viernes, 8 de junio de 2012

07 junio 2012 (14) El Periódico de Catalunya (opinion)

07 junio 2012
La gestión del final del terrorismo
Manrique se verá este mes con el jefe del comando de Hipercor
Interior autoriza dos encuentros entre víctimas y presos disidentes de ETA
Las entrevistas se organizan sin contar con la mediación del Gobierno vasco

Mayka Navarro
Todavía no sabe qué día será, pero ayer un representante del Ministerio del Interior le aconsejó que tuviera una bolsa preparada porque en cualquier momento le telefonearán para decirle que al día siguiente podrá sentarse frente a Rafael Caride Simón, el jefe del comando Barcelona de ETA que el 19 de junio de 1987 asesinó en Hipercor a 21 personas. Robert Manrique será una de las dos víctimas de la banda terrorista a las que Interior permitirá mantener en las próximas semanas sendas citas en prisión con disidentes de ETA.
El encuentro de Manrique con Caride, igual que el de la otra víctima (cuya identidad no ha trascendido), se enmarca en el programa de reinserción de terroristas y presos por crimen organizado que impulsa el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Un programa que recupera los encuentros entre víctimas y presos disidentes de ETA, pero que, a diferencia de los que se celebraron en la época de Mercedes Gallizo al frente de Instituciones Penitenciarias, no contarán con la oficina de víctimas del Gobierno vasco.
Interior pretende desmarcar sus encuentros de los 11 que se han celebrado hasta ahora. Para empezar, advierte de que los suyos tienen carácter «reparador», y no «restaurador». Y se prescinde de la figura del mediador, por lo menos en el encuentro de Manrique, al que le preguntaron si lo iba a necesitar. «Después de 24 años, ya no necesito nada, ni pretendo restaurar nada con Caride. Solo voy con una larga lista de preguntas. No pretendo ni espero nada más», relató ayer Manrique a EL PERIÓDICO, tras asegurar que no está nada nervioso.
PREPARACIÓN
El plan de reinserción plantea algunas dudas. Se desconoce si siempre se va a prescindir del mediador. En nueve de los 11 encuentros anteriores, una mediadora decidía cuándo era el momento de celebrar el careo después de hacer una labor preparatoria con la víctima y el terrorista. No se entendería que todas las víctimas acudieran sin preparación previa a estas citas.
Interior pretende que todos los encuentros sean a petición de las víctimas. Pero no se ha aclarado qué pasará con los presos cuyas víctimas no quieran participar en las entrevistas. También está por decidir si los careos reportarán beneficios penitenciarios. El Gobierno no lo descarta, pero es consciente de que premiar al preso puede restar sinceridad al encuentro. Y el etarra, ¿puede negarse? Hasta ahora en las entrevistas solo han participado presos acogidos a la vía Nanclares, que habían hecho el proceso de romper con ETA. ¿Qué pasa si una víctima pide ver a un ortodoxo? ¿Qué ocurre si se niega? ¿Se penalizará su negativa?
A falta de respuestas, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) dijo ayer que los encuentros son «vergonzosos y una locura».


Opinión:

Muy bonito…. Así que es “una locura y vergonzoso” que una víctima del terrorismo acepte la petición de un terrorista para mantener un encuentro….

A los que así opinan me gustaría hacerles una sola pregunta: en lugar de controlar lo que decide una víctima del terrorismo que no pertenece a su asociación ¿por qué no se preocupa de conocer cuántas de las víctimas afiliadas a la AVT han mantenido encuentros con un terrorista? Y le recuerdo a la señora Pedraza, con todo cariño, que ya puesta investigue si esos encuentros se han realizado a petición de la víctima….

Y quédese tranquila, que yo nunca opinaré ni juzgaré lo que haga una víctima del terrorismo yihadista… porque soy víctima del terrorismo de ETA. ¿Puede Usted decir lo mismo?




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