15 diciembre 2024
Berlín
teme el regreso de yihadistas alemanes excarcelados en Siria
Más
de 1.100 personas han abandonado el país desde 2011 para luchar junto a las
milicias, según el Gobierno alemán
Nada
en Siria es blanco o negro, todo está teñido de una graduación de grises
difícil de traducir a los idiomas occidentales y ese espacio confuso es caldo
de cultivo para la amenaza terrorista. Alemania, que ha celebrado la caída del
régimen de Assad, teme ahora que peligrosos yihadistas entren en el país,
recién liberados de las cárceles.
Donald
Trump podrá además retirar las tropas estadounidenses desplegadas contra Daesh
(del autoproclamado Estado Islámico) y hay alrededor de 9.000 combatientes en
las cárceles kurdas bajo supervisión estadounidense, entre ellos unos 2.000
extranjeros,aclara Guido Steinberg, experto de la Fundación de Ciencia y
Política de Berlín (SWP) y autor de los Combatientes de Al Qaida: la
globalización del terrorismo islamista Advierte contra el riesgo del regreso
incontrolado a Europa de los combatientes de Daesh. Según Steinberg entre este
grupo de combatientes extranjeros hay unos 30 que proceden de Alemania, 25 con
pasaporte alemán, de perfil peligroso y cuyo regreso a casa es previsible. Los
combatientes extranjeros deberían haber sido devueltos a sus países de origen
hace años y llevados ante la Justicia allí; ahora es demasiado tarde para una
repatriación controlada, teme.
Martin
Lemke nació en Zeitz, Sajonia-Anhalt, y se formó como mecánico industrial. El
alemán de casi dos metros de altura comenzó a asistir a la mezquita Al Rahman
en Leipzig en 2012, a través de un amigo turco. Poco después de convertirse al
islam, hace 12 años, entró en el radar de la Inteligencia por lo que difundía
en redes. Miramos dentro del cañón de la pistola y vemos el paraíso. Llamaba a
la yihad desde Sajonia-Anhalt. En 2014 viajó con sus dos mujeres y su hijo, a
través de Turquía, hasta Siria.
Las
fuerzas kurdas han identificado a Lemke como participante en torturas y
asesinatos, acusaciones que él mismo desmintió el pasado mes de septiembre,
desde un centro de detención en AlHasakah, en el norte de Siria. La
inteligencia alemana considera que ha trabajado para el servicio secreto de
Daesh, primero como traductor y después como asesino de "capitanes"
en Raqa.
Problema
de seguridad
La
fiscal general alemana lo investiga como perteneciente a una organización
terrorista. Durante los últimos cinco años, ha sido prisionero de la
administración kurda. El anterior Gobierno alemán decidió en 2019 retirar el
pasaporte a los alemanes combatientes de Daesh, pero con excepciones: solo a
los mayores de edad que tengan una segunda ciudadanía, que no hubiesen sido
tomados como prisioneros y que participasen en combates en adelante, sin
aplicar la medida con carácter retroactivo. Lemke no cumple las condiciones,
por lo que sigue siendo alemán y, en el momento en que sea liberado, podrá
volver a Alemania y convertirse allí en un problema de seguridad.
El
de Lemke no es un caso aislado.
Musulmanes
de todos los continentes acudieron en masa a la llamada del Estado Islámico
cuando, en 2014, contaba con 45.000 kilómetros cuadrados de territorio, muchas
armas y gran cantidad de dinero. Según el Ministerio alemán del Interior, 1.150
personas abandonaron Alemania desde 2011 para unirse a las milicias yihadistas
en Siria e Irak. Además de los alemanes, también hay ciudadanos turcos,
albaneses, bosnios y rusos que eran residentes en la República Federal.
Hay
constancia de que algunos de estos islamistas murieron en la guerra o en
ataques terroristas, otros regresaron a Alemania . Sin embargo, alrededor de
400 de las personas que abandonaron el país todavía se encuentran en la región,
confirma el Ministerio de Interior, 80 de los cuales se encuentran en centros
de detención en Siria, Irak y Turquía. Otros, partidarios de la milicia
islamista de HTS, han sido trasladados ahora a Damasco desde el bastión
insurgente de Idlib y las autoridades alemanas han sido informadas por las
kurdas de casos en los que están asesorando a sus líderes en el diseño de la
nueva Siria. Decenas de los islamistas que alguna vez abandonaron Alemania han
estado viviendo en Idlib, gobernado por HTS durante años, y en los círculos de Inteligencia
alemanes se sospecha incluso que algunos de ellos están contactando ahora con
conocidos en Alemania, invitándolos a partir hacia Siria, ahora que los
yihadistas han derrocado el régimen de Assad.
Mujeres
e hijos
Un
caso muy particular lo presentan las mujeres y los hijos de los yihadistas
alemanes en Siria, arrastrados allí por el cabeza de familia y educados en la
sociología yihadista.
Según
el Ministerio alemán del Interior, en 2018 eran unas 270 personas y el 80% de
los niños tenía menos de tres años. Otro caso particular, en el que se centran
los servicios de Inteligencia occidentales, es el de Mohammed Haydar Zammar,
sirio-alemán que participó en la organización de los atentados del 11S,
secuestrado en Marruecos por la CIA y entregado a las autoridades sirias,que lo
condenaron en 2007 a 12 años de prisión. Durante la guerra civil, salió
de la cárcel y la última información es que estaba detenido por combatientes
kurdos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario