19 agosto 2024
Sobre la entrega de IronMan al Ajuntament de Ripoll
Para empezar, quiero agradecer al Ajuntament de Ripoll la organización del acto de homenaje a las víctimas del terrorismo, centrado especialmente en las 16 personas asesinadas en los atentados de agosto2017.
Aprovecho a recordar que el monolito y la placa, de excelente composición, son la consecuencia de una visita realizada en marzo pasado a la sede de la UAVAT por parte de la alcaldesa y un regidor de Ripoll. En ese momento, estaba también Javier Martinez en el despacho.
Una visita que tenía como objetivo darles a conocer la realidad social, médica, jurídica y asistencial en la que se encuentran las más de 270 víctimas a las que seguimos atendiendo desde la UAVAT.
Sí, la UAVAT cesó las actividades técnicamente en mayo del pasado año pero, como es obvio, continuamos atendiendo en la medida posible a tantas y tantas personas afectadas. Lo que no podemos hacer es continuar la búsqueda de las que todavía no hemos localizado porque diferentes Conselleries de la Generalitat se comprometieron a aportar los recursos técnicos para ello y, evidentemente, no lo han hecho.
Dicho lo cual, recupero el hilo del escrito.
Cuando los representantes del Ajuntament de Ripoll plantearon qué podían hacer, como Ajuntament, para ayudar o colaborar les presentamos la propuesta de tener un lugar físico en el que realizar homenajes o actos similares. Les explicamos que en Terrassa, Barcelona, Sabadell, Palau Solitá Plegamans o Vic ya existían monumentos dirigidos al reconocmimiento, homenaje y recuerdo a las víctimas.
Resultado: el acto de ayer en Ripoll en el que he tenido el inmenso honor de colaborar al igual que en todos los anteriores desde 1990. Por ejemplo, el del pasado sábado en La Rambla, como vengo haciendo desde 2018.
En el transcurso del acto celebrado ayer domingo en Ripoll sucedió algo que estaba fuera de todo el protocolo y la organización previa. Habrá muchos lectores que quizás no sepan que a los actos que se celebran anualmente en La Rambla acuden un gran número de víctimas del terrorismo. El pasado sábado asistieron víctimas de atentados de la extrema derecha, de Grapo, de ETA, de Terra Lliure, de Scala Barcelona, catalanes que sufrieron atentados gihadistas en el extranjero y, obiamente, víctimas del 11-M y, sobre todo, de agosto2017.
Y algo que muy poca gente conoce es a en los actos de La Rambla han acudido desde Australia y en tres ocasiones, Andrew y Jumarie... los padres de Julian Cadman, el niño de siete años asesinado en La Rambla. Y quizás menos gente conoce que Andrew y Jumarie aportan al acto una figura de IronMan, que colocan en una de las jardineras junto a las flores.
Es evidente que dejar una figura tan representativa en la jardinera es una tentación para cualquier niño (o no tan niño) que la vea allí. Por ello, en el acto de 2022 hablé con Andrew y Jumarie y les dije que, en ese día tan señalado, las víctimas que nos quedamos para informar a los transeuntes qué significan aquellas jardineras también vigilaríamos para que nadie se llevara la figura de IronMan y luego, una vez retiradas las jardineras, recuperar la figura “y tenerla en la sede de UAVAT vigilando la puerta para que los malos no puedan entrar”. Así ha sido desde 2022.
El sabado pasado, Andrew y Jumarie asistieron por tercera vez al acto desde Australia. Allí dejaron a IronMan y allí estuvimos nosotros para vigilar y llevarlo hoy lunes al despacho, junto a su compañero de 2022.
Al acto en Ripoll acudimos víctimas de extrema derecha, de ETA y de agosto2017. El Ajuntament de Ripoll organizó el protocolo y decidió que cuatro víctimas tuviéramos el honor de tomar la palabra y dirigirnos a los asistentes. El orden que establecieron fue Robert, Iolanda, Iván y Javier. Por motivos de salud Javier no pudo asistir y remitió un escrito que leyó Ana, también víctima del los atentados de agosto2017.
Preparando la intervención en la madrugada del domingo y viendo que en la bolsa llevaba la figura, decidí que hablaría de IronMan, como muestra del contacto permanente entre víctimas de más de 30 países afectados. Países limítrofes como Portugal y Francia o tan lejanos como Australia.
Cuando terminé mi intervención, me retiré para dar paso a Iolanda, Iván y Ana. Y fue en ese momento cuando Jordi, víctima de un atentado de la extrema derecha, me hizo una propuesta magnífica: entregar la figura de IronMan al Ajuntament de Ripoll como agradecimiento por el acto que se estaba celebrando y por el monolito y la placa.
La placa, la primera placa en la que figuraba el nombre de JULIAN CADMAN.
Lo consulté con las otras víctimas allí presentes y el resto, ya es historia. Uno de los mejores cierres en los que he tenido el privilegio de participar desde un primer acto en 1989.
Solo se que IronMan (y JULIAN junto a él) vigilarán,desde el Ajuntament de Ripoll, que los malos no entren en la ciudad.
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