29 marzo 2018
terrorista de
ETA y concejal de HB: la historia real de “El hijo de la abuela” de Rozalén
La cantante Rozalén canta la
historia de Miguel, un joven vasco confinado en Letur con el "único
crimen" de tener un "pensamiento libre"; archivos
policiales describen su participación en varios actos en nombre de la
banda terrorista.
La lírica de Rozalén habla de un vasco de armas “no violentas” con el “único crimen” de tener un “pensamiento libre” y que en 1968 llamó a las puertas de
la casa de su familia, en Letur (Albacete). Los documentos
policiales detallan, no obstante, la verdadera trayectoria de Miguel Elola, alias Ramón, protagonista de la canción El hijo de la abuela: era un miembro de ETA que quemó el coche de un vecino de la localidad guipuzcoana de
Villabona y que estuvo implicado en varios sabotajes en nombre de la
organización; más tarde, fue concejal en Alegría de Oria, su localidad natal,
en representación de Herri Batasuna, a la postre
ilegalizada por formar parte del entramado terrorista. Su nombre también figura
en documentación interna de la banda y en manifiestos a favor del colectivo de
presos etarras.
La lírica de Rozalén habla
de un vasco de armas “no violentas” con el “único crimen” de tener un “pensamiento libre” y que en
1968 llamó a las puertas de la casa de su familia, en Letur (Albacete). Los documentos
policiales detallan, no obstante, la verdadera trayectoria de Miguel Elola, alias Ramón,
protagonista de la canción El hijo de la abuela: era un miembro de
ETA que quemó el coche de
un vecino de la localidad guipuzcoana de Villabona y que estuvo implicado en
varios sabotajes en nombre de la organización; más tarde, fue concejal en
Alegría de Oria, su localidad natal, en representación de Herri Batasuna, a la postre
ilegalizada por formar parte del entramado terrorista. Su nombre también figura
en documentación interna de la banda y en manifiestos a favor del colectivo de
presos etarras.
Rozalén - El Hijo De La Abuela
El hijo de la abuela es
la octava canción en el disco Cuando el río suena de María de los Ángeles Rozalén Ortuño,
conocida popularmente como Rozalén. La letra de la melodía remite al Letur
albaceteño de 1968. ETA había iniciado tiempo atrás su andadura, pero fue ese
año en el que comenzó a asesinar. El 7 de junio mataron por primera vez. La
víctima fue el guardia civil José
Antonio Pardines Arcay. El 2 de agosto acabaron con la vida del policía Melitón Manzanas González.
La trayectoria de la cantante de 31 años, ganadora de incontables
premios o reconocimientos, está marcada por sus letras reivindicativas. Sus
raíces se asientan en Albacete y sus recuerdos de infancia, en Letur, un
pueblecito de apenas mil habitantes en Sierra del Segura. Se trata de un
enclave idílico en el que se desarrolla la canción en cuestión.
La historia habla de Ángeles -la abuela de Rozalén-
y de Miguel. Y de la relación materno-filial que surgió entre ambos.
Miguel, un apuesto joven que
trabaja en el tren, nace en Alegia, Euskadi en el momento que era
complicado si tenías ideales diferentes, si hacías mucho ruido.
Después del asesinato
premeditado de Melitón Manzanas decidieron que todo aquel fichado
sería detenido encarcelado, torturado, deportado lejos, a pueblitos
perdidos.
Ella abrió la puerta y
preguntó: "Muchacho ¿Tú tienes madre?". Asintió y no pudo
decirle no.
Aquello
ocurrió el 4 de agosto de 1968, dos días después del asesinato de Melitón
Manzanas. Tras el crimen, el régimen decretó el estado de
excepción en Guipúzcoa, confinando a aquellos individuos a los
que consideraba “peligrosos”. O lo que es lo mismo, trasladándolos durante una
temporada a pueblos lejos de sus puntos de origen para que no cometiesen
delitos en nombre de la banda terrorista.
La canción cuenta que Miguel pasaba todos los días
por el cuartelillo para dejar constancia de que no había huido. “Él era un
hombre bueno; sus armas, no violentas. El único crimen: un pensamiento libre”,
apunta Rozalén en su letra.
Los
documentos policiales, no obstante, dibujan una trayectoria diferente. En Letur
sólo hubo un confinado. Efectivamente, se llamaba Miguel. Sus apellidos, Elola
Olano. Nació en la localidad guipuzcoana de Alegría de Oria [Alegia] el 20 de
abril de 1946. Según confesó, se integró
en ETA con 21 años, en julio de 1967, y muchos comenzaron a
llamarle Ramón, que pronto
se convirtió en su sobrenombre dentro de la banda.
Según
ha podido saber EL ESPAÑOL, Miguel Elola fue detenido en fechas próximas al
asesinato de Melitón Manzanas y fue trasladado a dependencias policiales de
Madrid. Allí confesó su actividad vinculada a
ETA: repartió propaganda de la banda terrorista, participó en
sabotajes -como romper lápidas- y el 15 de marzo de 1968 junto a otros dos
etarras, quemó en Villabona el Seat 600 de un vecino, Antonio Zumeaga Ugarte,
al que acusaron de “chivato”.
Miguel Elola
en Letur
Rozalén
explica en su página web oficial el significado de la canción: “Miguel, uno de
los ‘desterrados’ del País Vasco. Aquel joven injustamente señalado que tras el primer atentado de ETA en
1968 [en referencia a Melitón Manzanas, del que habla en su canción] fue
detenido, torturado y deportado a Letur, mi pueblo materno”.
n realidad, el primer asesinato de ETA fue el del
guardia civil José Pardines Arcay, el 7 de junio de 1968. Hay quienes señalan a
la niña Begoña Urroz, de 22 meses, muerta en 1960 en una
explosión en la estación donostiarra de Amara, como la primera víctima de la
banda. Las últimas investigaciones, no obstante, sugieren que tras este
atentado estaba el Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL).
En
cualquier caso, Miguel Elola llegó a Letur tras
el asesinato de Melitón Manzanas. Su nombre figura en una lista
que el jefe de ETA José Luis Álvarez Santacristina,
alias Txelis, tenía en su
poder al ser detenido en la localidad francesa de Bidart en 1992. La lista, en
la que se leen medio centenar de identidades, enumera los “desterrados a raíz
del estado de excepción”. Miguel Elola figura entre ellos. “Obrero, de Alegia”,
detalla el documento.
La
primera persona con la que habló el confinado en Letur fue con la abuela de
Rozalén. En Conversaciones con mi abuela,
un documental basado en diálogos entre la cantante y Ángeles, la mujer detalla
cómo fue el primer encuentro.
-“Aquí
se presentó como un etarra”, relata la abuela.
-“Se
presentó así, pero no era así”, responde la cantante.
La abuela Ángeles habla así de su encuentro con Miguel Elola: “Yo no sabía ni lo que
era la ETA. Aquí
vino este muchacho. Vino con la motorizada [en referencia a la Guardia Civil ].
Aquel cabo que vino a decirme la situación de aquel muchacho comía aquí. Y me
dice: 'Ángeles, ¿tú te podrías recoger a un paisano?'. Yo pensé que sería
alguien de su pueblo. 'Ay, es que no tengo condiciones', dije yo. No tenía
ningún cuarto de baño ni nada”.
El
relato prosigue: “El cabo me dijo: 'Se tendrá que aguantar. Lo siento, pero lo
traemos detenido'. Y digo: 'Madre mía, estas muchachas jóvenes'. Que eran mi
Angelita y mi Ana. 'Si yo meto aquí un bandolero de estos… ¡Dios mío, qué
petición!'. Se presentan, le vi la cara y yo no le pude
decir que no. Y nos sentamos los dos. Cuando le pregunté: '¿Tú
tienes madre?'. Dice: 'Sí'. Aquello me aplastó a mí mucho. '¡Madre mía, si
fueran mis hijos! ¿Qué haría?'. Entonces cerré los ojos y convencida acepté. Ya
está. Se comentó: '¿Y cómo has tenido tanto valor para acoger a uno de la ETA ?'. '¡Y yo qué sé!'”.
En un gesto de generosidad, Ángeles se hizo cargo de
“una persona que no
había quien le recogiera”: “En eso me basé y nada más […]. No
sé qué antecedentes tendría”.
La estancia de Miguel Elola en Letur se prolongó durante tres meses, el periodo de tiempo que
duró la primera fase del estado de excepción decretado tras el asesinato de
Melitón Manzanas. Durante ese tiempo, y siempre siguiendo la letra de la
canción, el confinado entabló cierta relación con los vecinos de Letur: “Hasta
el médico le deja un traje para acompañar a la dama de fiestas en el baile”. El
personaje en cuestión abandonó este rincón albaceteño en noviembre de 1968: “Se
lo llevaron para hacer el servicio militar”, detalla la abuela de Rozalén.
