lunes, 25 de enero de 2016

25 enero 2016 La Razón (opinión)

25 enero 2016



Carta del padre de una víctima de ETA: «Denuncio el trato de favor al asesino de mi hijo»
El progenitor del guardia civil Diego Salvá lamenta que la Audiencia Nacional impidiera a las víctimas estar presentes en la vista en la que se decidió la libertad del jefe de la banda.

Soy un «padre, maltratado en sus derecho más elementales como víctima, forzado a ver cómo el auténtico responsable del asesinato de su hijo es objeto de trato de favor, y se le resguarda de manera inaudita de trámites procesales que con cualquier otro delincuente huido, incluso sin delito de sangre, sí se hubiesen celebrado». En este tema subyace que los representantes de las víctimas no pudieron estar presentes en la vista en la que se decidió la puesta en libertad del ex jefe político de ETA, Aitor Elizarán, al que se relaciona con la decisión de asesinar, el 30 de julio de 2009, en Palmanova, Mallorca, a los guardias civiles Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada,
El párrafo que encabeza la noticia corresponde a la carta que Antonio Salvá Verd, padre de Diego, dirige al presidente de la Audiencia Nacional, con el apoyo de las distintas asociaciones de víctimas del terrorismo, entre ellas Dignidad y Justicia y la AVT.
El presunto etarra Aitor Elizarán era, según fuentes antiterroristas consultadas por LA RAZÓN, uno de los jefes del «aparato político» de ETA. Cuando fue entregado por Francia, fue puesto en libertad en el mismo aeropuerto de Barajas . Se dictó una orden de búsqueda y captura (entre otras cosas tiene pendiente el pago de una fianza de cinco millones de euros por delitos de lesa humanidad) pero fue puesto en libertad en día en que decidió entregarse en la Audiencia, tras tener garantizado que no iría a prisión y sin que las asociaciones de víctimas pudieran comparecer. Por las fechas en que se cometió el atentado este individuo era uno de los responsables del citado «aparato», que ordena a los «comandos» qué tipo de acciones criminales deben perpetrar. En un tono moderado, pero cargado de emoción, Antonio Salvá solicita al presidente de la Audiencia Nacional que se ingrese en prisión a Elizarán. Por ello, «suplica que se celebre con urgencia la vista que se tenía que haber celebrado el pasado día 15 sin ningún problema antes de autorizar la puesta en libertad del ex jefe de ETA». «No suplico –agrega– otra cosa, ni que la decisión sea una o sea otra, que sea la que diga la ley, pero que no se proteja de esta manera escandalosa al terrorista, que se nos proteja a nosotros, las víctimas, y que se nos permita ejercer nuestros derechos, comparecer ante un juez imparcial y poder ser oídos, como dicta la ley».
Con el mismo tono de súplica y educación, dice textualmente al dirigirse al presidente de la Audiencia Nacional: «Si es usted padre, seguro que puede entender lo que llevamos pasando desde hace dos meses, y como juez que también es, seguro que es la normal aplicación de la ley, y no su burla como ha sido hasta ahora, lo que usted mismo querrá en todo caso».
Recuerda que con cualquier criminal huido, incluso cuando no hay delito de sangre, se hubiese celebrado la vista prevista por la ley para que las acusaciones puedan ser escuchadas antes de poder decidir sobre lo que se ha de hacer». Enfatiza que era el presunto etarra el «que había estado huido. Él era el que aparecía de repente sin haber dado previo aviso al juzgado ni a nadie más, o así se pretende. ¿Qué más lógico y normal que retenerle hasta el lunes a primera hora debido a su propia conducta dentro de las 72 horas, convocándonos en ese mismo momento a las víctimas del delito para el lunes a primera hora y celebrar la vista prevista en la ley, como con cualquier otro criminal?».
«Con esta maniobra, –añade– y con tan injustificable pretexto, se quitaba de en medio a las acusaciones, y sólo contaba ya el criterio del fiscal. Pero es que el fiscal ya había anticipado lo que iba a pedir desde un mes antes: libertad provisional. Así lo publicó un medio nacional el día 11 de diciembre, y así lo había manifestado en persona el fiscal Jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, en una reunión con periodistas celebrada en la propia Audiencia Nacional. La Fiscalía iba a pedir libertad, nadie lo dudaba, era de dominio público. Antes de escuchar a las acusaciones, antes de nada».
En cualquier caso, como destaca Salvá, se dejó a Elizarán en libertad y hasta sin fianza, cuando tiene pendiente de pagar una importantísima fianza de cinco millones de euros reconocida en un auto de procesamiento. La titular del Juzgado Central de Instrucción 3, Carmen Lamela, dejó en libertad a Elizarán, pese a estar procesado por delitos de lesa humanidad, en los que se le exige el pago de la citada fianza.

Opinión:

Sobre el titular de la noticia, puedo entender que el padre de una víctima del terrorismo tenga esa opinión... aunque habría que explicarle que durante muchos años (al menos desde 1989 hasta 2002) algunas víctimas vivimos la misma o peores situaciones y ningún medio de comunicación se dignaba explicarlo. Seguramente los tiempos no eran los mismos que ahora. Ya lo decía Bob Dylan...

En cuanto a lo del “apoyo de las distintas asociaciones de víctimas del terrorismo, entre ellas Dignidad y Justicia y la AVT”, me gustaría si el resto hasta unas 20 asociaciones 8aprox) estaban enteradas de lo que estaba ocurriendo. No me consta que las “distintas” asociaciones apoyaran o dejaran de apoyar lo que otras pensaran...


Y ya puestos, es una lástima que a “casi” nadie le importara conocer lo que ocurrió en el juicio contra Arróspide Sarasola el pasado 24 de junio. Aunque la razón debe ser la que me imagino: la labor de alguna asociación “mayoritaria” fue tan poco convincente que mejor no hablar de ello... Y sino, que se lo pregunten a la víctima en cuestión, aunque perteneciendo a una asociación “mayoritaria” y siendo un atentado de 1987 quizás lo ocurrido no fuera digno de mención ni de seguimiento.

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