domingo, 1 de septiembre de 2024

29 agosto 2024 (2) theobjective.es (opinión)

29 agosto 2024 


 

 

Dignidad y Justicia pide al Gobierno y jueces que combatan actos como el de Granollers

Considera que el taller de lanzar cóctel molotov contra la Policía es un acto de «terrorismo de baja intensidad»

La asociación de víctimas Dignidad y Justicia ha pedido al Gobierno y a los jueces que «combatan» actos de «terrorismo de baja intensidad», como el taller para lanzar cócteles molotov contra la policía celebrado en las fiestas de Granollers, un municipio catalán gobernado por el PSC. 

En dicho taller, denominado ‘Prácticum: técnicas aplicadas de guerrilla urbana’, se enseñaba a todos los asistentes -incluidos menores- a lanzar cócteles molotov simulados contra un muñeco vestido con un uniforme policial.  La actividad, celebrada el pasado martes a las 19.30 horas e incluida en el programa oficial de las fiestas, distribuido por el Ayuntamiento socialista, fue organizada por una de las agrupaciones que participan en las fiestas. El Ayuntamiento se ha desmarcado de la misma.

Dignidad y Justicia considera que este taller «es un signo más de que Cataluña está viviendo un proceso de radicalización similar al que experimentaron el País Vasco y Navarra» y explica: «En estos dos últimos territorios, estos artefactos explosivos caseros han representado el odio de parte de la población juvenil contra las fuerzas de seguridad legítimas y un terrorismo de baja intensidad que complementaba al ejercido por los del tiro en la nuca».

«Ambos terrorismos se necesitaban el uno al otro para existir y legitimarse, pues señalaban a la Policía y a la Guardia Civil como objetivos prioritarios de esa lucha contra todo lo español. Ambos cuerpos, sin embargo, han sido la primera línea de defensa contra estos terroristas, la que ha logrado salvar miles de vidas y se ha cobrado cientos, la que representa la superficie de nuestra democracia», añaden.

«Ni la sociedad ni los poderes públicos judicial y político pueden permitir que permeen de nuevo esas escenificaciones de odio contra los cuerpos que tienen la competencia de velar por nuestra seguridad, pues sin ellos estamos vendidos ante el nacimiento de un nuevo terrorismo de baja intensidad en Cataluña que, como siempre ha ocurrido, es la puerta de entrada del de alta intensidad que tanto daño ha hecho a nuestra democracia», sentencian.

«Lo que está pasando es una perversión de la justicia en la lucha antiterrorista que ha existido a lo largo de tantísimos años contra ETA y otros grupos. Cómo se puede enseñar a los niños, a los jóvenes, a lanzar cócteles molotov cuando los cócteles molotov obligaron a cientos de miles de personas a abandonar el País Vasco precisamente por el hostigamiento y las amenazas continuadas que sufrían», remarca el presidente de DyJ, Daniel Portero.

«Muchos casos acabaron en asesinatos. Sin embargo, ahora se normaliza esto en Cataluña como si no pasara nada. Pero lo peor es que la Fiscalía mire para otro lado. ¿Qué está haciendo la Fiscalía? ¿Absolutamente nada o por fin se va a poner un poco de lado de las víctimas del terrorismo? Sinceramente no entendemos nada. Si por siete votos de Junts o por los cinco votos de sangre de Bildu la Fiscalía no va a hacer nada, es mejor que no exista la Fiscalía de la Audiencia Nacional», sentencia Portero. 

Opinión:

Solo añadir un pequeño detalle a la información publicada con las declaraciones de alguien a quien, pese no coincidir en muchos criterios sociales e incluso ideológicos, considero un buen amigo que trabajó mucho por  el colectivo de víctimas del terrorismo.

Solo recordar que en aquellos momentos en los que se veían imágenes de representantes políticos colgados, quemados o como diana de muchos disparos de todo tipo (incluyendo imágenes de niños realizando tales actividades), no aparecieron muchos de lo que ahora opinan sobre los deleznables y denunciables hechos ocurridos en Granollers.

En realidad, no apareció casi ninguno.

O sin el casi…

Y algo más: que eso haya ocurrido en Granollers no “normaliza esto en Cataluña como si no pasara nada”. En Catalunya, por suerte o quizás por el conocido “seny” catalán, cuando alguien se organizaba como banda terrorista no encontraba ni cobijo ni apoyo en casi ningún domicilio… lo ocurrido en Granollers, pese a ser un acto absolutamente fuera de lugar, no normaliza ninguna situación.

Porque esa supuesta situación a normalizar, pese al deseo de algunos y la repetición del mensaje, no existe.

 

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