martes, 29 de marzo de 2016

23 marzo 2016 (4) CincoDías (opinión)

23 marzo 2016



El Ibex pierde los 9.000 puntos tras la sacudida del atentado terrorista

Todo apuntaba a una jornada apacible para los mercados. Después de la escasez de referencias que tuvieron las Bolsas durante la víspera, los inversores ponían hoy el foco en la avalancha de datos macroeconómicos procedentes desde Europa. Sin embargo, las buenas intenciones se han tornado a primera hora de la mañana y las referencias del Viejo Continente han pasado a un segundo plano después de que un atentado sacudiera a la capital comunitaria de Bruselas. De nuevo, la amenaza terrorista resurgía en Europa y trasladaba los miedos a los inversores, que deshacían posiciones en los principales parqués de todo el continente.

Al mismo tiempo que se conocían más detalles sobre la masacre yihadista, que se saldaba con decenas de muertos y golpeaba duramente al corazón de Europa, la actualidad desde la capital belga ha ido cobrando mayor protagonismo. Pese a que los futuros predecían una apertura plana, el pánico se ha hecho presa de los inversores, que han vuelto a padecer la misma incertidumbre que ya imperó tras los atentados de Madrid, Londres, o los últimos acaecidos en París. Con ello, los paneles de las principales plazas europeas han acabado tiñiéndose de rojo y las pérdidas han reinado en todo un continente, que apenas acababa de recuperarse de la última actuación terrorista en la capital francesa.
Así, arrastrados por los sectores relacionados con el turismo, los índices europeos incidieron en terreno negativo, aunque finalmente se recuperaron al cierre de la sesión. El Footsie británico ha sumado un 0,13%, el Cac francés, un 0,09%, el Mib italiano, un 0,01% y el Dax alemán, un 0,42%. La sombra que se ha posado sobre el sector de viajes y ocio, que ha cedido casi un 1,8% y ha acabado siendo el farolillo rojo en el Viejo Continente, ha venido de la mano de compañías como Accor, Air France  o Thomas Cook, que han sido algunos de los valores más golpeados durante la sesión como consecuencia directa del atentado en la capital belga. “En un principio, al igual que ha ido ocurriendo con las variaciones del precio del petróleo en los últimos meses, podríamos ver más volatilidad de lo normal. De todas formas en el medio plazo no debería de tener una relevancia excesiva en la cotización de cualquiera de estos valores”, señala Manuel Pinto, analista de XTB.
No obstante, al margen de este sector, los inversores también han centrado el foco de atención en la banca, que ha cedido casi un 0,8%. Las dudas sobre Banco Popolare, que podría tener que afrontar una ampliación de capital para llevar a cabo su fusión con Popolare di Milano, se han extendido a la Bolsa italiana, contagiando a todo el sector. Asimismo, la incertidumbre sobre el sector financiero también ha venido desde Alemania, pues Moodys ha puesto en revisión a Deutsche Bank para una posible rebaja debido al deterioro que la entidad ha tenido en su balance como consecuencia de un entorno operativo que se ha visto agravado desde la recalibración de su plan estratégico en noviembre.
Ante este escenario, la mejora de los datos macroeconómicos de la Eurozona lo único que ha podido hacer ha sido suavizar la caída de los grandes índices que, en el caso del Ibex, ha llegado hasta el 2% en el peor momento de la sesión. El selectivo que, pese a los descensos, había seguido manteniendo los 9.000 puntos, ha acabado por perderlos hoy, llegando a poner en peligro, incluso, el soporte de los 8.900. No obstante, el índice español ha logrado encarar una jornada negra para Europa sacando el mayor optimismo posible gracias a los valores más defensivos del parqué.
El Ibex, que finalmente ha cedido un 0,32%, hasta los 8.992 puntos, ha logrado mitigar la caída con Indra al frente de las subidas. La tecnológica, que se ha anotado un 2,99%, ha sido una de las pocas compañías en sacar provecho del descalabro de los parqués europeos, movido por la industria dedicada a la tecnología de defensa, que ha sido una de las más beneficiadas. Junto con Indra, otros valores como Gamesa (+1,93%) o Grifols (+1,19%) han sido los que han logrado amortiguar el descenso en el panel de la Bolsa española. Sin embargo, las pérdidas han acabado ganando la batalla, posicionándose como las grandes protagonistas de la jornada. IAG ha sido el valor que ha logrado acaparar todas las miradas, al caer un 2,36%. El grupo de aerolíneas, que gozaba de una buena racha debido a la recuperación del consumo en el sector turístico y a la caída continuada que el precio del petróleo había estado experimentando, ha sido la compañía más afectada en el selectivo, llegando a dejarse un 6% en sus mínimos intradía. Pese a que finalmente el retroceso ha sido menor, IAG ha acabado perdiendo los siete euros por acción.
Y es que, ni si quiera la mejora de las referencias macroeconómicas procedentes desde Europa han logrado animar al parqué. El índice IFO, que mide la confianza empresarial alemana, subió en marzo a 106,7 desde el 105,7, mejor de lo que se preveía, que era un 106. Del mismo modo, los datos del PMI de manufacturas y servicios también lograron escalar hasta el 51,4 y hasta el 54, respectivamente, también por encima de lo esperado, lo que ponía de relieve un repunte en la actividad económica de la Eurozona.
Pese a ello, los expertos se muestran optimistas sobre el rumbo que seguirá el mercado, ya que consideran que se trata de un hecho puntual. “Si hay algo que rompa esa buena racha que llevan actualmente los mercados, deberían ser las últimas decisiones de los bancos centrales, y las recientes bajadas de expectativas de crecimiento e inflación en la economía global”, asegura Pinto.
Aun con ello, hoy los principales índices europeos no han logrado avanzar y han acabado contagiando el pesimismo al otro lado del Atlántico, donde Wall Street ha iniciado la sesión a la baja. No obstante, al cierre de los mercados en el Viejo Continente, las caídas se han moderado. El Dow Jones subía un 0,02%, el S&P avanzaba un 0,02% y el Nasdaq sumaba un 0,3%. 

Opinión:

Aunque pueda parecer mezquino, también hay que conocer las consecuencias económicas que se buscan al perpetrar un atentado terrorista. De eso sabe mucho la Señora Rosa Díez, cuando fue Consejera de Cultura del Gobierno Vasco y creó aquello de “Ven y cuéntalo” para que los efectos económicos del terrorismo de la banda asesina ETA sobre el turismo fueran los mínimos posibles.
Bueno, pues eso. Que las empresas que mandan (y gobiernan) en España tengan problemas tras un atentado como el de Bruselas no hace más que extender el miedo y, por ejemplo, el temor a exigir mejores condiciones laborales porque ese miedo siempre servirá para aprovechar y recortar donde quieran los de arriba.
Ahora me llamarán o me contactarán algunos de los lectores que tienen excelentes trabajos, muy bien remunerados, en empresas relacionadas con el IBEX o muy cercanas al mismo para decirme que no les gusta mi opinión. Lo respeto pero es lo que hay.

Algunos son los mismos que viven del dolor ajeno.

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