15 noviembre 2023
Detenido un exmiembro de los Grapo por disparar dos tiros en una riña de dueños de perros en Vigo
El implicado, de 69 años, disparó contra un árbol en el parque canino de Castrelos y la Policía Nacional busca la pistola
La Policía Local de Vigo detuvo en la tarde de este jueves a un exmiembro de los Grapo, Manuel B.G. (Vigo, 1954) por efectuar dos disparos contra un árbol con una pistola durante una riña entre dueños de perros en un parque canino de Castrelos. Una de las balas hizo diana en un árbol. Tras el tiroteo, el implicado escondió el arma de fuego y la Policía Nacional continúa buscando la pistola, para lo que usa también un detector de metales. El hombre ya está en los calabozos.
Todo empezó a las 19.50 horas, cuando el implicado estaba en el parque canino paseando a su perro y tuvo una riña con el dueño de otro can. El agredido es un joven de 28 años. Le recriminó al agresor que llevase el perro suelto sin correa un motivo por el que ya habían tenido discusiones anteriores. En el fragor de la trifulca, el implicado, que fue condenado en su día por pertenencia a los Grapo, exhibió una pistola que portaba entre sus ropas y disparó dos veces al aire sin herir a nadie. Tras efectuar las dos detonaciones se marchó tranquilamente andando y escondió el arma entre los matorrales. Cuando llegó la Policía Local no opuso resistencia a su detención. Fue arrestado en las inmediaciones del parque canino, que está en el exterior del parque de Castrelos. Los agentes, al identificarlo en la base de datos, descubrieron que tenía antecedentes penales por el delito de pertenencia a banda armada.
A última hora de la noche, un dispositivo de la Policía Nacional, que asumió el caso relevando a la Local, siguió rastreando el parque de Castrelos en busca de la pistola. Quieren localizarla para probar su autoría y comprobar si está marcada por la perpetración de otros delitos.
La Policía investiga si el autor de los disparos tenían intención de herir al otro dueño del perro o si realmente los disparos eran de intimidación. El detenido es un «histórico» con antecedentes que cumplió pena de prisión por pertenencia a banda armada. Le imputa una tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas y no pasará a disposición judicial hasta mañana.
Refugio tras un árbol
La víctima declaró a la Policía Local que, sobre las 18.41 horas, se le acercó un individuo que llevaba dos perros sueltos. Reconoció al hombre porque en ocasiones anteriores había tenido discusiones por llevar este a sus animales sin atar.
Al llegar a su altura, el implicado le insultó y amenazó de muerte a la vez que levantaba su mano y le apuntaba con un arma de fuego. La víctima se refugió tras un árbol y oyó dos detonaciones, lo que le puso muy nervioso. Su novia llamó a la Policía. Los patrulleros hicieron un rastreo y localizaron al implicado en la calle Enrique Alonso Xalueiro.
«Muy buena persona»
Varios dueños de perros del parque canino de Castrelos no daban credibilidad a que el señor Manuel, como lo llaman, hubiese disparado a otro paseante. Aunque sí había tenido percances anteriormente con corredores que se quejaron de sus perros.
«Manuel es muy buena persona, no se mete con nadie, cuida muy bien de los perros, siempre está pendiente de ellos, son muy educados y vienen a saludar» , afirma una propietaria de un perro.
Otro dueño recuerda que lo vio sentado el jueves por la mañana en un banco: «Nunca se metió con nadie, tenía voz gritona pero era de hola y chao», dice. Añade que se quedó conmocionado al conocer el incidente: «Al final era una persona que estaba entre nosotros y nunca te lo esperas» .
Otro paseante recuerda que el implicado tuvo varios «percances» con corredores que hacían deporte por el parque porque sus dos perros, «muy buenos» , los acosaban pero recuerdan que, precisamente, en este recinto no es obligatorio llevar correa. «Los ciclistas siempre se quejan de que los perros sueltos los atacan pero es porque ellos no tienen que pasar por aquí», añade otro.
Varios agentes de paisano rastrearon esta mañana la senda del río en busca de la pistola usada en la trifulca y revisaron con guantes las papeleras.
El incidente ocurrió a unos 500 metros de una fábrica abandonada, donde hay un puente.
Un paseante defendía a Manuel: «Habría que oír la versión de él. Es una persona muy tranquila que no se mete con nadie. Quizás lo atacaron y tuvo que defenderse». «Tiene un pasado pero aquí él era muy tranquilo», dijo la dueña de un perro.
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