lunes, 21 de septiembre de 2015

20 septiembre 2015 (19.09.15) (3) Diario Noticias de Gipuzkoa (opinión)

20 septiembre 2015 (19.09.15) 

Interior vetó a invitados de las familias de las víctimas en el homenaje de Martutene

Rechazó y no cursó las citaciones propuestas por los allegados de los funcionarios de prisiones asesinados por ETA




El Ministerio del Interior impuso un veto a los invitados propuestos por los familiares de los funcionarios de prisiones asesinados por ETA en el acto de homenaje en su memoria que se celebró el pasado martes en la cárcel de Martutene. El centro penitenciario donostiarra acogió el día 15 un homenaje, organizado a iniciativa de las propias familias de las víctimas, en recuerdo de Ángel Mota Iglesias, José Ramón Domínguez Burillo y Francisco Javier Gómez Elósegui, trabajadores de instituciones penitenciarias que fueron asesinados por ETA entre 1990 y 1997, cuando la organización armada fijó como objetivo a los funcionarios de las cárceles.
Durante el evento, presidido por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y celebrado por primera vez en el Estado en el interior de una prisión, se descubrió una placa con la inscripción “en memoria de los trabajadores del centro penitenciario de Martutene asesinados por la banda terrorista ETA”, que detallaba los nombres de las tres víctimas y la leyenda Comprometidos con la libertad, en euskera y castellano.
Al acto acudieron diversas personalidades institucionales, como el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, el delegado del Gobierno español en el País Vasco, Carlos Urquijo, la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, así como la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco. Asimismo, hubo una amplia representación política e incluso algunas víctimas como Pilar Elías, Maixabel Lasa, familiares de Jose Mari Korta, Pili Zabala y la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza.
Sin embargo, según ha confirmado este diario desde varias fuentes, el Ministerio del Interior quiso impedir que las personas que iban a ser invitadas por las propias familias de las víctimas acudieran al homenaje e impuso su propio listado de asistentes. De hecho, no cursó las correspondientes invitaciones al acto salvo las incluidas en su relación, pese a la insistencia de algunos de los damnificados, en teoría los artífices y protagonistas del evento. Las mismas fuentes insisten en que la respuesta recibida a los requerimientos al Gobierno español fue un “no rotundo”.

Sin invitación

Finalmente, a última hora y ante la inminencia de la celebración del acto y con el fin de evitar mayor tensión ya que algunas personas habían sido advertidas de antemano por teléfono por las víctimas para que hicieran un hueco en su agenda ese día para acudir al homenaje, Interior permitió la presencia de estos convidados. “Si se presentan en la puerta no les vamos a echar”, adujeron los responsables. Pese a ello, muchos de los que acudieron lo hicieron sin la invitación oficial. “No llegó nunca”, afirma una de las personas afectadas.
Se da la circunstancia de que uno de los familiares que intervinieron en el acto, José Miguel Gómez Elósegui, hermano del psicólogo de la prisión de Martutene Francisco Javier Gómez Elósegui, acaba de presentar junto a otras catorce víctimas de distintas violencias la iniciativa Eraikiz, que aboga por el entendimiento y la convivencia, la autocrítica, el diálogo y la deslegitimación de la violencia bajo el principio de que “matar estuvo mal” y que el pasado miércoles demandaron en la Cámara vasca a los grupos parlamentarios la reactivación de la Ponencia de Paz.
El funcionario asesinado, tal y como recordó su hermano durante el homenaje, era militante de ELA y trabajaba “por otro modelo de prisión donde el penado se pudiera reinsertar” y, de hecho, era partidario de la transferencia de la competencia de prisiones al Gobierno Vasco. Además, aseguró que “estaba claro” el posicionamiento de su hermano “en contra del alejamiento” de los presos. “Cumplir la pena, sí, pero cerca de casa”, afirmó en su intervención José Miguel Gómez Elósegui en presencia del ministro Jorge Fernández Díaz y del responsable de Prisiones, Ángel Yuste. El propio José Miguel ha seguido, de alguna manera, la estela de su hermano en la apuesta por el diálogo y la convivencia e incluso llegó a rechazar la medalla que Interior iba a concederle como víctima del terrorismo.

Antecedentes

No es, tampoco, la primera vez que Interior intenta impedir la presencia o que obvia la invitación oficial a determinadas personas -incluso representantes institucionales vascos y hasta damnificados incómodos o críticos con los posicionamientos del Gobierno español- en algunos actos en favor de las víctimas.
En el homenaje de Martutene, el ministro Jorge Fernández Díaz afirmó que “no habrá una memoria justa si no se adecua a la verdad” e hizo un llamamiento a la “deslegitimación del terrorismo y de todas sus complicidades, por acción o por omisión. “Se equivoca ETA si piensa que a estas alturas las instituciones y los ciudadanos vamos a permitirles perpetuarse, nada menos que como actores políticos y como garantes de no se sabe qué, cuando precisamente ellos nunca debieron existir”.
Roberto Domínguez, hermano del funcionario asesinado José Ramón Domínguez -que también era psicólogo en Martutene- leyó un poema en su memoria, mientras que Jorge Mota, familiar de Ángel Mota -contable de la prisión- pidió no regresar “a los silencios cómplices” ni al “ensalzamiento tolerado de los terroristas”.
En el acto estuvieron presentes representantes de todos los partidos, incluidos los miembros de EA, y de EH Bildu y Amaiur Pello Urizar y Rafa Larreina.

Opinión:

Aunque ya hablé hace unos días sobre el acto en cuestión, lo que se publica ahora no me sorprende en absoluto, entre otras cosas porque en este blog ya he dado muestras en diferentes ocasiones de los errores que se cometen al preparar según qué actos desde según qué administraciones, entidades o colectivos.
Que solamente se invite a personas proclives a la opinión de quien organiza el acto acostumbra a ser lo normal. También ocurre en ocasiones (a mí me pasó varias veces) que le envían las invitaciones a una persona concreta y luego, tras esconderle la información al interesado, quien acude es otra persona diferente haciéndose pasar por el destinatario real de la invitación.
Ello me lleva a pensar que, en realidad, la mayoría de actividades de este tipo son actos meramente de imagen, de marcado carácter ideológico o, simplemente, que el que lo organiza es un gilipollas integral.

Por otra parte, hay quien acude a reuniones y actos para TRABAJAR (en mayúsculas) por el colectivo de víctimas y no lo explica en público. Pero por una vez me voy a traicionar a mi mismo y voy a explicar lo siguiente porque ahora me apetece hacerlo: el pasado 31 de julio y el pasado 10 de septiembre mantuve reuniones con altos representantes del mundo de la administración  relacionada con la atención a las víctimas del terrorismo. No daré los nombres para que ningún ignorante de los que abundan en este mundillo de “víctimas” me pueda acusar de hacer valoraciones políticas o de poder influir en las elecciones del próximo domingo. Ya se encargan ellos mismos de hacerlo en algún medio concreto…
Si finalmente las conversaciones llegan a buen puerto, haré públicas las personas presentes en estas reuniones. Si, por desgracia, no se llega a ningún acuerdo, me guardaré esa información.


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