lunes, 13 de abril de 2015

12 abril 2015 El Mundo del Siglo XXI (opinión)

12 abril 2015



Los soberanistas buscan el apoyo de los grupos islámicos

La Policía ve vínculos entre ambos movimientos en Cataluña, donde ya hay 50 mezquitas salafistas.





La operación antiyihadista desarrollada el miércoles ha vuelto a poner de relieve la fuerte implantación que el islamismo radical tiene en Cataluña. Una realidad en la que, según destacan los analistas policiales, la relación entre el movimiento independentista catalán y la comunidad musulmana está jugando un papel destacado.
El mismo ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, lo constató el día de la operación, cuando denunció el «proselitismo con determinadas personas para incrementar la causa del independentismo», en referencia a las actividades de la Fundación Nous Catalans, afín a CiU.
Sus palabras generaron malestar en las filas soberanistas, pero lo cierto es que, según explicaron fuentes policiales, un vistazo retrospectivo a la dinámica política en Cataluña durante los últimos años permite comprobar que ha habido un potente acercamiento de Convergència y de Esquerra al movimiento islámico en la comunidad.
Estos acercamientos han dejado, de hecho, imágenes llamativas, como las que acompañan a esta información. En ellas se observa a Oriol Junqueras visitando una mezquita y, en la fotografía principal, el líder de ERC aparece hablando con un individuo que, según las Fuerzas de Seguridad del Estado, tiene un hermano que se ha desplazado a Siria para combatir junto al Estado Islámico. De hecho, según la información que maneja la Policía, la persona que habla con Junqueras fue investigada por los Mossos cuando, a raíz de la visualización de vídeos del conflicto sirio difundidos por internet, detectaron que su hermano estaba vinculado a actividades terroristas.
Prueba de la extensión del radicalismo islamista en Cataluña es también que el imán que dirige la comunidad islámica de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), el pueblo del que es alcalde Junqueras, sea un radical joven que en la oración de los viernes suele lanzar proclamas en contra de Israel y Estados Unidos. La comunidad islámica de Sant Vicenç ha recibido un apoyo económico del Ayuntamiento que dirige Junqueras de al menos 3.000 euros.
Pero más allá de este caso, las fuentes consultadas señalan que la extensión del islamismo en Cataluña es general. En los últimos 10 años, la inmigración islámica en la comunidad se ha incrementado de manera formidable, pasándose de 30.000 a casi 700.000 ciudadanos musulmanes. Hay municipios en los que suponen más del 20% de la población. Unos indicadores que, por ejemplo, son muy superiores a los de Andalucía, pese a la mayor proximidad que esta comunidad tiene con el Magreb.
Una proporción equilibrada que, sin embargo, no se repite con las estadísticas de las mezquitas más islamistas. Hay detectadas 98 en toda España, relacionadas con la «línea más radical del islam, la vinculada al salafismo», y 50 de ellas, más de la mitad, se sitúan en Cataluña.
Las fuentes consultadas explican que esta realidad responde a diversos motivos, pero que uno de ellos es el favorecimiento que los partidos soberanistas que gobiernan Cataluña tienen con la comunidad islámica. Esto se materializa en continuos acercamientos, dirigidos a asimilar a los inmigrantes al reto soberanista, y se traduce en un incremento del número de mezquitas y de su influencia en determinados lugares.
Tanto Convergència como Esquerra son muy activas en este sentido. Sus iniciativas han consistido en fomentar la afiliación de inmigrantes, incluyéndoles en algunos casos en las candidaturas electorales. Para este trabajo de captación han creado sendas organizaciones: la citada Nous Catalans en el caso de Convergència, y la Sectorial de Políticas de Inmigración, en el de Esquerra.
Según los analistas, han sido los cinco últimos años de proceso soberanista los que han terminado de impulsar el islamismo en Cataluña. Pese a que la mayoría de la comunidad musulmana se mantiene al margen, ha habido destacados casos de apoyo al independentismo, como el de Manlleu, donde se han cedido espacios en mezquitas para colocar urnas y animar a votar a favor de la separación de España.
En otros casos, se han dado episodios como el del imán salafista de una mezquita de Lérida, que manifestó «la conveniencia de aprovecharse de los independentistas, pues ellos se apoyan» en los musulmanes «para conseguir votos». «Lo que ellos no saben», añadía, «es que cuando nos dejen votar todos votaremos a los partidos islámicos, pues nosotros no pensamos en izquierdas ni derechas. Esto nos hará ganar alcaldías».
Otros líderes salafistas han manifestado en esta línea que aceptarían «una Cataluña independiente, integradora y multicultural, con el catalán como lengua y el relato de la nación catalana, siempre y cuando se respetase plenamente a la religión musulmana y se reconociera el derecho de sufragio de los musulmanes por residir en el país».

Otro dato: de las 1.264 mezquitas que hay en España, 216 se ubican en Cataluña, distribuidas en las provincias de Barcelona (125), Gerona (43), Tarragona (34) y Lérida (24).

Opinión:

Aún recuerdo las miles de veces que hemos dicho, ministros de Interior incluidos aquello de “vascos si, ETA no”...

Pues parece que a algunos se les ha olvidado lo que decía Henri Poncaire: “Toda generalización tiene, pues, un papel necesario que nadie ha discutido jamás. Solamente que debe ser siempre lo más rápida y frecuentemente posible, sometida a verificación. Está de más decir que si no soporta esa prueba se debe abandonar sin reservas”.  


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