viernes, 21 de julio de 2023

20 julio 2023 El Periódico de Catalunya (opinión)

 

 

 

20 julio 2023 


 

Condena de silencio para los exterroristas

Mario Calabresi, hijo del comisario asesinado por terroristas de extrema izquierda en 1972, no cree que las víctimas hayan de dictar la política

Con 16 años de retraso, se ha publicado en España el libro 'Salir de la noche', de Mario Calabresi, escritor y periodista, exdirector de 'La Stampa' y 'La Repubblica', e hijo del comisario de policía Luigi Calabresi, asesinado en 1972 por terroristas de extrema izquierda, tras una campaña mediática infame que le responsabilizó de la muerte del anarquista Giuseppe Pinelli, que cayó por la ventana cuando era interrogado tras la matanza de 1969 en la Banca Nazionale dell'Agricoltura, en Milán. Luigi Calabresi ni siquiera estaba en la sede policial cuando murió Pinelli y fue exonerado años después de ser asesinado.

Mario Calabresi tenía 2 años cuando murió su padre y tardó 37 en escribir sobre el crimen y sobre los testimonios de otras víctimas de grupos que, como las Brigadas Rojas, sembraron el terror en Italia en los años de plomo. El libro es una investigación y un testimonio impresionantes sobre la memoria, las víctimas y la reinserción de los terroristas. Como ha declarado Calabresi, se puede ser exterrorista, pero no exasesino. Sobre la memoria, el autor elogia la decisión de 'The New York Times' de publicar todos los retratos de las víctimas de los atentados del 11S porque "son los detalles los que mantienen viva la memoria".

En tiempos en que en España se cuestiona la reinserción de los exterroristas, Calabresi cita el testimonio de una víctima: "Lo mínimo sería que los condenaran al silencio social: no tienen nada que enseñar". Otra víctima, que coincide en pedir silencio a los asesinos, añade: "No discuto las leyes y la posibilidad de que los terroristas rehagan sus vidas", pero "lo cierto es que los condenados a 'cadena perpetua' hemos sido nosotros".

Reconocimiento explícito

Calabresi, sin embargo, no cree que las víctimas hayan de dictar la política. "No considero que las instituciones deban pedir permiso a las víctimas para legislar, para decidir si conceder un indulto, un permiso como recompensa, una libertad provisional o vigilada. Son cosas que deben hacerse en aras del interés general", y los "dolores privados" no pueden paralizar las decisiones, señala. Según el expresidente italiano Giorgio Napolitano, la "legítima" reintegración en la sociedad de los culpables de actos de terrorismo "debería traducirse en el reconocimiento explícito de la injustificable naturaleza criminal del ataque terrorista (…) y debería ir acompañada de conductas públicas inspiradas en la máxima discreción y mesura".

Como en España, en Italia también existe la sensación de que los exterroristas han salido en libertad "sin contribuir plenamente a la verdad". "El Estado debería haber intercambiado la libertad provisional por un claro compromiso en aras de la claridad y de la definición de responsabilidades", escribe Calabresi.

Porque la gran pregunta es cuándo acaba el terrorismo. Otra víctima, exdiputada de izquierdas en tres legislaturas, cuyo marido fue asesinado, es tajante al rechazar que lo que hicieron los terroristas "puede superarse como si nada hubiera ocurrido". "Eso es imposible", afirma, porque sus efectos siguen vigentes. "El terrorismo nunca terminará mientras esté vivo mi hijo, que lleva su marca encima", sentencia.

Opinión:

Aunque el artículo menciona enormes verdades, hay un dato que no encuentro: la legislación es diferente en cada país y, por mucho que hablemos de la unidad europea, en este sentido no existe ni unidad ni siquiera en considerar qué es y qué no es “terrorismo”.

Y así nos va.

 

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