo rojo”. Los han hecho en la masía con jirones de una
camiseta Tommy Hilfiger.
Dicen los
Mossos que la geografía del 17-A es “aleatoria”, pero no así la operativa. El
ataque de Barcelona “fue un calco de los sucedidos en Niza o Berlín”, mientras
que el de Cambrils “imitó en su integridad” el que padeció, apenas dos meses
antes, Londres.
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