viernes, 10 de agosto de 2018

05 agosto 2018 (16) elconfidencial.com

05 agosto 2018 



Una unidad de apoyo tramita 94 peticiones para reconocer víctimas del 17A

La Unidad de Atención y Valoración de Afectados por Terrorismo (Uavat) ha asesorado y tramitado hasta ahora 94 peticiones para que sean reconocidos como víctimas del terrorismo familiares de fallecidos, heridos y testigos presenciales en los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) del 17A.
En declaraciones a Efe, el impulsor de la Uavat, Robert Manrique, ha advertido de la importancia de que las personas que han mantenido algún tipo de vinculación con el atentado planteen su petición para recibir ayudas e indemnizaciones antes de que se cumpla el primer aniversario del 17-A y evitar que se dé carpetazo a su situación al superar el plazo establecido, que expira al cabo de un año.
Esta unidad de apoyo se constituyó a raíz de los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) del 17 de agosto del pasado año y está compuesta por psicólogos clínicos, forenses, psiquiatras y profesionales expertos en la atención a víctimas de acciones terroristas y grandes catástrofes, en colaboración con instituciones y organizaciones como la Asociación 11M de afectados por el Terrorismo y la Universidad de Barcelona.
Desde los atentados del pasado año, esta plataforma, impulsada por Manrique, una víctima del atentado de ETA en el Hipercor de Barcelona en 1987, ha tramitado ya 94 peticiones para reconocer como víctimas del terrorismo a personas afectadas directa o indirectamente por los atentados yihadistas del verano pasado en Cataluña.
Entre los casos que en los que ha intervenido para prestar apoyo y asesoramiento figuran el de los padres de un menor fallecido en las Ramblas, el del hermano del joven que fue asesinado por Younes Abouyaaqoub para robarle su coche y huir de Barcelona, y la del viudo de la mujer asesinada en Cambrils (Tarragona).
En estos tres casos, han sido las familias las que han tramitado directamente la petición, si bien asesorados por la unidad de apoyo liderada por Manrique.
Esta entidad, con sede en Barcelona, ha gestionado la tramitación de la solicitud para ser reconocidos como víctimas del terrorismo de varios heridos y de testigos presenciales, por las secuelas psicológicas que muchos de ellos han experimentado.
Precisamente, Manrique ha apremiado a las personas que de alguna u otra forma sufrieron algún tipo de percance vinculado al 17A que tramiten la petición antes de que finalice el plazo de un año, por más que el Gobierno haya asegurado que estudiarían "con detalle" los casos que lleguen con posterioridad.
Por su experiencia durante años tratando con víctimas del terrorismo, Manrique ha asegurado que hay casos de secuelas psicológicas que no se manifiestan hasta pasados incluso tres años, una vez ha expirado el plazo.
Como ejemplo, ha indicado que en el caso de los atentados de Hipercor una mujer que perdió el contacto con su marido tuvo que acudir a identificar a quince cadáveres esa misma noche, hasta que finalmente tuvo información de que el hombre permanecía ingresado en un hospital.
Las secuelas psicológicas por la tensión de esa noche no aparecieron en la mujer hasta al cabo de tres años, cuando ya no había posibilidad administrativa para reclamar indemnizaciones y ayudas como víctima del terrorismo.
Para evitar que se repitan este tipo de casos, Manrique ha animado a todas las personas que de alguna u otra forma sufrieron un impacto el 17A a que contacten con la Uavat a través del teléfono 900828717, porque evaluarán su situación para calibrar si reúne las condiciones para pedir la condición de víctima del terrorismo.
Por ejemplo, ha explicado que algunos trabajadores de comercios y restaurantes de las Ramblas de Barcelona y de Cambrils han tenido que abandonar su trabajo porque no podían superar la presión que les suponía volver al lugar del atentado, lo que cree que debería ser reconocido como un accidente laboral derivado de un atentado terrorista.
Otro caso que encajaría en este perfil para recibir ayudas es el de una mujer que estuvo encerrada casi ocho horas en un local comercial, sin poderse comunicar con su familia para asegurar que estaba sana y salva.
Según los datos de la Uavat, una cuarta parte de las personas que ven un atentado pueden desarrollar secuelas psicológicas, varias de ellas inhabilitantes.
Manrique ha denunciado que la administración no ha pensado en los testigos presenciales. "Nadie ha intentado localizarles", ha lamentado.

El ministerio de Interior había tramitado hasta mediados de julio un total de 223 expedientes de ayudas e indemnizaciones por los atentados del 17A y había reconocido como víctimas a 68, gestionados por la Dirección General de Apoyo a Víctimas del Terrorismo. 

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