23 julio 2025
Información para los "ignorantes de guardia"
Tras
la publicación, hace unos días, de mi opinión sobre algunos de los fines que la
Fundación Miguel Ángel Blanco publicita como información, he recibido algunas
llamadas para, con más o menos educación o argumentos coherentes, hacerme saber
que mi opinión no es la adecuada.
Dejando
aparte si lo que uno piensa es o no adecuado, aporto el escrito del discurso
que una viuda del atentado, precisamente del “Hotel Corona de Aragón”, sucedido
el mismo 12 de julio, leyó en el único acto celebrado en toda España y que, obviamente, se
preparó a título personal por algunas víctimas de ese atentado.
Lo
cierto es que hasta es divertido dar respuesta documentada a los ignorantes
de guardia y a los que hablan de lo que no conocen, especialmente a los que
deberían haber estado también en esos mismos actos en memoria de las víctimas
del “Hotel Corona de Aragón” porque siempre están con "LAS" víctimas. Por lo tanto, lecciones las justas.
Este
es el discurso de María Gracia Roca y, tras leerlo, que cada cual se plantee
las cosas.
Muchas
gracias Sra. Alcaldesa.
Queridas
víctimas, familiares, autoridades, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado,
bomberos, memora, y señores y señoras
Permítame
que mis primeras palabras sean de agradecimiento al Ayuntamiento de Zaragoza
por dejarnos conmemorar un año más (46) el atentado del hotel Corona de Aragón,
de esta, vuestra ciudad y que con tanto cariño nos acogen.
Este
ha sido un año muy especial para mi, pues he superado un cáncer, y por tal
motivo, soy plenamente consciente de lo que representa estar de nuevo en este
consistorio para poder dar voz a quienes injustamente se la quitaron.
Si
hay un eje que vertebra todas las reivindicaciones del colectivo de víctimas
del terrorismo, esa es la memoria. No como un simple recuerdo del pasado, sino
como una realidad compleja y necesaria que trasciende lo personal y se
convierte en una exigencia moral colectiva.
Recordar
no es solo rendir homenaje, es también afirmar un compromiso con la paz, la
libertad y la verdad. La memoria protege la dignidad de quienes sufrieron lo
irreparable y nos recuerda que cada ataque no fue solo contra una persona
concreta sino contra todos nosotros como sociedad.
Mantener
viva la memoria es nuestra obligación con las generaciones venideras.
Cualquier
acto terrorista con autoría o sin ella, como es nuestro caso, marcaron décadas
de sufrimiento y a pesar del tiempo, aun hoy , algunas heridas siguen abiertas.
Personalmente,
me he autoconvencido de seguir luchando para que lo sucedido en Zaragoza en
fecha 12 de julio de 1979, jamás quede en el olvido, algo tan trascendente que
forma parte de la historia de nuestro país.
Y
para terminar, un emocionado abrazo para todos lo que estáis aquí presentes, y
me gustaría expresar mi gratitud por dejarme representar a un colectivo tan
grande pero a su vez tan abandonado.
Muchas
gracias.

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