viernes, 31 de marzo de 2017

30 marzo 2017 (26.03.17) (3) El Mundo del Siglo XXI (opinión)

30 marzo 2017 (26.03.17)



El Gobierno de Rajoy empieza a preparar el fin de la dispersión de presos

Lo plantea a medio plazo y rechaza que pueda corresponderse a una contrapartida al PNV.
Los responsables de la seguridad del Estado insisten, en público y en privado, en que no hay intención de mover presos, que no hay planes para acercarlos y, mucho menos, para ceder las competencias penitenciarias al País Vasco.

Hoy no y mañana, tampoco. Pero dentro de unos meses, cuando ya nadie pueda interpretarlo como una política de acción/reacción, se pueden dar «pasos» en política penitenciaria antiterrorista, y así se asume desde Moncloa y desde la dirección nacional del PP. Y sobre esta base se están empezando ya a poner los primeros cimientos para estudiar qué hacer con los presos de ETA.

Los responsables de la seguridad del Estado insisten, en público y en privado, en que no hay intención de mover presos, que no hay planes para acercarlos y, mucho menos, para ceder las competencias penitenciarias al País Vasco. Pero su mensaje está perfectamente acotado en el tiempo: «En la actualidad no se dan las circunstancias para ello». No obstante, el Ejecutivo se prepara para que esas «circunstancias» cambien y, a medio plazo, se puedan producir movimientos.

Uno de los asuntos clave tiene mucho que ver con el escenario de apoyos parlamentarios del PP. Es decir, si Moncloa intuye que la legislatura es corta, la posibilidad de modificar la actual política penitenciaria quedará paralizada. En el caso de que se atisbe que la legislatura puede alargarse en el tiempo, los encargados de la seguridad y los responsables del PP tanto a nivel nacional como los del País Vasco entienden que habría margen suficiente para llevar a cabo «movimientos» de los presos de ETA.

Y se trataría de acercar a cárceles del País Vasco a los presos de ETA que están enfermos. La intensidad de la patología que padecen para incorporarlos a este grupo estaría aún por determinar. Pero se trataría, según destacan fuentes penitenciarias, de una veintena de etarras. Ésta es una de las reclamaciones más constantes desde las filas nacionalistas.

Insisten estas fuentes en que cualquier decisión de modificar la dinámica penitenciaria estaría sensiblemente alejada de lo que consideran una «campaña propagandística» para teatralizar la entrega de armas. Una entrega que, señalan, será parcial y en la que no aparecerá ninguna de las pistolas usadas en atentados que quedan por resolver.

Porque estos analistas creen que la decisión de modificar la política penitenciaria debe estar alejada de cualquier situación que pueda llevar a la izquierda abertzale en particular, y al nacionalismo en general, a venderlo como una contrapartida del Estado ante la «generosidad» de ETA.

Es más, estas fuentes entienden que esta dinámica debe estar más próxima a lo que debe ser el paso siguiente de los terroristas: la disolución de la organización como tal, plasmada en un comunicado en el que se anuncie que ETA ha desaparecido. Las fuentes consultadas interpretan que es en ese momento cuando se pueden dar pasos sólidos, en tanto en cuanto la dinámica de dispersión sobre los etarras tiene sentido mientras se trata de presos pertenecientes a una banda terrorista.

Estas fuentes indican también que en esta nueva dinámica se buscará una especie de consenso no oficial con el PNV. La formación de Iñigo Urkullu está reclamando desde hace años el fin de la dispersión de los presos de ETA. Una de sus últimas propuestas, remitida como en todos los casos a La Moncloa, plantea que los presos de ETA estén alejados de las cárceles vascas un máximo de 250 kilómetros. Además, defiende la concentración de todos estos internos en 10 centros. El Gobierno se aleja de momento de estas iniciativas, pero no descarta en una segunda fase, y de nuevo con apoyo del PNV, aprovechar alguna de ellas.

La sintonía que existe entre Moncloa y el PNV durante las últimas semanas es cada vez más sólida. Las conversaciones para lograr el apoyo de los nacionalistas vascos a los presupuestos son cada vez más intensas y cercanas. Y eso revierte también en una dinámica de acercamiento en posiciones de la lucha contra el terrorismo. En cualquier caso, todos los movimientos que se puedan producir se concretarían a medio plazo, no en las próximas semanas.

Desde las filas de los populares, pretenden que la implicación y el apoyo del PSOE sea también claro. Los armadores de este plan quieren que los socialistas estén informados y que la iniciativa se consensúe también con el Gobierno francés, que trata a los presos de ETA como unos delincuentes más, sin tener en cuenta su condición de terroristas. Actualmente, están cumpliendo condena alrededor de 350 etarras, de los cuales unos 70 están en prisiones del país vecino. Para beneficiarse de los cambios en la política penitenciaria los presos deberían pedir su traslado a España, para lo que no hay grandes objeciones.

Desde el Ministerio del Interior se insiste en que la actual política penitenciaria, la del Ejecutivo de Rajoy, está siendo la que menos bandazos ha dado durante la democracia. Recuerdan cómo en otras épocas, cuando ETA decretaba treguas, los gobiernos ponían en marcha movimientos de acercamiento de presos que superaban el centenar de internos. También, según estas fuentes, se realizaban excarcelaciones en base a terceros grados, facilitando el trabajo a los etarras por mediación de los responsables de la comunidad autónoma vasca de la época.

Durante los últimos cinco años, los cambios en la dinámica de presos de ETA apenas han existido. Únicamente el caso de la excarcelación de Bolinaga –el carcelero de Ortega Lara– levantó controversia, recuerdan estas fuentes.

Opinión:

No voy a entrar en las cuestiones jurídicas del tema, entre otras razones para no dar cancha a los ineptos que hablan de legislación sin haberse leído una sola normativa. Tampoco quiero dar cancha a los que se van sumando a las mentiras que pregonan ciertos juntaletras (lo de “periodistas” no les cuadra).
Pero sí quiero presentar una reflexión: recuerdo que hace diez o doce años habían grupos de ciudadanos y (según algunos medios) “las” víctimas del terrorismo, tras banderas varias y pancartas partidistas, manifestándose por las calles de Madrid. ¿Para cuándo una manifestación AHORA? ¿O es que, ante situaciones similares o incluso idénticas, un gobierno merece ser atacado y otro merece ser respetado? ¿No será que los recursos que se utilizaron entonces han cambiado ahora el motivo?
Por otro lado, es cierto que “en otras épocas, cuando ETA decretaba treguas, los gobiernos ponían en marcha movimientos de acercamiento de presos que superaban el centenar de internos”…. Entre otras razones porque en aquellas épocas el número de terroristas en prisión era mucho mayor al estar cumpliendo condena por los atentados cometidos. En cambio, ahora y por mucho dolor que nos cause la situación es diferente, porque muchos de ellos, aprovechándose de la legislación vigente en el momento de la comisión del atentado ya han cumplido la condena y están libres en la calle.
Es increíble cómo se puede llegar a tal nivel de tergiversación de la realidad porque los gobiernos de aquellas épocas eran, entre otros, los antecesores del actual y el señor presidente Rajoy era Ministro de Interior justo entonces.
Por suerte, algunos tenemos memoria y la experiencia de casi treinta años en este tema nos hace ver las cosas como realmente son.

Y además, de tener la valentía de explicarlas.  

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