lunes, 18 de enero de 2016

17 enero 2016 El Mundo del Siglo XXI (opinión)

17 enero 2016 



Convocadas las ayudas para las victimas del terrorismo

La Comunidad de Madrid ha convocado las subvenciones destinadas a entidades sin ánimo de lucro cuyo objeto sea la atención a las víctimas del terrorismo correspondientes a los gastos del año pasado.
El plazo de presentación de solicitudes será de diez días hábiles contados desde el día siguiente a la publicación del BOCM. Es decir, desde ayer.
Podrán ser beneficiarias fundaciones y demás entidades sin ánimo de lucro, con fines sociales vinculados a las víctimas del terrorismo, informa Europa Press.

Opinión:

En relación a este tema, me sorprende ver que todavía se funciona en unos niveles muy anticuados y que me demuestran los favoritismos e incluso un extraño reparto en los recursos públicos.
Me explico.
Es alucinante leer que se siguen otorgando subvenciones para abonar los gastos ya realizados. Ello lleva a un grave problema: si hay asociaciones que reciben fondos desde otras fuentes aparte de la Comunidad de Madrid (fondos que pueden ser de libre disposición) siempre podrán realizar sus “programas” con esos mismos fondos y recuperarlos mas tarde a través de las justificaciones que presenten.
Pero las asociaciones que no reciben fondos de libre disposición jamás podrán tener los recursos para ADELANTAR y así realizar los programas de asistencia que tengan previstos, con lo que desgraciadamente muchas víctimas no están siendo asistidas del modo que merecen.

Caso aparte son los casos en los que pueden intercambiarse los recursos presupuestados para un proyecto y se utilizan para otro. En ocasiones, cuando se han querido justificar esas variaciones, la administración que aportó esos recursos no ha aceptado las justificaciones aportadas para esos cambios y, por tanto, no renuevan o no aportan nuevas subvenciones. Una decisión absolutamente lógica al tratarse de recursos públicos y que, por esa causa, deben ser justificados hasta el último céntimo.

La experiencia y la investigación en algunos casos tras 25 años de trabajo me aporta una muestra de todo lo que estoy diciendo. En ocasiones, las subvenciones para “la atención a las víctimas del terrorismo” se reparten en correspondencia al número de víctimas que cada entidad representa, con el error que ello conlleva. Es muy fácil decir que tal entidad representa a “X” víctimas aportando un listado de nombres y apellidos pero lo realmente importante, lo que cada administración que aporta fondos públicos debería cotejar, son tres puntos. Primero, si esos nombres y apellidos corresponden a víctimas o familiares de víctimas reconocidas como tales. Segundo, si esas víctimas o familiares de víctimas, en el caso de ser reconocidas, todavía viven. Recordemos que se han dado casos de entidades a las que se han afiliado víctimas que ya habían fallecido… Tercero, cuáles han sido las víctimas que han recibido esa asistencia que se presenta como realizada (y por tanto justificada) en los proyectos o resúmenes de gestiones realizadas.

¿Se hace eso en la actualidad?

Por estos motivos, si la intención es ayudar a LAS víctimas, no puedo entender que se otorguen las cantidades económicas una vez las actividades hayan sido realizadas, porque hay quien no podrá iniciar ninguna al no tener los previos recursos económicos para hacerlo. Sería más coherente que una vez aportados los proyectos y programas y la valoración económica correspondiente, se esperara a la realización de los mismos y caso de ser real, contrastada y claramente justificada, se aprobaran los proyectos y programas siguientes.
Pero si se descubriera que esos fondos no han ido para lo que estaban presupuestados y pensados, si se descubriera que los listados son falsos o inflados, si se tuviera noticia de que no se actualizan los nombres y apellidos de las víctimas supuestamente destinatarias de esos programas y proyectos…  los responsables deberían devolver esas cantidades y afrontar las posibles responsabilidades que un uso fraudulento de recursos públicos pudiera conllevar.

Pero ¿quién le pone el cascabel al gato? Los que obtienen el beneficio por la utilización partidista del dolor ajeno seguro que no lo harán e intentarán que nadie lo haga.

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