06 agosto 2018
Casado reitera al Gobierno que «no tolerará» el
acercamiento de presos Sánchez se reúne hoy con el Rey en Marivent
En su primer viaje como líder del PP al País
Vasco garantiza a Alonso su «total confianza» pese a que apoyó a Santamaría en
las primarias
Protagonizó un fugaz paso por el País Vasco
hace un mes cuando era candidato, pero Pablo Casado volvió ayer con todos los
galones. El nuevo presidente del PP visitó Vitoria para escenificar su
acercamiento a la cúpula del partido en el País Vasco, que hizo una activa
campaña a favor de Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias, y garantizar
que, pese a las diferencias, mantiene «toda la confianza» en Alfonso Alonso y
su equipo. Antes de protagonizar un tenso paseo por la capital alavesa, inmersa
en el día grande de sus fiestas, en el que fue abucheado e insultado, el líder
popular también quiso advertir al Gobierno de que «no tolerará» el acercamiento
de presos de ETA. El equipo de Casado ya anunció el sábado que está dispuesto a
agitar la calle y organizar manifestaciones si el PSOE abre ese camino.
En una breve comparecencia ante los medios
debido al boicot de cerca de un centenar de personas que corearon consignas
contra el PP y a favor de los presos y la independencia hasta hacer inaudibles
las palabras de Casado, el líder popular quiso repetir el mensaje que el jueves
le trasladó a Pedro Sánchez en su encuentro en la Moncloa respecto a los
reclusos. «No cabe ningún beneficio para ETA ni antes de que dejara de matar ni
ahora cuando no han tenido ni la decencia de ayudar a esclarecer los asesinatos
pendientes». En ese sentido, detalló que su grupo va a promover en el Congreso
una nueva ley de dignidad y justicia que fomente los homenajes a las víctimas
del terrorismo y prohíba los recibimientos a etarras cuando sean excarcelados.
Hizo el anuncio tras lamentar la puesta en libertad de 'Santi Potros' «el mismo
día» en el que Silvia, una niña asesinada por los terroristas en Santa Pola en
2002, hubiera cumplido 18 años.
Desde que cogiera las riendas del partido,
Casado ha iniciado una ruta por algunos de las comunidades más simbólicas.
Cataluña, Madrid, Andalucía... y ayer el País Vasco, uno de los grandes feudos
del 'sorayismo'. Pero el nuevo líder del PP, al menos de cara a la galería,
parece dispuesto a hacer borrón y cuenta nueva. No pareció importar que Alfonso
Alonso le reprochara recientemente que no ha integrado a parte de la
candidatura perdedora en su equipo. Ayer ambos exaltaron su amistad: hubo
abrazos, alabanzas, apretones de manos y hasta el típico anudado del pañuelo de
fiestas.
Buscando cerrar heridas, Casado pidió a su
barón que sea «esencial» para el partido «en Euskadi y en el resto de España».
Eso sí, el presidente popular anunció motu proprio que Leticia Comerón -afín a
Casado y a Maroto- será la candidata del partido a la alcaldía de Vitoria el
año que viene, una designación que en principio debía corresponderle a la
dirección regional. En todo caso, el nuevo líder expresó el deseo de mantener
una «excelente» relación con el PP vasco, a cuyos miembros ha calificado como
«héroes» por su resistencia ante el terrorismo de ETA. Un tono que ya utilizó
en su visita a Ermua, San Sebastián y Vitoria a finales de junio, cuando era
uno de los seis aspirante a la presidencia del partido y pidió a los populares
del territorio se mantuvieran al margen de las cuitas internas porque son «el
ejemplo a seguir».
Tenso paseo
Sobre la organización interna tenía previsto
explayarse Casado, también sobre el panorama político nacional, pero el
estruendo de las protestas que se organizaron a su alrededor le obligaron a
dejar de hablar. Acompañado por una comitiva del PP vasco encabezada por
Alonso, Maroto, la secretaria general del partido en el País Vasco, Amaya
Fernández, y el presidente en Álava, Iñaki Oyarzábal, inició un paseo de unos
veinte minutos que le llevó por las principales zonas del corazón de Vitoria.
Calles que se encontraban a rebosar en su día grande y en las que los abucheos
arreciaron.
Durante la caminata no se registraron
incidentes, pero sí varios encontronazos verbales. «¡Fuera de aquí!», le
llegaron a lanzar a Casado a apenas un par de metros. «¡Vete tú!», respondió
uno de sus acompañantes. «Hay que recuperar la convivencia y la concordia por
encima de minorías radicales que siguen intentando que no vengamos al País
Vasco ni podamos hablar», lamentó el líder popular.
El presidente del Gobierno viaja hoy a Palma de
Mallorca para mantener el tradicional despacho con Felipe VI en el Palacio de
Marivent. La situación en Cataluña o la crisis migratoria son algunos de los
asuntos que abordarán en su encuentro, tras el cual los Reyes ofrecerán un
almuerzo a Pedro Sánchez y a su esposa. Por la tarde, el jefe del Ejecutivo
tiene previsto reunirse con la presidenta balear, Francina Armengol, antes de
abandonar la isla.
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