viernes, 10 de agosto de 2018

06 agosto 2018 Sur

06 agosto 2018 



Casado reitera al Gobierno que «no tolerará» el acercamiento de presos Sánchez se reúne hoy con el Rey en Marivent

En su primer viaje como líder del PP al País Vasco garantiza a Alonso su «total confianza» pese a que apoyó a Santamaría en las primarias
Protagonizó un fugaz paso por el País Vasco hace un mes cuando era candidato, pero Pablo Casado volvió ayer con todos los galones. El nuevo presidente del PP visitó Vitoria para escenificar su acercamiento a la cúpula del partido en el País Vasco, que hizo una activa campaña a favor de Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias, y garantizar que, pese a las diferencias, mantiene «toda la confianza» en Alfonso Alonso y su equipo. Antes de protagonizar un tenso paseo por la capital alavesa, inmersa en el día grande de sus fiestas, en el que fue abucheado e insultado, el líder popular también quiso advertir al Gobierno de que «no tolerará» el acercamiento de presos de ETA. El equipo de Casado ya anunció el sábado que está dispuesto a agitar la calle y organizar manifestaciones si el PSOE abre ese camino.
En una breve comparecencia ante los medios debido al boicot de cerca de un centenar de personas que corearon consignas contra el PP y a favor de los presos y la independencia hasta hacer inaudibles las palabras de Casado, el líder popular quiso repetir el mensaje que el jueves le trasladó a Pedro Sánchez en su encuentro en la Moncloa respecto a los reclusos. «No cabe ningún beneficio para ETA ni antes de que dejara de matar ni ahora cuando no han tenido ni la decencia de ayudar a esclarecer los asesinatos pendientes». En ese sentido, detalló que su grupo va a promover en el Congreso una nueva ley de dignidad y justicia que fomente los homenajes a las víctimas del terrorismo y prohíba los recibimientos a etarras cuando sean excarcelados. Hizo el anuncio tras lamentar la puesta en libertad de 'Santi Potros' «el mismo día» en el que Silvia, una niña asesinada por los terroristas en Santa Pola en 2002, hubiera cumplido 18 años.
Desde que cogiera las riendas del partido, Casado ha iniciado una ruta por algunos de las comunidades más simbólicas. Cataluña, Madrid, Andalucía... y ayer el País Vasco, uno de los grandes feudos del 'sorayismo'. Pero el nuevo líder del PP, al menos de cara a la galería, parece dispuesto a hacer borrón y cuenta nueva. No pareció importar que Alfonso Alonso le reprochara recientemente que no ha integrado a parte de la candidatura perdedora en su equipo. Ayer ambos exaltaron su amistad: hubo abrazos, alabanzas, apretones de manos y hasta el típico anudado del pañuelo de fiestas.
Buscando cerrar heridas, Casado pidió a su barón que sea «esencial» para el partido «en Euskadi y en el resto de España». Eso sí, el presidente popular anunció motu proprio que Leticia Comerón -afín a Casado y a Maroto- será la candidata del partido a la alcaldía de Vitoria el año que viene, una designación que en principio debía corresponderle a la dirección regional. En todo caso, el nuevo líder expresó el deseo de mantener una «excelente» relación con el PP vasco, a cuyos miembros ha calificado como «héroes» por su resistencia ante el terrorismo de ETA. Un tono que ya utilizó en su visita a Ermua, San Sebastián y Vitoria a finales de junio, cuando era uno de los seis aspirante a la presidencia del partido y pidió a los populares del territorio se mantuvieran al margen de las cuitas internas porque son «el ejemplo a seguir».

Tenso paseo

Sobre la organización interna tenía previsto explayarse Casado, también sobre el panorama político nacional, pero el estruendo de las protestas que se organizaron a su alrededor le obligaron a dejar de hablar. Acompañado por una comitiva del PP vasco encabezada por Alonso, Maroto, la secretaria general del partido en el País Vasco, Amaya Fernández, y el presidente en Álava, Iñaki Oyarzábal, inició un paseo de unos veinte minutos que le llevó por las principales zonas del corazón de Vitoria. Calles que se encontraban a rebosar en su día grande y en las que los abucheos arreciaron.
Durante la caminata no se registraron incidentes, pero sí varios encontronazos verbales. «¡Fuera de aquí!», le llegaron a lanzar a Casado a apenas un par de metros. «¡Vete tú!», respondió uno de sus acompañantes. «Hay que recuperar la convivencia y la concordia por encima de minorías radicales que siguen intentando que no vengamos al País Vasco ni podamos hablar», lamentó el líder popular.
El presidente del Gobierno viaja hoy a Palma de Mallorca para mantener el tradicional despacho con Felipe VI en el Palacio de Marivent. La situación en Cataluña o la crisis migratoria son algunos de los asuntos que abordarán en su encuentro, tras el cual los Reyes ofrecerán un almuerzo a Pedro Sánchez y a su esposa. Por la tarde, el jefe del Ejecutivo tiene previsto reunirse con la presidenta balear, Francina Armengol, antes de abandonar la isla.


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