viernes, 23 de febrero de 2024

21 febrero 2024 (3) Voz de Galicia (opinión)

21 febrero 2024 


 

Mari Mar Blanco y Marlaska polemizan en la Cámara Alta

La senadora del PP, hermana del concejal asesinado por ETA, reprochó a Interior su política de acercamiento de presos etarras y pidió la dimisión del ministro, que le reclamó que vuelva al espíritu de Ermua

La senadora del PP, Mari Mar Blanco y el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska protagonizaron ayer en el Senado un agrio debate en la que la hermana del exconcejal del PP asesinado por ETA reclamó la dimisión del ministro del Interior por la política de acercamiento al País Vasco y Navarra de los presos de ETA.

Blanco arremetió contra Marlaska por su gestión al frente de su Interior y le acusó de no llamarla cuando acercaron al País Vasco al asesino de su hermano Francisco Javier García Gaztelu, alias Txapote «Señora Blanco, espero que sea la última vez que usted y yo confrontemos en este tema. De tú a tú, le tenemos todos un respeto mayúsculo a su historia y a la dignidad que representa su familia y usted. Por eso nunca alzaremos la voz, nunca insultaremos como se ha insultado a otras víctimas del terrorismo», le replicó Marlaska. El ministro le reclamó evitar la confrontación y volver al espíritu de Ermua, que precisamente surgió tras el asesinato de su hermano Miguel Ángel Blanco a manos de la banda terrorista.

Opinión:

Desde el mayor de los respetos, me gustaría que de una vez por todas, se entendiera que Marimar Blanco no representa, en absoluto, a “LAS” víctimas del terrorismo. Ya no las representaba en su época de presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo (de hecho, muchas pedimos su dimisión) y tampoco lo ha hecho en sus diferentes labores en distintos organismos, tanto españoles como europeos. También me gustaría conocer las iniciativas, proyectos o propuestas que ha podido presentar en sus etapas en esos cargos pero, sinceramente, no se si algún día podremos tener acceso a esa información.

Lo que sí queda claro de esta noticia (como ha ido quedando a lo largo de muchos años) es que a esas víctimas que no ostentamos cargo político alguno no se nos ofrecen las oportunidades de poder hacer pública la realidad social en la que viven cientos de ciudadanos que han sufrido los embates de un atentado terrorista. Por mi parte, al igual que muchas otras, no acepto que nadie se crea con el derecho a representarme y menos desde un púlpito partidista.

Y lo digo desde mi postura absolutamente personal y con el derecho a decir, bien alto y bien claro, que en mas de 30 años he recibido la propuesta de cinco siglas diferentes para entrar en el mundo de la política.

Obviamente, todas rechazadas por mi parte.

Y luego, otro tema al que parece que Marimar Blanco llegó tarde a clase aquel día. La relación que adjunto de miembros de la banda terrorista ETA acercados a sus lugares de origen ¿sabe de qué fecha es? ¿sabe quién gobernaba entonces? ¿sabe quien era el ministro de Interior en esos momentos?

A lo mejor es que, con tantos intereses políticos, se pierde la memoria o simplemente se desconocen.




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