21 octubre 2015 (19.10.15)
http://jordimac-foto.com/victimas-del-terrorismo-arma-politica-o-una-piedra-en-el-zapato-segun-quien-sea-la-victima/
Víctimas del
terrorismo: arma política o una piedra en el zapato según quien sea la víctima.
Hoy he asistido a la rueda de prensa que Roberto
Manrique ha dado en el Col·legi de Periodistes de Barcelona.
¿Motivo para esa rueda de prensa?, dejar claro que
no se puede utilizar a las víctimas del terrorismo como moneda política ya que
ese parece el destino de estas personas a quienes un día la fatalidad cambió el
rumbo de sus vidas y la de sus familias.
Robert Manrique es víctima del atentado de Hipercor
y desde aquel día en cuanto pudo recuperar la libertad que las heridas de aquel
brutal atentado le dejaron en todo el cuerpo hasta el día de hoy, se ha
dedicado en cuerpo y alma a ayudar en lo posible a todas las víctimas de
atentados terroristas en España. No importa si el asesino era de ETA, del Grapo
o de Terra Lliure. Su objetivo estaba claro: ninguna víctima debía sentirse
desamparada como él y su familia se sintieron después del mencionado atentado.
Y ese objetivo lo cumplió, primero por si mismo,
visitando a toda víctima que él localizara para ayudarla en lo posible, para
que supiera que no estaba sola, que el mal trago que tuvo que pasar y que la
acompañaría toda su vida lo podían pasar juntos. Y así lo ha estado haciendo
desde aquel fatídico día.
Robert Manrique ha sido el fundador y presidente de la Asociación Catalana
de Víctimas de Organizaciones Terroristas, pero tuvo que abandonar dicha
asociación en el momento en que se empezó a politizar, lo cual iba contra las
bases apolíticas de la organización, pues era consciente de que entrar en ese
terreno desde una organización que debe tratar con políticos significaba que
tarde o temprano acabarían en el campo del intercambio de favores, y eso no iba
con él. Robert Manrique fue el delegado en Cataluña de la Asociación de Víctimas
del Terrorismo de 1990 hasta 2002.
No obstante habiendo dejado
la asociación que en su día creó nunca ha abandonado a ninguna víctima que
necesitara de su ayuda, tendiendo la mano a quien lo necesitara, y buscando a
quien desconocía que no estaba solo en aquel infierno para ayudarle a salir de
él.
Años más tarde se creó el Servicio de Información y
Orientación a Víctimes del Terrorismo (SIOVT), oficina creada por la Generalitat del
presidente José Montilla, y Roberto era quien la dirigía, pero pocos meses más
tarde, con el gobierno de CiU, cerraron dicha oficina porque no había
presupuesto. Consideraron que esas víctimas no eran tan importantes como otros
objetivos que les daban más réditos electorales. Pero aun así, Roberto Manrique
no dejó de seguir en la brecha.
Siempre que lee noticias de cualquiera de las
distintas asociaciones de víctimas del terrorismo acaba cabreado y no es para
menos. En esos comunicados siempre sale eso de “las víctimas del terrorismo
piden….” “las víctimas del terrorismo dicen…” y así hasta cualquier combinación
de palabras que den lugar a una frase que empiece por “las víctimas”. Y eso no
es así porque nadie ha consultado a las víctimas, sino que esas asociaciones se
limitan a extrapolarlas opiniones de sus dirigentes a todo un colectivo que
parece olvidado excepto cuando se precisan réditos políticos.
Algo tan sencillo como
empezar las noticias con un “algunas de las víctimas…” o “las víctimas de
terrorismo a las que hemos consultado opinan (o “manifiestan” o “exigen” o lo
que sea)…” se lo dejan en el tintero, pues hablando por boca de todas las víctimas parecen más importantes, pero si realmente
hablan por boca de quienes opinan igual quizá no llegan a la docena o a la veintena.
No se sabe, pues no parece que les consulten antes de hablar por ellos. Y eso es
muy feo.
Hay incluso situaciones que parecen una broma de mal
gusto, como el que la AVT
actual haya enviado cuestionarios a sus afiliados para saber su valoración de
determinados partidos políticos, o cuando la presidenta de la Fundación ha deseado la
muerte de un terrorista, cosa que puede manifestar libremente como persona
individual, pero nunca como presidenta de un colectivo que ya tiene bastante
con su calvario como para que alguien los relacione con unas declaraciones tan
desafortunadas como estas.
Y para aderezar el asunto, Robert Manrique se
encuentra con una noticia que contiene el siguiente párrafo:
“España, que ha sido
elegida miembro no permanente del Consejo de Seguridad y preside este máximo
órgano de decisiones de la ONU
durante octubre, ha organizado con el apoyo de Estados Unidos una jornada para
que el “referente” español del modelo de protección de las víctimas sirva de
ejemplo al resto del mundo, sobre todo ahora que todos los países sienten la
amenaza de esta lacra.”
Curioso modelo han elegido cuando el propio
ministerio del Interior ha negado los 30.000 euros que en su día le solicitaron
para poder localizar a 280 víctimas de terrorismo de atentados en Cataluña para
informarles de los derechos que tienen como víctimas y que nadie se ha
preocupado en comunicárselos ni de respetar sus situaciones como tales. Visto
lo visto uno quizá ya va entendiendo cómo va eso de la ONU a la hora de elegir
algunas causas que dicen defender porque políticamente visten mucho. Si el cómo
lo hacen es correcto parece ser lo de menos.
Un ministerio que cuando se le pidieron ese importe
que sería debidamente justificado respondió conun “quien se quiera informar que
pregunte”, denegando así esa solicitud de colaboración. ¿Cómo van a preguntar
quienes desconocen que lo ocurrido hace 40 años y que el Gobierno enterró bajo
la alfombra les hace merecedores de una atención a la que desconocen que tienen
derecho?. Si esperan que esas personas pregunten no hará falta ni que vayan al
despacho porque nadie preguntará por un derecho que nunca se le comunicó.
Un Gobierno que considera que la vida humana
comienza desde el mismo momento de la fecundación del feto y que por ello
criminaliza a las abortistas pero que en cambio no reconoce como víctimas del
terrorismo a los fetos que no han llegado a nacer a causa de un atentado. O lo
que es lo mismo, un doble rasero para castigar a quien aborta por atentar
contra la vida de un ser humano pero que no lo considera como tal si se le pide
el reconocimiento de sus familiares como víctima de terrorismo.
Y tantas otras situaciones
increíbles que nos podemos encontrar con este ministerio que arropa a unas
víctimas que cabe la posibilidad que alguna no sea tal pero que se aproveche de
la situación de que un familiar cercano haya muerto en atentado y ahora se suba
al carro de las víctimas vete tú a saber porqué cuando por Ley no le
correspondería esa condición.
Y hoy, Roberto Manrique junto a Marga Labad, otra
víctima que sufrió y sufre el desamparo de nuestro gobierno frente a su
situación, han dejado clara una triste y cruda realidad: si no pueden sacar
rédito político, las víctimas carecen de importancia.
Como acertadamente dijo
George Orwell en su genial obra “Rebelión en la granja”, “todos son iguales,
pero hay unos más iguales que otros”. ¿O acaso no es así, Señor Ministro?.
Salut!
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