Miembro de
Herri Batasuna
Ángeles
siguió carteándose con Miguel durante varios meses: “Enlazamos una amistad muy
grande, pero se fue cortando”, detalla la mujer enConversaciones con mi abuela.
¿Qué fue de Miguel Elola durante los años posteriores? Ni la canción ni la
abuela de Rozalén ofrecen una respuesta. Hay que trasladarse hasta 1983
para encontrar los siguientes pasos del protagonista de la historia.
Eran los años de plomo, en los que ETA golpeaba con más fuerza, alimentando
semana tras semana el reguero de sangre que definía su trayectoria.
Ese
año estuvo marcado por los 41 asesinatos perpetrados por los
terroristas. También por la implantación del Plan ZEN (Zona Especial Norte), la primera
iniciativa global impulsada desde el Ministerio del Interior para hacer frente
al terror, con un mayor despliegue policial en el País Vasco, Navarra y
alrededores. 1983 también está marcado por el inicio de actividad de los GAL (Grupos
Antiterroristas de Liberación), el terrorismo de Estado para combatir a ETA.
En
ese agitado contexto se celebraron las elecciones municipales de 1983. Herri Batasuna (HB)
se presentaba como la principal fuerza abertzale. Nacida en 1978, a la postre quedaría
demostrado que actuaba como el brazo político de ETA.
Herri Batasuna tuvo un importante respaldo en
determinados pueblos y localidades del País Vasco y Navarra. La guipuzcoana
Alegría de Oria [Alegia], de donde procedía Miguel Elola, era una de ellas. En las papeletas con el membrete de HB figuraba, en el puesto número 11,
el nombre del confinado en Letur. En un consistorio con nueve
concejales, Elola se presentaba como segundo suplente.
Pasaron
los años hasta alcanzar 1987. Se celebraron nuevas elecciones municipales y
Herri Batasuna presentó de nuevo su candidatura a Alegría de Oria. En esta
ocasión, Miguel Elola encabezaba las papeletas, aunque bajo el nombre de Mikel Elola. Fue elegido concejal junto a otros tres
compañeros de formación, en unos comicios en los que Eusko Alkartasuna (EA) se
impuso con cinco ediles en este municipio guipuzcoano.
Miguel Elola,
hoy
Con
el paso de los años llegó la derrota policial de ETA. El 20 de octubre de 2011
los terroristas anunciaron el "cese definitivo de la actividad
armada", pero no su disolución como banda terrorista. Fuentes de la lucha
antiterrorista consideran que apenas quedan un puñado de etarras huidos y que
el grueso de la organización se encuentra entre rejas.
Los miembros de ETA encarcelados se estructuran bajo las siglas EPPK, más popularmente conocido
como el colectivo de presos. El 18 de marzo se hizo pública una lista de
"personas que han conocido la cárcel y el exilio y que han suscrito el
manifiesto de apoyo a las decisiones de los presos y presas en el camino a
casa"; más de 1.600 firmas entre las que figura un vecino de "Alegia,
Gipuzkoa": Mikel Elola Olano.
Se
trata del mismo Miguel que fue confinado a Letur, que conoció a la abuela de
Rozalén y que hoy es protagonista de la música de la cantautora; una canción
que ha empujado a Miguel Elola a ponerse en contacto con la mujer que
le acogió en el pequeño pueblo de Albacete allá por 1968 a través de una misiva:
Querida Angelines,
Me ha hecho mucha ilusión el
saber que me estabais buscando. Por circunstancias de la vida, un día caluroso
de agosto me acogisteis como un hijo más en vuestra familia y en agradecimiento
os mando unas fotos con todo mi cariño.
Opinión:
Tras 30 años de experiencia casi nada me
sorprende... pero hay ocasiones en las que todavía hay algún margen. Del mismo
modo que ya no se sorprende que existan personajes que obtienen un gran
beneficio (especialmente económico) al inventarse historias que no han vivido
ni jucho menos sufrido, no hay que obviar que también hay quien obtiene
beneficios hablando de historias que pueden parecer homenajes a miembros de
bandas terroristas.
Casualmente nadie ha pensado en hacer una canción
a los niños asesinados en Hipercor o en Zaragoza o en.... debe ser cuestión de
que todavía existe el miedo....
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