lunes, 30 de junio de 2014

30 junio 2014 (29.06.14) (2) Diario del Alto Aragón (opinion)

30  junio 2014 (29.06.14)

"me parece injusto e incomprensible que la vida siga adelante sin mi hijo"

Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, participó ayer en la mesa redonda "El duelo por la muerte de un hijo" organizada por el Grupo de Duelo de Monzón. Le acompañaron Rosa Jové, psicóloga experta en emergencias y acompañamiento en el duelo y el morir, y Robert Manrique, excoordinador del Servicio de Información y Orientación a Víctimas del Terrorismo de la Generalitat de Cataluña.






“Hoy no estoy aquí como presidenta de la asociación sino como madre que perdió a un hijo de 20 años inesperadamente, sin mediar una enfermedad, un altercado o una provocación” dijo.
Entre lágrimas, Manjón narró la terrible experiencia vivida en 11 de marzo de 2004 y los ocho días siguientes. De despidió de su hijo de 20 años a primera hora de la mañana y cuando Iñaki Gabilondo, a los pocos minutos, anunció en la radio que había habido explosiones en las estaciones de tren de Santa Eulalia y El pozo, las más próximas a su domicilio, le dio un vuelco el corazón. “No me pregunten cómo, pero en aquel instante supe que algo malo le había pasado. Enseguida comenzamos la búsqueda. Todo Madrid era un caos. Fuimos de un hospital en otro. Yo me agarraba a un clavo ardiendo y pedía identificaciones de heridos y muertos. Al final se confirmó lo que había presentido. Y luego tuvimos que esperar ocho días y ocho noches hasta que nos entregaron el cadáver. Resultó insoportable”, reconoció.


Recibioendo la placa de recuerdo por parte de la
Junta Directiva de "Grupo de Duelo de Monzón


Han pasado diez años y el duelo no ha remitido. Manjón sufre depresiones y ansiedad, apenas duerme y la tristeza rara vez la abandona. Para describir se estado de ánimo dijo: “Me perece injusto e incomprensible que la vida siga adelante sin mi hijo. No he superado su muerte y dudo de que llegue a hacerlo. Siempre hablo de el en presente. Conservo su ropa, incluso hice una colcha con parte de ella. Me abruman los ruidos y las aglomeraciones y no puedo entrar en una estación de cercanías. Mis inquietudes y valores no son los mismos. Aquel 11 de marzo me fui y no he vuelto. Cuando me reúno con mis compañeros sindicalistas, me doy cuenta de que no escucho. Mi futuro es hoy”.
Al mencionar de pasada a los autores materiales del atentado, afirmó que no sentía “ni odio ni rabia”, y que sólo se había preocupado de que los extraditasen “para que no vuelvan a causar tanto dolor”. No entró en consideraciones políticas ni en las polémicas suscitadas en torno al 11M pero subrayó: “Sí, siento rabia cuando me insultan y juegan con nuestros muertos”.
Manjón terminó con dos frases conmovedoras: “¿Saben? Nunca será abuela por ese hijo perdido y no sé si algún día conseguiré recordarlo sin sufrir”.

Opinión:

Resumiré el ambiente que se vivió en el Centro Cívico “Miguel Lemus” de Monzón con las palabras de una de las asistentes: “es precioso ver como las personas que tanto habéis sufrido dedicáis vuestros esfuerzos a ayudar a otra gente que también hemos sufrido viniendo hasta aqu”´.

Pues eso.

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