viernes, 10 de abril de 2015

08 abril 2015 Deia (opinión)

08 abril 2015

Reconciliación y convivencia

El PP da su aval a un encuentro entre víctimas de ETA y los GAL en el Congreso

Lo autoriza tras haber cancelado otras experiencias por la reconciliación como las citas entre presos y damnificados




El Congreso de los Diputados acogerá el próximo mes un encuentro entre víctimas de ETA y de los GAL para difundir los valores de la reconciliación y la convivencia, y lo hará contra todo pronóstico con la autorización del PP de Mariano Rajoy, que durante todo su mandato ha huido de experiencias similares como las reuniones entre damnificados y presos, y que ha optado por la dureza que le piden las asociaciones de víctimas más inflexibles. La Mesa del Congreso dio luz verde ayer al encuentro por unanimidad, con los votos de PP, PSOE y CiU, y da luz verde a que se celebre una reunión entre víctimas que además no son de la órbita de los populares. Por tanto, el partido se expone a que no propaguen una visión del cierre de la violencia acorde con sus intereses. En la cita, que en principio será abierta al público y la prensa, participará de hecho Rosa Rodero, viuda del ertzaina asesinado por ETA Joseba Goikoetxea que ha apostado por la reconciliación y que ha protagonizado un documental con los expresos críticos con la organización armada Carmen Gisasola y Andoni Alza. También acudirá Axun Lasa, hermana de Joxean Lasa, asesinado por los GAL. Aunque el PP reconoce a las víctimas de los GAL, Rajoy ha fijado distingos al retirar las ayudas económicas a 46 de ellas por entender que pertenecían a ETA. Lasa fue asesinado por supuesta pertenencia a la organización armada.
Además de Rodero y Lasa, acudirá Luis Otero, exmiembro de la Unión Militar Democrática, organización clandestina antifranquista. Algunas agencias apuntaron ayer la asistencia de Rosa Lluch, hija del exministro socialista Ernest Lluch, víctima de ETA, aunque este diario no ha podido confirmarlo por completo. La Mesa ha aprobado ceder una sala para celebrar el encuentro el 29 de mayo, una semana después de las elecciones municipales y forales en la CAV y autonómicas en varias comunidades como Nafarroa. Por lo tanto, al PP no le pasará factura electoral, si bien en este caso no ha habido intencionalidad política al elegir la fecha: los promotores de la cita querían celebrarla en abril, en la sala Ernest Lluch, pero ya estaba reservada para los viernes 10, 17 y 24, de modo que el presidente del Congreso, el popular Jesús Posada, les ofreció escoger otra sala para organizar el encuentro este mes -aula Clara Campoamor-, o bien aplazarlo para poder utilizar la simbólica sala en memoria de Lluch. Los impulsores han preferido posponerlo. Posada ya avanzó cuando se hizo pública la petición que no veía mal la posibilidad de celebrar el encuentro, y solo planteó objeciones formales porque la cita la pidieron diputados a título individual y no grupos completos del Congreso. Firmaron, entre otros, diputados del PNV, Amaiur, Geroa Bai, CiU, ERC, Izquierda Plural y también el socialista vasco Odón Elorza.

