martes, 5 de diciembre de 2023

04 diciembre 2023 (2) La Vanguardia

04 diciembre 2023 


 

Carrero Blanco: los grises de un atentado en blanco y negro

En Movistar+

La serie documental ‘Matar al Presidente’ recuerda el 50 aniversario del asesinato del almirante que en ese momento era presidente del Gobierno y hombre fuerte del régimen franquista

El 20 de diciembre de 1973, un atentado de ETA acabó con la vida del almirante Luis Carrero Blanco, en ese momento presidente del Gobierno y uno de los colaboradores más cercanos al dictador Francisco Franco. Medio siglo después aún hay preguntas sin responder: ¿Cómo es posible que no se celebrara un juicio por este asesinato? ¿Por qué implicados como los miembros del comando etarra o de los servicios secretos han mantenido silencio absoluto durante todo este tiempo?.

Alrededor de estas cuestiones se desarrolla Matar al Presidente, nueva producción original de Movistar Plus + en colaboración con 100 Balas (The Mediapro Studio) que consta de tres episodios que se estrenarán los martes 5, 12 y 19 de este mes. “La docuserie descubre flecos que no se sabían o a los que no se le había dado tanta importancia como que nunca se celebró un juicio”, afirma su productor ejecutivo Alejandro Flórez, que también ha producido otros documentales para Movistar como Lola (sobre Lola Flores) o Los 8 de Irak (sobre el atentado que sufrieron ocho miembros del CNI español hace 20 años).

“Hay dos elementos clave del caso y que son verdad: ETA fue la autora del asesinato y Carrero Blanco voló por los aires. Pero hay mucho más porque en la vida no todo es blanco y negro y hay muchos grises”, aclara el creador del documental, Eulogio Romero (Edelweis, RTVE Play), quien destaca una de las frases que se oyen en la serie: “A Carrero Blanco lo asesinaron y al día siguiente lo olvidaron”. ¿Por qué se quería dar carpetazo al caso?

“Todos querían muerto a Carrero Blanco”, afirma la hija del almirante. Muchas teorías han circulado sobre este caso, la mayoría sin pruebas, que incluyen la posibilidad de la existencia de una conspiración dentro del propio régimen o una sombra de sospecha que apunta a la CIA y a los intereses de Estados Unidos respecto al futuro de España. Romero añade en esta dirección que el fiscal general de la época y el juez del caso, entre otros, también sospecharon que había alguien más detrás del atentado además del comando etarra.

“Investigadores y periodistas exponen que hubo ayudas por parte de la CIA y que hubo dejación por parte del Gobierno de España”, sigue Flórez. “Los mismos terroristas dijeron que en el Hotel Mindanao una persona les informó de las rutinas del presidente, de a dónde iba cada día a las 9 de la mañana y que apenas llevaba protección. ¿Quién fue ese hombre?”, pregunta Romero.

El magnicidio tuvo consecuencias decisivas en la deriva del régimen y en los hechos inmediatamente posteriores que marcaron el rumbo hacia la Transición democrática. En aquel momento había una lucha de poder muy fuerte por suceder a Franco y Carrero Blanco era el hombre fuerte del régimen. ”Había gente que quería cambiar el régimen y otra que querían continuarlo pero de otra manera y a ninguno de esos bandos les interesaba Carrero Blanco”, sostiene Romero. “Le veían como un inconveniente para sus intereses y sobre todo que era la persona que estaba en el poder y obviamente la persona a quitar de en medio”, añade Flórez.

“No digo que todos quisieran asesinarle, pero sí que de alguna manera a todos les interesaba que desapareciera de la escena”, aclara Romero.  Además, Carrero Blanco no tenía ni un solo amigo a excepción de Franco. “Era una persona muy hermética que solamente seguía los pasos del caudillo y eso obviamente le generó muchos enemigos, sobre todo también cuando empezó a luchar contra la corrupción interna dentro del régimen”.

 

 

 

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