martes, 22 de abril de 2014

21 abril 2014 (3) El Periodico de Catalunya (opinion)

21 abril 2014



Batalla por el relato de la paz

El Ejecutivo vasco transige con la versión aberzale de que no hay “vencedores ni vencidos”





La batalla por el relato es una de las cuestiones políticas más candentes en Euskadi en estos momentos. No hay un debate explícito, pero si una guerra soterrada sobre quien y cómo relatará cómo sobrevivió Euskadi a medio siglo de violencia y cómo se gestionó el final del terrorismo de ETA y la transición hacia una nueva fase, la de la convivencia. Y el cese, el pasado 2 de abril, de Txema Urkijo, uno de los fundadores de Gesto por la Paz (plataforma pacifista extinguida en el 2013), como asesor sobre las víctimas del Gobierno vasco, da alas a un cambio de mensaje. Uno que no incluye el reconocimiento del daño causado y que no deslegitima la violencia, a pesar de que el lendakari Urkullu incluye esos requisitos en sus intervenciones.
Esa es la doctrina que defiende el artífice del cese de Urkijo, el que fuera fundador de Elkarri (otra plataforma pero, esta, de inspiración nacionalista), Jonan Fernández, un influyente alto cargo, y con el que se encuentra cómoda la izquierda abertzale.
“Es imposible que haya un mismo relato de todo lo sucedido. Pero si tiene que estar claro quien está legitimando y quién no para confeccionar una memoria que debe basarse en la verdad, la justicia y la reparación”. La reflexión es de una víctima que estima más guardar el anonimato. No es por temor, sino porque como otros muchos en Euskadi prevé “cansado” que a la izquierda aberzale le costará “mucho tiempo todavía” asumir todo el daño causado.
La diferencia en el relato es lo que hace que el Ejecutivo del PNV cuente solo con EH Bildu, en la Ponencia de Paz y Convivencia, que en noviembre pasado aprobó el plan de paz y convivencia 2013-2016. además, ahora mismo no existe interlocución con el ministerio del Interior para el proyecto del Memorial de Víctimas al que el Gobierno central está obligado a levantar en Euskadi, por imperativo legal. “Construir un centro en memoria de las víctimas requiere de un consenso que ahora no existe. ETA no se disuelve, la izquierda aberzale no tiene nada que reprocharle y el PNV nada entre dos aguas porque comparte la gramática profunda de que todo se debe a la existencia de un conflicto. Puede que no haya un relato único del terrorismo de ETA, pero seguro que no caben todos”, advierte el profesor de Ciencias políticas Martín Alonso.

‘Colectivo Nanclares’

Además, con el cese de Urkijo, el Gobierno vasco ha debilitado sus vías de interlocución oficial con el colectivo de presos de ETA que integran el denominado colectivo de Nanclares. “Ellos son una voz crucial en la construcción del relato de los hechos. Porque formaron parte de ETA, fueron protagonistas activos de la violencia, asumieron que habían cometido un grave error y están dispuestos a contribuir en la convivencia”, cuenta Urkijo a este diario.
“los presos de Nanclares no se fían ahora mismo de nadie”, explica uno de sus abogados. Tanto al Gobierno central como a la izquierda aberzale les interesa silenciar su discurso de arrepentimiento, construido a partir de un fuerte compromiso ético y moral. La Audiencia Nacional ha tenido que enmendar las decisiones políticas del Ministerio del Interior de acotarles los permisos penitenciarios.
Los colectivos de víctimas no están pasando un buen momento. El propio Urkijo, tras su marcha denunció la falta de empatía del Gobierno vasco con lads víctimas. Y lamentó la falta de “un gesto” de Urkullu con las víctimas. Y también se sienten traicionadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Angeles Pedraza, la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, la AVT, había encontrado en Urkijo a un “interlocutor de fiar”. De Jonan Fernández denuncia su discurso sin “vencedores ni vencidos”.

Opinión:

No me cansaré de repetir que el cese de Txema Urkijo es un error enorme, y así lo manifesté adhiriéndome al comunicado preparado por víctimas en el País Vasco. Creo incluso posible que el cese haya venido a través de una pinza entre dos polos “opuestos”: ese alto cargo de Urkullu por un lado y alguna(s) asociación(es) de víctimas por otro. No hace mucho “rompían sus relaciones” (joer, qué nivel) y ponían a parir al Gobierno Vasco y a todos sus asesores, sin distinción… aprovechando incluso para insultar a algunas víctimas del terrorismo…
Está muy claro que hay gente que no está de acuerdo con que el final de ETA sea como está siendo, esto es, paso a paso con tranquilidad y con una humillante (para ellos) imagen de defenestración. Personalmente hace tiempo que ya he superado la fase de “vencedores y vencidos” que promulga gente que ni siquiera es víctima de ETA ni víctima del terrorismo. Esa fase empecé a superarla, pese a todo el dolor que han causado, cuando en octubre de 2011, la banda terrorista asumió en un comunicado el “cese definitivo de la actividad armada”.
Ese fue el momento en que ETA reconoce su derrota y, por tanto, otros somos los vencedores. Pero una vez aclarado esto, no me preocupa lo mas mínimo la versión que ETA pueda ofrecer sobre lo ocurrido tanto dentro como fuera del País Vasco. No me preocupa lo mas mínimo porque conozco la realidad por haberla vivido desde 1987 y nadie me va a dar lecciones sobre lo que debo pensar, hacer o decir. Y a muchas otras víctimas del terrorismo tampoco.
Creo que hay otros a quienes no les interesa que esto acabe bien, pero yo hace años que dejé de jugar en esos equipos. Prefiero que el equipo del futuro sea el de la dignidad de ser los justos vencedores pero sin la necesidad ni la tentación de humillar al perdedor.
De ello ya se encargan ellos, los perdedores. Y lo hacen muy bien.


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