Sin encuentros con los presos

Las aparentes facilidades que ha ofrecido el PP contradicen la política desplegada hasta la fecha por Rajoy en materia de paz. Cuando llegó al poder tras las elecciones generales de 2011, puso trabas a los encuentros entre las víctimas y aquellos presos que habían hecho autocrítica y habían mostrado interés en compartir esas reflexiones con los damnificados. Las reuniones, impulsadas desde los gobiernos socialistas de la CAV y Madrid, nunca llegaron a ser suspendidas oficialmente, pero los expertos que habían trabajado en ese terreno y la exdirectora de la oficina de víctimas del Gobierno vasco, Maixabel Lasa, denunciaron obstáculos y que por la vía de los hechos varios encuentros terminaran quedando en el aire.
Se extendió la interpretación de que el PP no creía en la reinserción y que, por ello, tampoco concedía permisos a los presos críticos de la vía Nanclares, que han tenido que acudir a los jueces para lograr beneficios. Según esa tesis, el Gobierno español intentaría en el fondo evitar el tirón de orejas de los sectores más inflexibles que, por mucha autocrítica que realicen los presos, no quieren que se dé publicidad a esos casos, y exigen que cumplan todos sus años de condena y que colaboren con la justicia ayudando a esclarecer los atentados pendientes de resolver. Algunos sectores creen que Madrid persiguió incluso dinamitar la dinámica de los encuentros con la extraña cita de la hermana de Gregorio Ordóñez, popular asesinado por ETA en 1995, y Valentín Lasarte. La gestión del encuentro, que en otros casos había sido extremadamente discreta para que el programa diera frutos, provocó la protesta de la oficina de víctimas de Lakua por haber pervertido la dinámica, y porque el encuentro lo promovió “una víctima cuya intencionalidad, declarada a los cuatro vientos, es desmontar una práctica y una trama en la que no cree”. Ordóñez dijo tras el encuentro que, por mucho que Lasarte se “arrepienta”, debería colaborar con la justicia, y que ella “ni olvida ni perdona”.
La presión de los sectores más inflexibles se habría notado también en la política hacia las víctimas de los GAL, con la retirada de las ayudas a 46 de ellas porque “se ha acreditado su pertenencia a ETA”. El catedrático de Derecho Penal de la UPV/EHU, Ignacio Muñagorri, vio un posible delito de prevaricación en el Gobierno español por basarse en informes policiales y no en sentencias judiciales. Una de las afectadas es la familia de Josu Muguruza, exdiputado de Herri Batasuna asesinado en 1989. Se desconoce si la autorización de ayer se trata de una simple contradicción por no haber calibrado bien el simbolismo del encuentro, o si en realidad Rajoy asume que debe abrir la mano en el nuevo tiempo y no realiza gestos de ese tipo con mayor frecuencia por temor a las críticas. Aun así, se descarta un viraje posibilista. Más bien ha apostado por la dureza con vistas a las elecciones, negándose a descontar a los presos la condena cumplida en Francia, e instaurando un sucedáneo de la cadena perpetua para los delitos de terrorismo.
Será la primera vez que se celebra una cita de ese tipo en la Cámara. La impulsa la Parroquia San Carlos Borromeo de Madrid -conocida como Parroquia Roja-, que el año pasado ya organizó una reunión similar entre sus propias paredes. Llevará como lema En favor de la paz y la convivencia en Euskal Herria. Los organizadores creen que el acto fue positivo para superar desconocimientos y recelos entre los dos colectivos de víctimas.

Opinión:

Hace unos días hable con uno de los organizadores de este encuentro y es curioso enterarse de como algunos impresentables se dedican a exigir estar presentes en actos de este tipo con la supuesta excusa de ser "representantes" de no se sabe bien que o quien y con el propósito de entorpecer la labor de otras victimas. Pero también es agradable ver que existen victimas "de las de verdad" cuyo objetivo es hacer lo posible para que nadie mas pase por nuestro mismo sufrimiento. Y por ello estoy de acuerdo en que se realicen estos encuentros en los que cada victima acude a titulo personal, sin representar a ninguna otra victima. Ello da pie a que, por la pluralidad existente, podamos (o no) estar de acuerdo con lo que digan... al fin y al cabo, l@s que van a otros foros y lugares como "representantes" no consultan previamente la opinión a l@s demás. Otra cosa es que se cuente con opiniones equilibradas y que provengan de víctimas reconocidas como tales y no de recién llegados que son lo que algunos llaman “víctimas de tirita”.
Por otro lado, nadie del PP me pidió mi “aval” para reunirse en la localidad burgalesa de Ibeas de Juarros hace ya muchos años con ciertos representantes de la izquierda abertzale (¿o entonces ya eran ETA?).

En cambio, me comentaron lo del encuentro con el etarra Rafael Caride Simón y accedí a tenerlo, con el objetivo de colaborar en un propósito personal, compartido con muchas víctimas: que nadie más sufra lo que ya hemos sufrido nosotros.

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