viernes, 23 de noviembre de 2012

22 noviembre 2012 (3) La Gaceta (opinion)

   
22 noviembre 2012 (3)



Lucha por una indemnización
834 euros por la vida destrozada


Interior deniega la indemnización a una víctima de ETA. “Me equivoqué, en vez de policía debería haber sido terrorista”.


 
Sufrió un terrible atentado de ETA en marzo de 1983. Nunca se recuperó psicológicamente. Por ello pasó al régimen de segunda actividad del Cuerpo Nacional de Policía. No fue informado de que se celebró un juicio contra los etarras que a punto estuvieron de asesinarlo y, por ende, no fue llamado a declarar como testigo ni como afectado. Sólo cobró una ridícula ayuda de 834 euros. José Micol sigue luchando para conseguir una indemnización acorde con el sufrimiento padecido. Anteayer, según explica a LA GACETA, recibió la última negativa del Ministerio del Interior. Justo el mismo día en que se conoció que las familias de dos miembros de la banda fusilados en 1975 van a recibir 135.000 euros cada una en concepto de indemnización que otorga el Gobierno vasco.
“Está visto que me equivoqué de profesión, en vez de ser policía debería haber sido terrorista”, comenta Micol completamente indignado. “Es sangrante –agrega– lo que el Ministerio del Interior está haciendo con las víctimas”. “En enero de este año cobré 834 euros por un atentado que me destrozó la vida, porque ya no he vuelto a ser el mismo; llevo 29 años y medio callado, pero desde hace unos meses estoy con el agua al cuello y tengo cuatro hijos y una esposa”, narra emocionado. Y apostilla que “mucho nos han hablado de la nueva ley de víctimas, pero son sólo fantasías”.
Se da la circunstancia de que Micol fue la primera víctima del terrorismo que el pasado verano, cuando estalló el caso Bolinaga, anunció que se pondría en huelga de hambre en señal de protesta por el trato de favor al etarra. “En aquel momento en el ministerio estaban muy interesados por mi caso, pero siempre para preguntarme por la huelga de hambre...ahora ya no lo están”, concluye.   

Opinión:

Es doloroso ver cómo se trata a una víctima del terrorismo por parte de la administración. Y más doloroso es ver que luego se vuelve contra quien creyó que le ayudaría. Si alguien de La Gaceta se hubiera dignado venir el miércoles a la Jornada que hicimos en la Universidad de Barcelona habría podido escuchar cuantas víctimas han pasado por lo mismo en los últimos 30 / 35 años. Con nombres y apellidos. El problema es que esas víctimas no se han dejado, en su mayoría, utilizar por nadie ni a nivel mediático ni a nivel partidista.
Por eso fue un orgullo hablar de ellos, de sus casos, de sus vidas, ante tanta gente interesada en conocer la verdad.
Señor Micol, hable con los abogados de la AVT que seguro sabrán ayudarle, suponiendo que no dediquen tanto tiempo como antes a presentar demandas y querellas contra otras víctimas como se hacía épocas no muy lejanas. ¿Tanto ha cambiado el tema?

De víctima a víctima, un fuerte abrazo y paciencia. Mucha paciencia.
 



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