martes, 4 de noviembre de 2025

03 noviembre 2025 Diari de Tarragona (opinión)

 

03 noviembre 2025 



Indemnizarán a un policía de Valls fuera de servicio que intervino en los atentados del 17-A en Cambrils

El Ayuntamiento de la capital del Alt Camp deberá responder, ya que el agente sufre estrés postraumático desde su actuación en villa marinera y llegó a estar hospitalizado

El juzgado contencioso administrativo número 1 de Tarragona ha dictado sentencia según la cual el Ayuntamiento de Valls deberá indemnizar con unos 350.000 euros a un agente de la Policía Local de Valls que intervino en los atentados del 17-A en Cambrils cuando se encontraba fuera de servicio.

Según ha adelantado El País, la razón es el estrés postraumático que el hombre sufre a raíz de su actuación, ya que detuvo a uno de los terroristas cuando corría por las calles de Cambrils.

En aquellos momentos, el yihadista se enfrentó directamente con el policía fuera de servicio y corrió hacia él amenazando con detonar el cinturón de explosivos que llevaba —y que después se comprobó que era falso—. Fue entonces cuando los Mossos d’Esquadra abatieron al terrorista.

A raíz de estos hechos, el policía estuvo 718 días con un cuadro clínico de reacción aguda al estrés, motivo por el cual llegó a estar hospitalizado cuatro días, según consta en la demanda presentada por su abogado, José Antonio Bitos, del sindicato USPAC.

El policía solicitó una indemnización por la vía administrativa el 27 de julio de 2022, pero el consistorio no respondió, lo que permitió presentar la demanda ante el juzgado.

En el escrito, el letrado explica que el agente se enfrentó a Omar Hichamy, se identificó como agente y le dio el alto. Al no obedecerle, el policía “intentó cerrarle las posibles vías de escape y se identificó reiteradamente”.

“El individuo le gritaba desafiando ‘policía ven’ y ‘allahu akbar’, colocando una de las latas que llevaba a modo de cinturón de explosivos”, recoge la demanda, que a su vez cita la sentencia del juicio por los atentados celebrado en la Audiencia Nacional.

“El terrorista Omar Hichamy avanzaba hacia la posición” del policía “hasta que uno de los agentes de los Mossos d’Esquadra le disparó y cayó al suelo”. Aun así, “el terrorista se levantó y volvió a dirigirse” hacia el agente fuera de servicio “mirándolo con una sonrisa y con el mismo grito”, hasta que volvió a ser disparado por un agente de los Mossos, lo que supuso su muerte.

Sin embargo, la sentencia de la Audiencia Nacional no lo menciona como víctima del terrorismo y hasta ahora no ha recibido ninguna indemnización por los daños sufridos.

En cambio, sí recibió una felicitación del Ayuntamiento de Cambrils por su actuación. Según la sentencia, el Ayuntamiento de Valls puede presentar un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Opinión:

No son muchos los casos en los que personas que no aparecen en una sentencia inicial, finalmente ven reconocidas sus lesiones como víctimas del terrorismo. En realidad, son muy pocos los reconocidos por el Ministerio de Interior.

Y ese reconocimiento tan complicado tiene una lógica para la administración. Perversa, pero lógica… explicada por funcionarios del propio ministerio en muchas conversaciones mantenidas desde hace más de treinta años. La razón es coherente para ellos: “nos han engañado muchas veces y por eso desconfiamos de muchos que vienen a solicitar el reconocimiento”.

Claro, es lo más fácil. En lugar de perseguir a los impostores y presentarlos ante la justicia es más sencillo poner las mil y una trabas a los que, incluso aportando documentación e informes médicos contrastados, solicitan ese reconocimiento. Los que llevamos años en estos temas conocemos casos de personajes que sin haber presentado un solo informe, sin haber visitado un solo centro médico, sin haber pisado un hospital… han conseguido (a menudo aprovechando los confiados comentarios de víctimas reales) maniobrar para obtener unos derechos que jamás deberían tener, unos derechos que incluso incluyen indemnizaciones y pensiones de incapacidad.

Pero el tiempo va poniendo a cada uno en su sitio. La lástima es que la administración siga desconfiando de los que aparecen en lugar de castigar a los aparecidos.

Ahora solo espero que el policía de Valls vea reconocidos sus derechos ante el ministerio de Interior y solicite el reconocimiento porque él sí lo merece.

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